De viaje con Juan Perro
Todo esto y mucho más cabe en Río negro (2011), el último disco de Juan Perro, y su primer trabajo desde aquel glorioso Cantares de vela de 2002. Y sin embargo, a pesar de haberse publicado a principios de año, no ha sido hasta hace escasos días que me he enterado de su existencia.
¿Por qué motivo tan magna obra me había pasado desapercibida? ¿Es culpa de la Industria, o de lo que queda de ella, por no hacer la suficiente promoción? ¿Del propio Juan Perro, por no haberse prodigado más por los medios? ¿De los medios, por no disponer de espacios dedicados a la música? ¿De la audiencia, por no demandar programas de este tipo? ¿Culpa mía, por mirar más al otro lado del Atlántico que a lo que se hace por nuestros lares?
Sea como fuere, es una lástima que se nos puedan pasar joyas como ésta: un auténtico viaje por el mapa sonoro de los albores de la música afroamericana, cuando la polirritmia africana se fusionó con las melodías e instrumentos de los primeros europeos que llegaron al centro y norte de América. Un ejercicio de experimentación honesto, cautivador e imprescindible a cargo de uno de los mejores músicos de la escena nacional. Una gozada este Río negro, que merece la pena ser navegado, de arriba a abajo, de abajo a arriba, una y otra vez.