Blues is alive and well
Vuelvo al modern electric blues
(aunque en realidad nunca lo había abandonado del todo), y me llena de
satisfacción descubrir que el género sigue Still
Alive and Well, parafraseando al gran Johnny Winter. Tres
han sido los principales artífices de los grandiosos momentos que me está dejando este
come back.
Ya hablé de Oli Brown a
propósito de su ópera prima (Open Road, 2008). Desde
entonces este jovenzuelo ha publicado dos nuevos discos: Heads I
Win Tails You Lose (2010) y Here I Am (2014) que son sendas maravillas, sobretodo el último. Además, el británico capitanea una
explosiva banda de power-blues llamada RavenEye que
tengo poco oída, pero que por lo poco que he escuchado
me recuerda a sus compatriotas The Brew.
También de las Islas Británicas nos
llega Laurence Jones: otro mocoso que, con solo 23 años, está
haciendo un blues-rock de alto octanaje. Una delicia sus
discos que he escuchado hasta la fecha, Temptation (2014) y su
reciente What's It Gonna Be (2015), que tiene temazos como este Touch
Your Moonlight.
Y por último, el descubrimiento del
año para el que suscribe: Ty Curtis, un guitarrista de Oregon
con un estilo a caballo entre el blues melódico de Eric
Clapton y el enérgico de Stevie Ray Vaughan. Cinco
álbumes componen su discografía, tres con la Ty Curtis Band:
Stubborn Mind (2006),
Down on My Luck (2008) y Cross That Line (2010); y dos
en solitario: Ty Curtis (2012) y Water under The Bridge
(2014). Los he escuchado hasta la saciedad durante los últimos meses, y me hace
preguntarme porqué demonios nunca antes había oído hablar de este tío,
ya que todos y cada uno de ellos son geniales.
Así que mi regreso al blues
eléctrico no podía haber sido mejor, y por lo que parece, tenemos
cantera para rato. Que no pare.