miércoles, 29 de septiembre de 2021

Santiago Campillo en La Traviesa

 


La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 26 de septiembre de 2021. Sinceramente, no tenía demasiadas esperanzas puestas en el concierto de Santiago Campillo, el que fue guitarrista y uno de los miembros fundadores de M Clan. Le había perdido la pista desde que publicó, hace más de una década, un dignísimo disco titulado En la calle (2009), que recordaba los dos primeros grandes trabajos del grupo que le dio la fama. Pero al escuchar, unos días antes del domingo, su último álbum A cara o cruz (2018), encontré puro rock urbano, muy en la línea de Leño o Rosendo. Un estilo que, sin disgustarme del todo, no es de mis preferidos.

Pero... ¡qué demonios! En el bolo del pasado domingo sonaron algunos de los temas de ese disco, sí, pero sobre todo fue una explosión de rock añejo y blues, gracias a sublimes versiones de clasicazos de B.B. King, ZZ Top y Muddy Waters, entre otros. La formación habitual que presenta el murciano es la de power trío, pero a Torredembarra se trajo al fabuloso teclista Julio Lobos, afincado al parecer en este pueblo de la Costa Dorada. También se unieron a la fiesta otros invitados: el armonicista David el Indio, y el tío que lleva las guitarras a Campillo, que puso la voz en una vibrante cover de Highway to Hell. ¿Y cómo se mantiene arriba un show tras el subidón que siempre supone tocar AC/DC? Pues ni más ni menos que con una reinterpretación de Voodoo Chile de 20 minutos, donde Santiago presentó a la banda, todos los miembros tuvieron su momento de gloria en forma de solo, y el virtuoso guitarrista se lució a las 6 cuerdas, además de pasearse entre el respetable haciendo gritar a su guitarra y estallar a La Travi. La juerga rockera concluyó con dos temas de M Clan, Donde el río hierve y Un buen momento, y como broche final, versionaza del setentero Sábado en la noche, original de Moris, popularizado por Miguel Ríos en su mítico Rock & Ríos, y coreado a voz en grito por todos los asistentes.

Otra noche de gloria en La Traviesa. Y van...

jueves, 9 de septiembre de 2021

Matt Woods en La Traviesa

 

La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 5 de septiembre de 2021. Hace unos tres o cuatro años cogí el hábito de dejarme caer cada domingo que podía por La Traviesa, a terminar la semana tomándome una cerveza y disfrutando del concierto de turno. No importaba el grupo que tocara (la chica que lleva el local tiene un ojo tremendo para la contratación, y la inmensa mayoría de los bolos que vi fueron fabulosos): yo me plantaba allí a las 20.30h de la noche, lloviera o nevara: era mi momento.


El maldito virus truncó todo eso, qué os voy a contar, y cuando a principios de este verano por fin regresaron los conciertos al garito más mítico de la Costa Dorada, obligaciones familiares varias (y algún que otro viaje) hicieron que no pudiera retomar tan sana costumbre. Hasta el pasado domingo, cuando, a pesar de tener planificado un fin de semana bastante agotador, decidí volver a mi amada Travi.

Aforo completo (aunque reducido, claro) en el enorme jardín para ver, en primer lugar, a un grupo de versiones llamado En nom de dona, donde una talentosa cantante versionó temas de grandes divas del  rock y el blues como Janis Joplin, Etta James o Big Mamma Thornton.

Y en segundo lugar, las estrellas de la noche, Matt Woods and the Natural Disasters. Música 100% yankee a cargo de este trovador de Tennessee, que en su gira europea tuvo a bien dejarse caer por este rincón de mundo que es Tarragona. Woods, ataviado con una camiseta negra donde se leía America: I love but you're freakin' me out, y sus tres músicos defendieron con solvencia y oficio sus canciones muy influenciadas por grandes de la americana como Seger, Springsteen y Bingham. Y eso que, como ya he dicho alguna vez en este blog, las medidas anticovid no son las más propicias para este tipo de eventos. Pero los discos de este hasta la fecha desconocido cantante (desconocido para mí, claro) son realmente buenos.
 
Así que otra buena velada de rock'n'roll que anotar en el haber, a pesar de mi cansancio, que me hizo apalancarme en una de las sillas cercanas al escenario, e irme antes de que terminara. Pero lo más importante: haber vuelto a La Traviesa. Ahora falta saber si en otoño seguirán los conciertos en el jardín, si los harán en el interior del local como antes, o si, horror, tendremos que esperar hasta el verano que viene para volver a disfrutar de música in live. Dios no lo quiera.