sábado, 21 de diciembre de 2013

La resurreción de Los Toreros Muertos

Sala Zero (Tarragona), 14 de diciembre de 2013. Fue toda una sorpresa descubrir que los míticos Toreros Muertos volvían a los escenarios, y otra aún mayor que su gira de regreso recalaba en Tarragona. Como ese día ya había quedado con mi amigo Jordi para ir a un concierto de un grupo local, precisamente en la misma sala, y que por razones obvias se anuló, decidimos asistir al evento. Hay que reconocer que nunca fuimos unos grandes seguidores suyos: ni siquiera en sus mejores tiempos la banda de Pablo Carbonell fue un grupo que arrastrara multitudes. Pero tenían la extraña virtud de divertir por igual a pijos, punks, heavies, rockers o mods. Así que buscando precisamente eso, diversión, nos dejamos caer en la Sala Zero.

¿Cuántas canciones puedes nombrar de los Toreros Muertos, así, a bote pronto? Si naciste después de 1975, probablemente ninguna. Pero si fuiste adolescente en los 80, seguro que la primera que te viene a la cabeza es Mi agüita amarilla. ¿Alguna más? Manolito, quizás... On the desk, también (aquella de My taylor is rich and my mother is in the kitchen). Pero es al verlos en concierto cuando te das realmente cuenta de la de temas suyos que conocías, que tienes arrinconados en un algún lugar recóndito del cerebro, y que te vuelven a la memoria al sonar los primeros acordes: (Ya están aquí) los Toreros Muertos, Yo no me llamo Javier, Pilar (no tiene bicicleta), Falangista, Soy un animal, Necesito un avalista, Twist'as loca, Hoy es domingo... Todos y cada una de ellos, por supuesto, sonaron el pasado sábado: himno tras himno que coreamos a grito pelao todos los asistentes, que fuimos muchos. Y es que la Sala Zero estaba hasta la bandera, e incluso hubo gente que se quedó sin poder entrar. Además, Pablo Carbonell está cada día más loco, como quedó bien claro solo aparecer en escena, con un surrealista maquillaje, sombrero de explorador, y cintas de papel de water en las manos, en plan momia...

Sus compañeros tampoco no le iban demasiado a la zaga, con el guitarra ataviado con traje, corbata, el típico gorro ruso, y tutú. Por cierto, musicalmente la banda sonó potente. Las columnas del recinto temblaban con la batería, el volumen era desmesurado, tanto que el propio Carbonell reconocía que ni él mismo se oía. Pero, sin ser unos virtuosos, el sonido en general era considerablemente mejor que el de sus discos en estudio. Sigue esa mezcla pegadiza de pop, punk, rock y ska, pero la necesaria actualización de las enlatadas producciones de los 80 funciona a las mil maravillas.

En definitiva, y para no alargarme: que el ejercicio de revival nos satisfizo a todos: todo el mundo rió, todo el mundo se desgañitó, todo el mundo siguió flipando con las transgresiones, todavía vigentes, de sus letras. Pablo Carbonell afirma que uno de los motivos de este regreso es las ganas de enseñarle a estas nuevas generaciones que hubo un tiempo en el que había grupos que ejercían la libertad de expresión, que usaban el humor como arma arrojadiza, que planteaban los conciertos como la posibilidad de desparramar y  tenían cabida en el universo pop. Es difícil que lo consigan, ya que la media de edad de los asistentes superaba los 40 años con creces. De todos modos, hay que agradecer al grupo su resurrección, todo un soplo de aire fresco en el rancio y folclórico panorama pop actual. Eso sí, que el soplo de aire fresco lo tenga que traer una banda de hace un cuarto de siglo dice poco a favor de los ex-triunfitos, Pablos Albaranes, Orejas de Van Gaal y demás neomelódicos que copan las listas de éxitos españolas.

Celebremos pues, el regreso de los Toreros Muertos y su directo arrollador, que al parecer se verá plasmado en un disco en vivo, con algunas canciones nuevas, y que se publicará durante el próximo año 2014.

martes, 10 de diciembre de 2013

¡El Van Gogh de la música española!

Hace unos días, al ir a coger el coche después del trabajo, encontré pinzado en el limpiaparabrisas este folleto (click sobre la imagen para ampliar):

 
 Como ya saben los que siguen periódicamente este blog, no soy un gran entendido en música, pero pese a ello, me sorprendió no haber oído hablar nunca de su protagonista, el tal Luixy Toledo, también conocido como El fiera. Y es que, a juzgar por su currículum (y ya se sabe que en los currícula nadie miente), la carrera de este artistazo es simplemente espectacular.

Según reza el panfleto, The New York Times y la BBC coincidieron en bautizarle en 1988 como ¡El Van Gogh de la música española! (entre signos de admiración, ¡ojito!). Me pica la curiosidad del porqué de esta definición (torpe de mí, no veo la relación entre pintura y música), así que sigo leyendo. Al parecer, y cito textualmente, "De su canción Exorcismo (1966) nació Thriller de Michael Jackson (1982), el LP más vendido la historia". ¡Maldito Jacko! ¡Te llevaste tu secreto a la tumba!. Su discografía la componen nada más y nada menos que 6 cd's, 1 DVD con 66 temas, 11 películas (desconozco si en calidad de compositor de la BSO, director, actor principal, o todo a la vez), 105 programas de TV (por cierto, no acabo de entender qué hacen programas de TV en una discografía, pero si hay que ampliar el significado del término discografía para que quepa la magna obra de este portento, se amplía y santas pascuas), y descargas de internet en los 5 continentes (parece ser que desde la Antártida nadie se bajó ninguno de sus temas: pobres infelices de oídos insensibilizados por el frío...).

Luego, el texto refiere un hecho que demuestra la impresionante proyección internacional del artista: ¿Sabías que el mismísimo Prince estuvo en mi concierto en Madrid en la sala Ritmo y Compás el 22/12/1998? ¡Joer! ¡Prince, ni más ni menos! ¡Solo el gran Luixy ha conseguido que salgas de tu madriguera de Minneapolis, pequeña alimaña! Y para dar más glamour al anuncio, foto completa de esta futura leyenda del pop ataviada con gorra, concha de peregrino al cuello, camiseta reivindicativa, y, mucha atención aquí, ¡una piedra de Marte en la mano!. ¡Cómo no va a ser un grande de la música alguien que tiene una piedra de Marte! Seguro que Elvis y John Lennon también tenían una, de qué si no hubieran cosechado tal éxito...

Al pie hay los inevitables teléfonos y mail para la contratación, además de las direcciones de sus páginas web. Las ansias me pueden, ardo en deseos de oir a este mito viviente. Tecleo la URL de su MySpace (convenientemente arreglada, ya que faltaba el .com), y pulso play en uno de sus temas. Suena la "música", y entonces se desvela el misterio de lo de ¡El Van Gogh de la música española!: efectivamente, al cabo de unos pocos segundos de escucha, te entran unas ganas irresistibles de cortarte la oreja.

PD: Escaneo también el reverso del folleto, que tampoco tiene desperdicio (de nuevo, click sobre la imagen para ampliar).



martes, 3 de diciembre de 2013

Roy got it

Esta semana se cumple el veinticinco aniversario del fallecimiento de un mito del rock'n'roll: el 6 de diciembre de 1988, el gran Roy Orbison moría en Hendersonville, Tennessee, a la edad de 52 años. El fatal acontecimiento le pilló en un inesperado regreso a la fama. Tras gozar de una enorme popularidad durante la década de los 60, su éxito fue desvaneciéndose en las siguientes dos décadas, condenando al de Vernon a vender sólo un puñado de copias de los discos publicados por entonces.

Pero su incorporación en el supergrupo The Traveling Wilburys y el éxito del primer trabajo de la banda, The Traveling Wilburys Vol. I (1998), volvió a despertar el interés del público por Orbison. Recibió premios y reconocimientos por su carrera, volvió a llenar salas de conciertos, tocó en programas de televisión, grabó vídeos, y completó el que se convertiría en su último trabajo discográfico. Su primer sencillo, You Got It, publicado antes que el LP viera la luz, cosechó un éxito más que considerable, tanto en Estados Unidos como en Europa. Pero el regreso a la palestra le pasó factura, y de qué manera: mientras se recuperaba en su casa de Tennessee del estrés de la promoción, sufrió un ataque al corazón que terminó con su vida.

Desde hace días escucho a todas horas su obra póstuma, Mistery Girl (1988), una maravilla de álbum que pese al cuarto de siglo transcurrido, sigue sonando atemporal y 100% vigente. Elvis Presley, Richie Valens, Buddy Holly... Pocos músicos han tenido esa magia especial, esa esencia inconfundible, ese "algo" único e indescriptible que los convirtió en leyendas del rock.

Roy got it.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Cinco primeras veces

¡Ay, las primeras veces! Tienen la mala costumbre de hacer honor a su nombre y pillarnos sin experiencia, con los efectos secundarios tan desagradables que esto suele provocar. Pero en general, nos alegramos de haberlas tenido, y casi siempre, por el mero hecho de ser eso, la primera vez, les tenemos un cariño especial y se convierten en inolvidables. Que no cunda el pánico: no me voy a poner a hablar aquí de mi vida sentimental ni sexual. Pero sí voy a repasar cinco de mis primeras veces en el terreno melomaníaco. Hételas aquí.

Mi primera cinta: Mecano (1982), de Mecano. Entre mis muchos pecados musicales se encuentra la primera cinta que compré, o pedí que me regalaran por mi cumpleaños, no recuerdo. Los grandes triunfadores del verano de 1982 fueron un trío de jovenzuelos llamados Mecano y su disco de debut, cargado de temas pegadizos como Maquillaje y Me colé en una fiesta. En mi defensa tengo que decir que, a parte de durante esa locura transitoria, nunca más los pude soportar. Pero claro, lo raro hubiera sido que, a punto de cumplir 11 añitos, me hubiera dado por Nebraska de Bruce Springsteen.

Mi primer concierto: El rock de una noche de verano (1983), de Miguel Ríos. Ya comenté en este post la que fue mi primera experiencia como espectador de un concierto en vivo. Todavía hoy, más de 30 años después, aun conservo en mi retina algunas imágenes de aquel magno evento que protagonizaron, además del granadino, Leño y una debutante Luz Casal. Una noche inolvidable, y una buena pérdida de mi virginidad "conciertera".


 
Mi primer vinilo: Tango in The Night (1987), de Fleetwood Mac. Unas semanas antes de tener tocadiscos ya me hice con este vinilo, y cuando por fin la cadena de música llegó a casa, lo escuché con devoción casi enfermiza. A diferencia del de Mecano, que no volvería a oír ni a punta de pistola, de tanto en tanto sigo recuperándolo. Su producción ochentera no ha soportado el paso de los años, pero el cariño especial que le tengo hace que la disculpe y lo siga disfrutando.


Mi primer CD: Native Tongue (1993), de Poison. También antes de tener reproductor de CD compré el que se convirtió en mi primer compact, esperando que la banda de Brett Michaels volvieran a repetir un Open Up and Say ...Ahh! (1988). Pero exceptuando algún tema muy puntual, el álbum me decepcionó, y seguro que hace más de una década que no lo escucho. A ver si algún día lo vuelvo a poner y me llevo una sorpresa: quizás es como el buen vino, que mejora con los años. Pero mucho me temo que, que Poison no se comieran un torrao en los 90, se lo ganaron a pulso, y no pueden culpar a Kurt Cobain y al grunge.

Mi primer mecenazgo: El monstruo del armario (2013), de Luis Ramiro. También conté mi primera experiencia como mecenas aquí en Bourbon Street Online, concretamente en este post. El cantaautor madrileño Luis Ramiro financió su cuarto y hasta la fecha último trabajo vía crowdfunding, y ahí estuve yo para aportar mi granito de arena. Me gustó participar en el proyecto, cómo el autor iba informando a los colaboradores sobre el proceso de grabación y edición, y recibir el disco tan pronto se publicó. Por cierto, aunque me gustan más dos de sus trabajos anteriores, El monstruo del armario es un álbum que, en general, está muy bien.

¿A alguien le apetece compartir alguna de sus primeras veces? Pues ahí tenéis el apartado Comentarios, tan vacío y desolado, el pobre...

sábado, 9 de noviembre de 2013

Curiosidades del mundo animal IV



El grupo que protagoniza la entrega de hoy de la sección Curiosidades del mundo animal se llama Hayseed Dixie. ¿Pilláis el juego de palabras? ¿No? ¿Y si digo que su anterior nombre era AC/Dixie? ¿Y que su primer disco, publicado en 2001, fue A Hillbilly Tribute to AC/DC? Ahora sí, ¿verdad? Efectivamente, esta banda originaria del valle de Deer Lick Holler, en las montañas Apalaches, debutó haciendo versiones de AC/DC a la "América rural-style" o, como ellos mismos lo denominan, hillbilly rock, que podríamos traducir como "rock paleto". En definitiva, clásicos como Highway to Hell o You Shook Me All Night Long interpretados en clave de bluegrass, con violines y banjos frenéticos, y voces propias de un barbudo desdentado de la América profunda con sombrero de paja y una brizna de heno en la boca.

Pero si alguien piensa que tamaño despropósito no iba a pasar de ser una broma pasajera, va muy equivocado. A día de hoy, Hayseed Dixie han publicado ni más ni menos que ¡once! discos. La mayoría siguen la línea de su primer trabajo: versiones bluegrass de himnos del rock como Bohemian Rhapsody de Queen, Paint it Black de Rolling Stones, Ace of Spades de Motorhead e incluso discos por completo dedicados a canciones de un grupo en concreto, como el de versiones de Kiss, titulado muy ingeniosamente Kiss My Grass (2003). Pero también han editado trabajos con temas propios, como el No Covers (2008), para que nadie diga que no saben componer.
Además, han vendido más de 500.000 copias de sus álbumes (200.000 del primero, el tributo a AC/DC), y han tocado no sólo por todo lo largo y ancho de los Estados Unidos, sinó también en Reino Unido, Irlanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Austria, Suiza, Alemania, República Checa e incluso España, en el Azkena Rock Festival de 2008, además de en Barcelona, Madrid, Pamplona, Gijón y Bilbao.



¿No está mal para una banda de paletos-rockers, no?


Otras curiosidades del mundo animal:
  1. Diablo Swing Orchestra
  2. Beatallica
  3. El Reno Renardo

domingo, 3 de noviembre de 2013

In the middle of the night...

¡Diosss, cómo me gusta esta canción! Los Simply Red en su mejor momento, la voz de Mick Hucknall en un estado de forma prodigioso, y un tema que, pese al cuarto de siglo transcurrido desde su publicación, todavía me produce un subidón y un buen rollo espectaculares.

In the middle of the night, when the time is right, sexily right, I'm gonna do...

jueves, 17 de octubre de 2013

Discos que no te salvarán la vida IV

Nueva entrega de Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día. Hoy, especial grupos nórdicos.


Bag of Bones (2012), de Europe. El machaque al que nos sometieron las radiofórmulas, bares, pubs y discotecas con temas como The Final Countdown o Carrie, allá por 1986, hizo que tuvieran que pasar 27 años para que volviera a dar una oportunidad a los suecos. Craso error, ya que los Europe del siglo XXI poco tienen que ver con la comercialidad de la que hacían gala casi tres décadas atrás. Ahora, La banda de Joey Tempest recuerda a los primeros Whitesnake: buen hard rock que bebe del blues, como queda patente en su último trabajo. ¡Ah, y sin los insoportables sintetizadores aquellos de The Final Countdown!


 The Savage Playground (2013), de Crashdïet. También de Suecia llegan Crashdïet, y aunque no son tan veteranos como Europe, ya van por su cuarto disco. Este The Savage Playground es una gozada, que recuerda a Guns n'Roses y a Skid Row, pero con una producción post-grunge que le dan un sonido y un estilo propios. Sleaze de alto octanaje en un álbum que gana con cada escucha.


Screaming for Adrenaline (2013), de Santa Cruz. Más sleaze explosivo, esta vez procedente de Finlandia. Un impresionante disco que si lo hubiera firmado Mötley Crüe en lugar de los debutantes Santa Cruz, todos estaríamos hablando del resurgir de la banda californiana. Y es que este Screaming for Adrenaline suena a lo que sonarían Nikki Sixx, Vince Neil, Mick Mars y Tommy Lee si se hubieran dedicado a la música en lugar de a tirarse los trastos a la cabeza. Unas jóvenes promesas, estos Santa Cruz, a los que no hemos de quitar el ojo.



Spirit (2013), de Reckless Love. Los también fineses Reckless Love siguen con su particular homenaje al glam rock de los 80 en el que ya es su tercer álbum. Como en las anteriores ocasiones, cada canción nos parece haberla escuchado ya hace un cuarto de siglo, porque las influencias de gente como Aerosmith, Def Leppard o Poison, entre otros, son tan evidentes que rozan el plagio. ¡Pero si hasta parece que el estribillo de  Runaway Love lo cante Bon Jovi! Así que, diversión asegurada para los nostálgicos, con este revival bien producido y mejor interpretado.



Otros discos que no te salvarán la vida:

I) Gun, Matchbox Twenty y The Dirty Pearls.
II) Rick Springfield, Hinder y Carminho.
III) Gene the Werewolf, Francis Cabrel y The Mavericks.

viernes, 11 de octubre de 2013

Un rayo de sol (uoh-oh-oh)

Feliz y expectante por la noticia, hace unos meses anuncié en este post la cercana publicación del nuevo trabajo de Jaded Sun. Pero, muy a mi pesar, el lanzamiento no es tan inminente como parecía, y la criatura se está haciendo de rogar más de lo deseable.

Mientras tanto, la banda ha puesto a la venta (disponible desde hace unos días en iTunes) el primer rayo de sol del disco, la canción Left in A Hurry, y hoy han colgado en su Facebook su videoclip oficial. El vídeo no pasará a la historia de la música por su espectacularidad, pero el tema deja muy buenas sensaciones.

Saboreemos, pues, este aperitivo, y sigamos pacientemente a la espera, a ver qué nos depara lo nuevo de Jaded Sun. Ya falta menos.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Recordando a Johnnie Bassett

 Uno de los álbumes que más disfruté el año pasado fue I Can Make That Happen (2012), del veterano Johnnie Bassett. Un soberbio disco de blues que me reconcilió con el género, ya que en los últimos tiempos no encontraba nada nuevo dentro del estilo originario del Dellta del Misisipi que realmente me enganchara. Pero I Can Make... tiene un feeling especial, comparable al de algunos de los mejores trabajos del rey B.B. King, y contiene temazos impresionantes, entre ellos una irresistible versión del clásico que popularizó Solomon Burke Cry to Me.
 
Lamentablemente, este será el último disco en vida del músico de Detroit. Hace poco más de un año, concretamente el 4 de agosto de 2012, fallecía este bluesman a la edad de 76 años. Una gran pérdida para el mundo del blues, la de este artista que, si en lugar de haber nacido en la ciudad de las fábricas de coches lo hubiera hecho en Los Angeles o en New York, quizás hubiera gozado de más oportunidades (solo editó 6 álbumes en estudio) y de mayor reconocimiento. Pese a su escasa popularidad, o quizás precisamente por ello, hoy me apetecía recuperar la memoria del gran Johnnie Bassett. Descanse en paz.



martes, 24 de septiembre de 2013

La madre de todas las ladillas


 Sala Zero (Tarragona), 7 de septiembre de 2013. Ni sé cuánto tiempo hacía que no iba a un concierto sin conocer ni un tema de la banda, y mucho más a uno que, además de no conocer a la banda, fuera de pago. Así que dudé unos instantes cuando mi amigo Jordi me propuso ir a ver a Mamá Ladilla en la Sala Zero. Pero como ese fin de semana estaba de Rodríguez, me apunté al bombardeo y compré las entradas. Luego me hice con su último disco, Jamón Beibe (2010), y he de reconocer que no logré darle una escucha completa: el punk nunca ha sido mi fuerte, y fui incapaz de tragarme de una sentada los 17 cortes que lo componen. Pero bueno, llegó la fecha, y ahí fuimos, a ver qué ofrecían en directo los madrileños.

La cosa empezó bien. Para abrir boca, se encargó de animar el ambiente el cantautor autóctono Oscárboles, que con sus canciones gerontofílicas y de trasplantes de culo arrancó las primeras carcajadas al respetable.

Luego entró en escena el grupo protagonista, con un sonido espectacular y contundente que inundó la sala. No sé si "punk" es la etiqueta adecuada para definir a la banda, porque el savoir faire de este power trío va mucho más allá de los cuatro acordes que caracterizan a la mayoría de representantes del género. Y es que, instrumentalmente, los Mamá Ladilla son una bestia policéfala que se nutre tanto del punk-rock como del metal, el blues o hasta del country. Pero son las letras las que caracterizan a la madre de todas las ladillas. Humor, sexo, escatología, cinismo, crítica social, iconoclasia, surrealismo, nihilismo... Todo cabe en la lírica de Juan Abarca y los suyos, que interpretaron canciones con títulos tan explícitos como La polla de mi jefe o Cunniligus post mortem, además de algunos de sus clásicos como Primavera o Chanquete ha muerto.


Desmadre total, pues, en la hora y media larga de concierto, que terminó con el bajista interpretando los últimos temas con sólo tres cuerdas y con el flemático Abarca también reventando una en el último suspiro del bolo. Pero no era cuestión de cortar el torrente de fiesteo y decibelios para ponerse a reponer cuerdas. Y al final, ovación del público, gran noche la de aquel día, ganas de repetir en cuanto vuelvan a dejarse caer por estos lares y, ahora sí, ya soy capaz de escuchar el Jamón Beibe enterito.




jueves, 12 de septiembre de 2013

Mi canción del verano 2013

Como ya conté, me fui de vacaciones con prisas y sin despedirme, así que no tuve tiempo de escribir el habitual post sobre mi canción del verano, la que escojo anualmente como banda sonora de mis días de esparcimiento y solaz. Como era de esperar, este año la escogida tampoco ha salido de ningún anuncio cervercero ni la encontraréis en ningún recopilatorio titulado Bachata Mix. Otra vez será...

Desde su publicación el pasado mayo, he escuchado hasta la saciedad Seesaw (2013) el fantástico disco de versiones de Beth Hart y Joe Bonamassa. Un pedazo de trabajo que me ha entusiasmado, y donde tanto la cantante como el guitar virtuoso se lucen intepretando clásicos del soul, el blues y el rock. Qué gozada, revisitar maravillas como el Nutbush City Limits de Tina Turner o el If I Tell You I Love You de Melody Gardot a cargo del buen savoir faire de esta atípica pareja de músicos. Pero he elegido el tema que da título al álbum como mi canción del verano 2013 por dos razones. En primer lugar, porque Miss Hart y Mr. Bonamassa han bordado la reintepretación de esta irresistible canción de la gran dama del soul, Aretha Franklin, convirtiéndose en una de las perlas del disco. Y en segundo, porque a partir de ella decidí buscar el álbum que contenía la original, Aretha Now (1968), y ¡vaya maravilla de clásico! También éste lo he escuchado hasta que me salía el vozarrón de Aretha por las orejas, y es que no es para menos, ya que incluye cortes inolvidables como Think, I Say a Little Prayer o el You Send Me de Sam Cooke, además del mencionado See Saw, claro.

En definitiva, que ha sido un verano de lo más soul, gracias a la agradable sorpresa que ha supuesto el nuevo trabajo de la sociedad Hart-Bonamassa, y al increíble Aretha Now, que suena fresquísimo pese a los 45 años que han pasado desde su publicación.


Mis anteriores canciones del verano:

jueves, 5 de septiembre de 2013

Vine del norte

Las prisas y los preparativos de última hora hicieron que en julio dejara el blog despidiéndome a la francesa y sin siquiera colgar el cartel de Cerrado por Vacaciones. Pero ya estoy de regreso a la pura realidad, dispuesto a empezar el curso dando la vara, como es habitual.

Este año estuvimos por tierras nórdicas: un periplo de 25 días por Estocolmo, Örebro, Göteborg, Malmö y Copenague. Unas ciudades preciosas y unas sociedades que, al menos a ojos del turista ocasional, son tan modélicas como imagina antes de visitarlas. Calles ordenadas y limpias, ausencia de grafitis y pintadas, parques increíbles, transporte público eficaz, buenas infraestructuras, sensación total de seguridad, pobreza prácticamente inexistente... Como todo el mundo, tendrán sus problemas y miserias, pero para los foráneos que estamos de paso, la impresión es inmejorable. Como comentaba con un malagueño que conocí en Christiania, la sensación que da es que, por esos lares, los impuestos van donde tienen que ir, y no al bolsillo del corrupto de turno.



Suecia y Dinamarca, además, me traen a la mente inmediatamente varios grupos y artistas que me gustan: Backyard Babies, Hardcore Superstar, White Flame, Diablo Swing Orchestra, D.A.D., Lisa Ekdahl... ¿A cuántos de ellos he visto en directo aprovechando la escapada? ¡A ninguno! Es lo que tiene viajar con bebé, que a las 8 de la tarde toca recogerse en el apartamento, así que ya ni me molesté en comprobar si mi estancia coincidía con algún concierto interesante. Y por supuesto, mantuve una distancia más que prudencial con el museo que hay en Estocolmo dedicado a ABBA (yo que pensaba que la tortura estaba prohibida en estos países...), así que pocas referencias musicales tendrá este post aparte de su título. Venga, una corona sueca (unos 13 céntimos al cambio) para el primero que adivine de quién es la canción Vine del norte sin usar Google.

lunes, 29 de julio de 2013

Viejos secretos (3 de 3): Directo

En los últimos años de la década de los 80 y los primeros de los 90, todo grupo que se preciara lanzaba el inevitable disco en concierto como demostración de la consolidación de su carrera. Ahí estuvieron aquel Escuela de calor (1989) de Radio Futura, el ¡A por ellos!... que son pocos y cobardes (1989) de Loquillo y los Trogloditas, el Capturados vivos (1992) de La Frontera, o el álbum en vivo de Los Secretos, titulado simplemente Directo (1988).

Enrique Urquijo siempre renegó un poco de este trabajo, que fue grabado en un concierto matinal en la sala Sol de Madrid, dentro del espacio El Gran Musical de Los 40 Principales. Según él, las mañanas no eran el mejor momento del día de la banda, y eso se transmitió en el resultado final. Ciertamente, la calidad del sonido no era la mejor, y muchas voces e instrumentos tuvieron que regrabarse en postproducción. Pero eso no quita que Directo sea un álbum fantástico, con un repertorio acertadísimo, que le valió a Los Secretos su primer Disco de Oro, y la confirmación de la banda como una de las grandes del panorama español del momento.

La apertura es toda una declaración de intenciones: el disco lo inaugura No me imagino, la que fuera una simplona canción pop de sus primeros trabajos, convertida en un instrumental frenético a ritmo de rockabilly. Y es que este es el último LP de Los Secretos donde están 100% influenciados por sonidos country, southern y tex-mex (de hecho, incluye una versión de la ranchera Volver, volver). Además, colaboraciones de lujo como las de Joaquín Sabina, José María Granados o Javier Teixidor de Mermelada enriquecen el disco lo suficiente para que, a pesar de su larga duración (ni más ni menos que 24 cortes), no le sobre ni un tema. De hecho, se publicó como doble LP cuando apareció en vinilo, y se mantuvieron los dos CD al hacerlo en digital, a diferencia de otros dobles que perdieron canciones por el camino al editarse en compact (el Bienvenidos de Miguel Ríos, por ejemplo).

Para bien o para mal, los siguientes trabajos del grupo, empezando por La calle del olvido (1989), ya tuvieron un sonido más profesional y limpio, pero también más melódico, más alejado de las raíces norteamericanas, exceptuando algún tema esporádico. Así que la etapa más country de la banda se cerraba con este Directo. Broche de oro, eso sí, ya que Directo fue la puesta de largo de Los Secretos, un disco inolvidable repleto de temas que se convirtieron en clásicos. Y, por desgracia, su único trabajo publicado en vivo con Enrique al frente, a causa de su repentina muerte en 1999.

viernes, 19 de julio de 2013

Viejos secretos (2 de 3): Continuará

Sólo algunos de los incontables grupos surgidos durante la Movida llegaron "vivos" a la segunda mitad de los años 80. Bandas como Los Nikis, Glutamato Yeyé o Derribos Arias desaparecieron o perdieron el favor del público, mientras que otras, como Radio Futura o Los Secretos que hoy nos ocupan consiguieron sobrevivir a la criba, gracias a reinventarse y evolucionar a partir del pop simplón de sus primeros trabajos.

Tras un éxito considerable aunque no desmesurado de El primer cruce (1986), los madrileños optaron por seguir con el mismo tipo de influencias en su siguiente disco que, esta vez sí, era un LP, ya que 12 fantásticas canciones componen este Continuará (1987). Con él tampoco lograron un éxito arrollador ni se convirtieron en un grupo de masas como algunos de sus coetáneos, pero gracias a él reclutaron un buen puñado de incondicionales. Y es que en sus surcos se encuentran algunos de los temas más estremecedores de toda su carrera. En este álbum está, como apertura de la cara A, el inolvidable Buena chica, ese reencuentro con un ex-amor que acaba dedicándose a la prostitución. O la canción que inaugura la cara B, Siempre hay un precio, un desgarrador blues a la altura de clásicos de la banda como Quiero beber hasta perder el control. También incluye una versión de Por el túnel, de Joaquín Sabina, y por supuesto, en su andadura por los sonidos americanos, hay rock'n'roll en Sucedió al revés y Ella me dijo, aires mejicanos en No digas que no y rockabilly en el impresionante instrumental de infausto título Muslitos de pollo.

Lamentablemente, a pesar de la notable destreza de los músicos, cada vez más cómodos con el nuevo estilo adoptado, el sonido dejó mucho que desear, a causa de la inexperiencia de Enrique Urquijo, en ese momento erigido ya en líder indiscutible del grupo, y que insistió en llevar a cabo la producción. De hecho, pocos de los temas de este trabajo se han podido aprovechar para recopilatorios posteriores, o se han tenido que regrabar para poder incorporarlos. Pese a todo Continuará es un álbum soberbio que todavía hoy, más de 25 años después, y a pesar de su saborcillo casi de disco grabado en mono, sigue poniendo los pelos de punta.

sábado, 13 de julio de 2013

Viejos secretos (1 de 3): El primer cruce

Entre sus primeros discos y maquetas, con un pop muy a lo The Knack, y su etapa más melódica, iniciada con La Calle del Olvido (1988) y que perdura hasta hoy, Los Secretos tuvieron una época con un estilo y unas influencias del country y el southern que, vista con la perspectiva de los años, me parecen la mejor de una banda que, para mí, fue y es de culto.  Mientras hoy muchos se esfuerzan porque les cuelguen la etiqueta de Americana, hace más de cinco lustros el grupo madrileño parió tres discos (dos en estudio y uno en directo) que son una referencia en la música de tintes americanos Made in Spain. Nos ocuparemos de estos trabajos: hoy del primero, y en futuros posts de los otros dos.

El primer cruce (1986) fue la primera grabación que hicieron Los Secretos para el entonces nuevo sello independiente Twins. Se trata de un mini-LP de sólo seis canciones... ¡pero vaya seis canciones! La primera cara se abre con No me falles, una canción que empieza con un aire pop, pero que va creciendo y orientándose a sonidos más sureños gracias a la mano de Ramón Arroyo, para mí uno de los mejores guitarristas de este país. Además, la letra es marca de la casa: las frecuentes bajadas de Enrique Urquijo a los infiernos de la droga, sus historias de desamor, y su incapacidad para hallar una estabilidad emocional, protagonizan esta canción, y el resto, con esa habilidad que tenía el malogrado cantante para estrujarte el corazón.

El siguiente tema ya abraza de lleno la música americana: ritmos rockabillies para Cerrar los bares, otra historia de desamor donde destaca la batería de Steve Jordan en el corte más acelerado del disco. Y para cerrar la cara A, Sin dirección, el que fue primer sencillo, y que me llevó de cabeza a la tienda a comprar el disco en cuanto la escuché unas cuantas veces por la radio (¿cuándo fue la última vez me pasó eso?) 

La cara B no puede empezar mejor: puro rock'n'roll en el tema que da título al álbum, El primer cruce, con una instrumentación impecable (muy bueno el bajo de Nacho Lles aquí) y ese amor imposible a lo Romeo y Julieta. Y luego, un clásico no ya sólo de Los Secretos, sinó de todo el pop-rock español. Una ranchera capaz de estremecer las entrañas al más pintado, y que miles de jóvenes de mi generación hicimos nuestra cuando la chica de turno nos dejó (¿Te suena, Pep?): Quiero beber hasta perder el control.

Y como guinda del pastel, San José, un pedazo de instrumental donde Ramón Arroyo y Álvaro Urquijo vuelven a salirse con guitarras a dos voces, y con una cadencia que te transporta a tierras fronterizas. Eran tiempos de sonidos a lo Mark Knopfler y sus Dire Straits, y los madrileños supieron estar a la altura.

Una delicia de trabajo, pues, que como mini-LP se publicó sólo en vinilo, ya que en sus posteriores ediciones digitales se añadió como bonus al Continuará (1987), del cual nos ocuparemos en breve.

martes, 25 de junio de 2013

Curiosidades del mundo animal III

Ya hablé de esta banda hace unos años, pero me apetecía incluirla en la sección Curiosidades del mundo animal por varias razones: Primera, porque acaban de publicar nuevo álbum. Segunda, porque tanto su nombre como el título de este álbum tienen referencias zoofílicas, lo cual casa mucho con la sección. Y por último, porque son una panda de frikazos de lo más curioso. Hoy nos ocupamos, pues, de El Reno Renardo y su último trabajo, Babuinos del Metal (2013).

¿Cómo definir a estos bilbaínos? Pues así, a bote pronto, sería una mezcla entre Megadeth y Los Mojinos Escozíos: metal contundente en lo musical, letras coñonas e irreverentes en lo lírico. Sólo hace falta dar un vistazo a los temas que componen su reciente publicación para pillar de qué va la historia. El disco empieza con Típica Intro, para continuar con Game Over, un homenaje a los videojuegos de los años 80 ("Me convalidaron la mili por acabarme el Combat School"). Ahí están también No Hay Huevos ("No hay huevos / de jugar al Twister con Carmen de Mairena"), Majestad Cuidado Con La Gravedad ("Su nieto Froilán ya no es un churumbel / es un hombretón / se ha hecho un piercing en el pie"), Festival ("Vas a un lugar más allá de Mordor / que no sale en Google Maps (...) La superficie de Marte / al lado de esto es Disneyland"), Orcos de Mordor ("Sois más heavies que Satán / más feos que Barragán")... y otras barbarides a cual más esperpéntica. Incluso hay lugar para una balada dedicada a Leia ("Chewbacca ve a morder un palo / o a comerte tu Dog Chow / que ya me estoy poniendo palot / con esta tía al lao") y para una especie de instrumental llamada Fibergran, orquestando aquel surrealista y ya mítico momento radiofónico de Carlos Pumares.



Y así, hasta 16 temas completamente histriónicos, que roban solos y ritmos a Metallica, Guns'n'Roses o Queen, entre otros. O, mejor dicho, toman prestado, ya que El Reno Renardo ofrece de forma gratuita todos sus discos en su página web. Yo aconsejo encarecidamente su descarga y escucha: estos descerebrados no van a pasar a la Historia del metal, pero son capaces de arrancar una carcajada al más circunspecto.


Otras curiosidades del mundo animal:

  1. Diablo Swing Orchestra
  2. Beatallica

lunes, 17 de junio de 2013

Vuelven Truth & Salvage Co.

Buenas noticias desde Carolina del Norte: tras casi 4 años de silencio discográfico, Truth & Salvage Co. están a punto de publicar el que será su segundo álbum. La fecha de lanzamiento es el 23 de julio de 2013, y el trabajo llevará por título Pick Me Up.

¡Cuánto disfruté con el debut de este grupo de rock sureño y country! Fue uno de los discos que más escuché en 2010, y lo voy recuperando a menudo para volver a engancharme a las pegadizas melodías de los carolinos estos. Una banda muy peculiar, ya que goza ni más ni menos que de cuatro cantantes, que igual se reparten las tareas vocales como las acometen al unísono. Su mentado y homónimo primer trabajo contó con la producción del cuervo negro por excelencia, Mr. Chris Robinson, mientras que para esta continuación han contado con Jon Ashley en la producción, y con Bill Reynolds (de The Band of Horses) en la mesa de mezclas, según reza su web oficial.

Así que estaremos esperando este lanzamiento con las orejas bien abiertas, confiando que alcance las cotas de calidad de su predecesor. De momento, el pedacito de canción que han colgado en YouTube no suena nada mal...



viernes, 24 de mayo de 2013

The Quireboys en Apolo 2


Miércoles, 8 de mayo de 2013. La 2 de Apolo, Barcelona. Como el día siguiente es laborable, el concierto empieza pronto, a las 21.40, cuando fuera aun no ha oscurecido del todo. En la sala, buena entrada y un calor infernal, que se acrecienta al ver a Spike ataviado con camisa de manga larga, chaleco, casaca y el inefable pañuelo en la cabeza. Y además, los bolos de The Quireboys no se caracterizan precisamente por su frialdad, así que se augura una velada calentita.

Empieza el show con Tramps and Thieves, de su segundo trabajo Bitter Sweet and Twisted. Es un espejismo, claro: a continuación suenan There She Goes Again y The Misled, los dos primeros de la que será una larga lista de temas pertenecientes a su disco más famoso y celebrado, A Bit of What You Fancy. Luego, Too Much of A Good Thing, presentación del que será su próximo álbum, Beautiful Curse, para inmediatamente volver a los clásicos del A Bit...: Roses and Rings y Whippin' Boy.

Como no podía ser de otra manera, ya que llevan casi un cuarto de siglo defendiéndolas en directo, las canciones suenan poderosas, bien engrasadas, impecables. Y Spike, pese a los años y una cojera recién estrenada, sigue siendo un frontman alucinante, dejándose la piel y transmitiendo un buen rollo contagioso. Mucho C'mon!, mucho Uh Yeah!, y un ambiente festivo y rockero que no decae con el paso de los lustros.

Atacan Mona Lisa Smiled, del Homewreckers and Heartbreakers y This Is Rock'n'Roll, del disco homónimo, para volver con Hey You, el que fue single de presentación de su debut. A continuación, otro tema inédito, Mother Mary (para mí, mejor que el Too Much of a Good Thing mencionado anteriormente), y de vuelta al A Bit...: Sweet Mary Ann, 7 o'clock y la balada I Don't Love You Anymore.

Y para terminar, los bises, a cargo de I Love This Dirty Town (del Homewreckers...) y, como no podía ser de otra manera, Sex Party (¿adivináis de qué disco?). Fin de fiesta tras 80 minutos, que pasaron en un santiamén y que dejaron al respetable con ganas de más rock'n'roll.


 
En definitiva, un buen concierto para los amantes de la banda, y se disculpa la corta duración por el estado físico de Spike que, incapaz de tomárselo con calma, bailaba a la pata coja. Eso sí, un repertorio demasiado predecible ya que, en mi opinión, The Quireboys tienen una discografía más que digna, y basar los conciertos en su primer LP (del cual eran 9 de los 15 temas que sonaron) dan poco espacio para la sorpresa. Pero en fin, hay que reconocer que, aunque asistimos al mismo espectáculo que en las anteriores visitas de los londinenses y muy probablemente las futuras, los que allí estábamos amamos el A Bit of What You Fancy, y si son canciones que no te cansas de escuchar en disco, ya no digamos en directo. Aunque la verdad, que hubieran apostado por Debbie o King of New York en lugar de Sweet Mary Ann o I Don't Love You Anymore, o que hubieran colado alguna versión de The Faces, por ejemplo, no hubiera estado nada mal. 

jueves, 9 de mayo de 2013

La absolución de Carla

Hay cosas imperdonables. Que Carla Bruni, la bella Carla, modelo sin parangón, antaño protagonista de húmedas fantasías de adolescentes, y artífice de esa maravilla que fue Quelqu'un m'a dit (2003), se casara con Nicolás Sarkozy, aciago presidente de Francia y representante de la derecha más recalcitrante de su país (si no contamos a los impresentables del FN, claro) es una de ellas. Que en su último disco, Little French Songs (2013) dedique una canción al mentado Sarkozy, humanizándolo, y otra ridiculizando al que le arrebató la presidencia del país, el socialista François Hollande, también tiene delito. Y que incluya un ejercicio de pedantería relatando sus experiencias en casa de Keith Richards y su antigua novia Anita Pallenberg allá por los años 70, ya es el colmo de los colmos.

Pero claro, uno va oyendo el disco, y va sintiendo como la voz susurrante de Carla le va acariciando la nuca. Con esos aires de chanson, con ese sabor a blues añejo, con esos sonidos robados al jazz, con esa simplicidad que parece tan fácil y es tan y tan difícil... Además, las canciones mencionadas, Mon Raymond, Le Pingouin y Chez Keith et Anita respectivamente, son de lo mejorcito del álbum, verdaderas joyitas donde notas que la exprimera dama se lo está pasando en grande, y transmite esa alegría, ese buen rollito, ese "esto lo hago yo porqué disfruto haciéndolo". Y mira, uno va dejando de lado el rencor, los reproches, el haberse pasado al enemigo, y no puede hacer más que cerrar los ojos y dejarse mecer por la voz ronroneante de Carla la traidora, Carla la pérfida, pero también Carla la sensual y magnética que nos estremeció hace 10 años con su álbum de debut, y que vuelve a hacerlo con este Little French Songs. Así que, misericordioso que es uno, decide perdonar lo imperdonable, olvidar viejas rencillas, y caer rendido a los pies y, para que nos vamos a engañar, también a las infinitas piernas, de Carla Bruni. Si es que, en el fondo, somos unos santos...

viernes, 19 de abril de 2013

Parecidos razonables II

Gracias al blog Rock & Soul me entero que el tándem Hart-Bonamassa van a publicar un nuevo disco de versiones, después de la fructífera primera experiencia que resultó ser Don't Explain (2011). El nuevo trabajo se llamará Seesaw, saldrá a la luz el 21 de mayo, y contendrá revisiones de temas de Billie Holiday, Tina Turner, Lucinda Williams o Melody Gardot, que repite protagonismo al ser ya versionada en Don't Explain, pese a su juventud y aun corta discografía.


La portada de Seesaw también se ha dado a conocer, y el homenaje a otro clásico, curiosamente no versionado en el disco, es evidente. Efectivamente, el diseño es una reinterpretación de la portada de aquel maravilloso Live at the Regal (1965) del gran B.B. King. Ya que el  rey del blues no aparece en forma de canción, al menos se le hace referencia en el cover art.

O eso, o al diseñador le va más el plagio que al negro de Ana Rosa Quintana, claro...

Otros parecidos razonables:

- Oli Brown y Jonny Lang

sábado, 6 de abril de 2013

Discos que no te salvarán la vida III

Tercera entrega de la sección Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día. Vamos allá, ¿no?

Rock'n'Roll Animal (2012), de Gene The Werewolf. Descubrí a este tío gracias un post de Sammy el Sucio, y la verdad es que lo estoy pasando en grande con su último disco. Gene el Hombre-Lobo suena a Def Leppard, a AC/DC, a David Lee Roth..., así que en clase no le van a poner un 10 en la asignatura de Originalidad. Pero sí va a ser el más buscado de la hora del patio, porque sus temas suenan frescos, desenfadados y cachondos, y a la tercera escucha ya no te puedes quitar de la cabeza el adictivo estribillo de I Only Wanna Rock'n'roll. ¡Zenkius, Sammy!

 
 
 
Vise Le Ciel (2012), de Francis Cabrel. Después de cuatro años desde su fantástico último trabajo, Des roses et des orties (2008), el que es mi cantaautor francés favorito publicó nuevo álbum el pasado 2012. En esta ocasión, se trata de un disco compuesto íntegramente por versiones de temas de su idolatrado Bob Dylan. No soy muy seguidor yo del de Minnesota, pero algunas de sus mejores canciones pasadas por el tamiz de Cabrel son, como mínimo, interesantes. Una buena forma, pues, de revisitar desde una perspectiva diferente a monsieur Zimmerman.




In Time (2013), de The Mavericks. Toda una sorpresa el regreso de The Mavericks a la escena musical, tras su disolución hace diez años, y con su líder Raul Malo forjándose una digna carrera en solitario. Pero los de Florida han vuelto, y su retorno bebe cada vez más de las tierras que se extienden al sur del río Pecos. Si estos primos-hermanos de Los Lobos siempre han hecho gala del mejor Tex-Mex, en In Time incorporan más sonidos latinos, y cada vez encontramos menos guitarras y más trompetas, trombones, acordeones y ukeleles. Un fantástico y soprendente come-back, que hace olvidar aquel prescindible The Mavericks (2003) que pareció sepultar su carrera hace una década.


Otros discos que no te salvarán la vida:

I) Gun, Matchbox Twenty y The Dirty Pearls.
II) Rick Springfield, Hinder y Carminho.

lunes, 25 de marzo de 2013

Un poquito de rock'n'roll

No, que nadie se confunda, el título del presente post no hace referencia a Un pokito de rock'n'roll (2012), el horrendo último disco de la cantante Bebe.

¡Ay, qué penita de chica! Me gustó su primer trabajo, aquel Pafuera Telerañas (2004), con temas punzantes y pegadizos como los ya clásicos Malo o Ella. Pero desde entonces, María Nieves Rebolledo Vila, que así se llama en realidad la moza, no da pie con bola. Su siguiente álbum, Y. (2009), lo encontré simple y llanamente insoportable: cualquier oportunidad en forma de escucha que le di se transformó en una decepción. Y a pesar de todo, iluso de mí, el nombre de su lanzamiento de 2012, que prometía tintes rockeros, me hizo albergar ciertas esperanzas. Esperanzas que resultaron vanas, claro, ya que el disco tiene tanto de rock como Kreator de flamenco-pop.

Lo que pasa es que me hacía gracia colgar este vídeo de Sheryl Crow marcándose eso, un poquito de rock'n'roll, y quería hacerlo sin que me viniera a la cabeza el engendro de la extremeña. Pero mira, no ha podido ser. En fin, niña, que rock'n'rollear es esto. Toma nota.

jueves, 14 de marzo de 2013

jueves, 7 de marzo de 2013

Searching for Sugar Man

El fin de semana pasado vi Searching for Sugar Man, que fue galardonada con el premio al mejor documental en la pasada edición de los Oscar, y que cuenta la historia de un cantante de folk de principios de los 70 cuyos dos discos tuvieron nula repercusión en sus Estados Unidos de origen, pero un éxito arrollador en Sudáfrica.

¡Qué pasada de película! No quiero hablar mucho de ella, para no desvelar alguna de las muchas sorpresas que va ofreciendo a los que, como yo, no hayan oído hablar del cantante en cuestión. Solo decir que, en un momento dado, todo me parecía tan increíble que tuve que darle al Pause, y consultar en la Wikipedia si lo que allí se narraba era cierto. ¡Y sí, lo era!

Me muerdo la lengua, pues, y os recomiendo encarecidamente su visionado. Ya me contaréis...

sábado, 2 de marzo de 2013

Mi primer mecenazgo

Hace unos meses, el necesario blog de Víctor Alfaro Al caer el sol se hacía eco de una propuesta que me pareció interesante: Luis Ramiro pretendía financiar su próximo álbum mediante crowdfunding. Soy un admirador del trabajo de este cantautor, como ya he comentado varias veces en Bourbon Street Online, así que me sumé al proyecto, e hice la que ha sido mi primera donación a iniciativas de este tipo.

El resultado ha sido muy satisfactorio: el artista ha ido informando a los donantes sobre la realización del que es su cuarto trabajo en estudio: lo anunció cuando se alcanzó la cantidad necesaria para costearlo; nos comunicó en exclusiva el título, portada y track list definitivo; colgó un par de los temas grabados... Y esta semana nos ha enviado el álbum en MP3, días antes que esté disponible en tiendas físicas y online. Así que, más que limitarme a comprar el disco, la experiencia me ha hecho participe de parte de su producción.

En definitiva, que auguro que no será la última vez que me una a una empresa de tales características, si considero que el autor y el proyecto valen la pena. Además, estoy la mar de feliz con mi copia de El monstruo del armario (2013), que así se llama la criatura, al cual le he dado ya un par de escuchas y que me está pareciendo muy prometedor. A ver si cuando lo tenga más trillado hago la correspondiente crónica.

martes, 19 de febrero de 2013

Esperando el sol (de jade)

A través de su página de Facebook (donde ya han colgado un par de temas nuevos), me entero que Jaded Sun están a punto de publicar nuevo álbum. Aplauden mis orejas pues, ya que esta banda irlandesa es una de mis preferidas de las etiquetadas como Led Zep Revival (etiquetadas por mí, claro, ya que me acabo de inventar la denominación). Hay que reconocer que estos lorenzos se toman su tiempo entre LP y LP, ya que su primer larga duración, Gypsy Trip, data ni más ni menos que de 2008. Pero es que, al parecer lo suyo son los tragos en vaso corto: hasta la fecha, su discografía la completan tres EPs: Raw (que no he escuchado), Falling on the Fears (que es una auténtica maravilla), y Whiskey Drinker (que tampoco se queda corto).


Así que vamos a ver qué tal este nuevo trabajo, si cumple con mis expectativas (que ya aviso que son altas). Seguiremos informando.

Nota mental: He de dejar de poner tantos comentarios entre paréntesis en mis escritos (¡pero ya!).

miércoles, 6 de febrero de 2013

Discos que no te salvarán la vida II

Segunda entrega de la sección Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día. Hoy con una recomendación de pop-rock, una de sleaze, y una de world music.

Songs for The End of The World (2012), de Rick Springfield. El mundo no se terminó en 2012, pero si lo hubiera hecho a Rick Springfield le hubiera pillado facturando uno de sus mejores discos de su ya dilatada carrera. Lejos quedan los tiempos de Jessie's Girl y del Rick ídolo de adolescentes. No es que ahora sea Rob Zombie, pero el rock que hace, aunque con tintes pop, es más que convincente. Songs for The End of The World (2012) suena fresco, desacomplejado, y regala alguna que otra sorpresa, como la versión del tema de Paul McCartney y sus Wings, Jet. Un buen disco que transmite alegría y buen rollito.



Welcome to The Freakshow (2012), de Hinder. Del primer disco de Hinder, Extreme Behavior (2005), AllMusic.com dice: "Revive los simplones riffs y la estúpida misoginia de los álbumes de 2001 de Puddle of Mudd y Nickelback". "Como un estéreo sonando en el cuarto de las cervezas, es solo un parloteo de palabrotas y cotorreo de guitarras eléctricas desafinadas. Austin Winkler suena como un borracho cantando a duo con Chad Kroeger". "Winkler ni siquiera tiene la clase para aparentar que suena cool". "Hinder son tan atrozmente sosos que no atraen a los fans de la música, sinó a los fans del choca esos cinco". ¡Y eso, del que Allmusic.com considera el mejor disco de la banda! Siete años y tres discos después, las lindezas que les dedican en sus críticas no hacen sino recrudecerse. Y sin embargo, Hinder tienen multitud de seguidores en los USA, y sus trabajos son entretenidos y desenfadados. Su último disco, Welcome to the Freakshow (2012) vuelve a caer en todos los tópicos del sleaze fiestero, pero divierte tanto como sus antecesores, provoca, y sigue levantando las iras de AllMusic.com, que lo puntua con una mísera estrella y media sobre cinco. No hay que hacerles demasiado caso, pero: recordemos que al Spice (1996) y al Spiceworld (1997) de las Spice Girls les da 4 estrellas y media.



Alma (2012), de Carminho. No solo de rock vive el hombre, al menos el hombre que perpetra este blog. Como ya conté, en mi viaje del año pasado a Oporto me quedé con las ganas de asistir a un concierto de fado, así que al volver me hice con este Alma (2012), segundo y hasta la fecha último disco de Carminho. La cantante lisboeta revitaliza el género gracias a una voz prodigiosa que es capaz de estremecer al más pintado. Además, la elección del repertorio es excelente: Alma lo componen clásicos del fado, revisiones de canciones tradicionales, y temas propios, incluyendo Bom Dia, Amor, basado en un poema de Fernando Pessoa. Una delicia de disco que ha vendido un porrón de unidades en el país vecino.



Otros grupos que no te salvarán la vida:

I) Gun, Matchbox Twenty y The Dirty Pearls.