domingo, 27 de abril de 2014

Pause

Hace días que no escribo en el blog, aunque no ha sido por falta de ganas: resulta que llevo desde Jueves Santo sin línea fija ni Internet en casa, todo gracias al "estupendo" servicio técnico de Movistar. Tras 4 incidencias entradas, realizar varias llamadas al 1004, recibir no sé cuantas de técnicos asegurando que lo solucionarían en un máximo de 28 horas, un buen puñado de SMS que me dicen "estamos en ello", y varias encuestas telefónicas realizadas por máquinas en las que me piden que puntúe de 0 a 9 el soporte recibido (¡y con qué ganas pulso el número "0"!), la realidad es que, 10 días después de reportar por primera vez el problema,sigo sin teléfono ni datos, ni vislumbro una solución a corto plazo. En fin, es lo que tienen los monopolios: que se pueden permitir el lujo de funcionar como el culo, y nosotros los clientes, a aguantarnos y a seguir pagando, si no quieres quedarte sin servicio "forever and ever" y entrar en una lista de morosos. ¡Viva Telefónica de España!

Tras la pataleta, decir que se han quedado algunos posts en el tintero que me hubiera gustado publicar, como un pequeño homenaje al más grande entre los grandes, Gabriel García Márquez, y alguna otra cosilla que tenía pensada. Pero esos escritos tendrán que esperar, ya que este año avanzamos unos meses las vacaciones y el obligado viaje anual. Así que en un par de de días cogemos un avión y nos quitamos de en medio una temporadita., Por tanto, pulsamos el Pause en Bourbon Street Online, y a la vuelta regresaremos por este blog a dar la vara. Si Timofónica, Vomistar, o como queráis llamar a esa empresa privatizada para beneficio de pocos y penuria de muchos, tiene a bien, claro.


martes, 15 de abril de 2014

Así fue cómo conoció a la madre

Bueno, se acabó. Después de 9 temporadas y más de 200 capítulos, la semana pasada se supo cómo Ted Mosby, el protagonista de Cómo conocí a vuestra madre, conoció a la madre de sus hijos. Fue un capítulo final emocionante, y con una gran sorpresa final que, según he leído por ahí, causó gran revuelo entre los tuiteadores americanos mientras se estaba emitiendo. Como era de esperar, el giro tuvo detractores y defensores, entre los últimos de los cuales me incluyo. La verdad, esperaba un happy ending más al uso y previsible, dado el tono ligero habitual de la serie, así que el final agridulce en un principio me descolocó, pero luego le encontré el punto y me pareció ocurrente e inesperado.


Aunque en sus capítulos iniciales, hace 9 años ya, me pareció una imitación descarada de Friends, he de reconocer que pronto me enganché a How I Met Your Mother. Sus continuos flash-backs y flash-forwards, su acertado montaje, y sus recreaciones subjetivas de una misma historia dependiendo de quién la contara, le confirieron un estilo muy personal e inconfundible que la diferenciaron de otras sit-coms. Todo eso, unido al acierto de sus personajes, en especial al irresistible Barney -un gurú, un modelo a seguir, un líder espiritual-, han convertido a la comedia en una de las más entretenidas y exitosas de los últimos años. Así que echaré de menos a estos cinco new-yorkers, y permaneceré atento a un posible spin-off, How I Met Your Dad (Cómo conocí a vuestro papá), que al parecer se está fraguando en los estudios hollywoodienses.

Por cierto, la canción que suena mientras Ted conoce a "la madre" es una versión de Downtown Train interpretada por Everything But The Girl. Aunque, la verdad, yo me quedo con la original de Tom Waits o con ésta, a cargo de Rod Stewart: