Hace unos meses se estropeó el reproductor de cinta del
radiocassette de mi coche. Este incidente, que en
la era del MP3, el wi-fi y el bluetooth puede parecer una nimiedad, ha supuesto para mí un pequeño drama cotidiano. Y es que allí era donde
conectaba mi iPod, usando una de esas cintas con un jack que
convierten la señal del reproductor de MP3 para que puedan ser
escuchadas en un reproductor de cassette. Y como mi antidiluviano
automóvil no tiene cargador de CDs, ni mucho menos algún sistema
inalámbrico de conexión, me he quedado con la radio como la única manera
de escuchar música mientras conduzco, lo cual últimamente y por razones
que no vienen al caso, tengo que hacer más a menudo de lo que me
gustaría.
Ya
despotriqué en un lejano post de 2007 de las emisoras nacionales de por aquel
entonces, y hasta hace bien poco el panorama no había mejorado mucho.
Así que, ahí me teníais, sentado al volante, saltando de cadena en
cadena, y pasando del reggaeton de Radio Merengue al flamenco-pop de RTT, y de los debates neoliberales de la COPE a las letanías de Radio María... Un panorama, vaya.
Pero un día, en mi fútil deambular por el dial,
apareció una emisora de la cual no tenía noticia. Se trataba de RockFM,
una radio que emite precisamente eso: rock. Huelga decir que se
ha convertido en mi estación de referencia, y la escucho casi siempre que
subo al coche, exceptuando alguna franja puntual en que busco noticias.
¡Qué gozada, volver a conducir escuchando a AC/DC o a Led Zeppelin! Y es que
RockFM emite principalmente los temas más clásicos de las bandas más
clásicas. Es imposible contar cuantas veces suenan Run to the Hills de Iron Maiden, Livin' on a Prayer de Bon Jovi, Sweet Child O'Mine de Guns n'Roses o Nothing Else Matters de Metallica...
Esa es quizás una de las pegas que se le pueden encontrar a la emisora,
que abusan de las canciones más conocidas de los grupos y dan poca
cancha a temas menos trillados, lo cual para mí sería un acierto. Otro
"pero" que le encuentro es que no hacen demasiado o ningún caso a los
nuevos grupos de hard rock, como a los de la hornada escandinava o a gente como los irlandeses The Answer, los británicos The Darkness o los estadounidenses Foxy Shazam. Y por último, que de vez en cuando se les escapan algunos temas que yo no calificaría de rock, como el Sounds of Silence de Simon & Garfunkel, el Roxanne de The Police o el... bueno, o cualquiera de U2.
Pero en general, todo un soplo de aire fresco en el
claustrofóbico espectro español. Y es que, como reza una de sus cuñas,
han tenido que pasar 90 años desde la primera emisión radiofónica en
España para que haya una emisora dedicada al rock. Esperemos que dure y que, puestos a soñar, sea la primera de muchas. Mientras tanto, Long Live Rock...FM