Tras los pasos de Nina Simone
Se acabaron los días de vacaciones, 15 de los cuales los hemos pasado cerca de Nijmegen,
ciudad holandesa a escasos kilómetros de la frontera alemana.
El libro
que me llevé al viaje y leí durante esas dos semanas fue I Put a Spell on You, la autobiografía de Nina Simone, publicada en 1992. Interesantísima la vida de esta leyenda del blues,
con una infancia dura (como la de todos los niños de color que nacieron
durante la gran depresión) y que llegó a superestrella del género un
poco por casualidad, ya que iba para pianista clásica. Una mujer con una
personalidad y una fuerza arrolladoras, muy implicada en la lucha por
los derechos civiles de los negros y con una vida de lo más agitada.
Me
ha sorprendido del libro que, a diferencia de lo que suele ser habitual
en las biografías de músicos, Nina habla poco de artistas que le
influenciaron, productores, estudios, compositores, del proceso
creativo... Pero a cambio, sí se desnuda en el terreno emocional, y
cuenta sin tapujos sus ilusiones, sus miedos, su vida sentimental y
sexual, sus creencias religiosas e incluso místicas. Aunque hay que
decir que, al ser la autora (coautora, de hecho), a menudo suaviza o directamente se
sacude las culpas de ciertos temas incómodos, como sus problemas con el
fisco o la ruptura con su marido y manager, u obvia ciertos temas importantes, como el trastorno bipolar del que fue diagnosticada a finales de los ochenta.