Bueno, se acabó. Después de 9 temporadas y más de 200 capítulos, la semana pasada se supo cómo Ted Mosby, el protagonista de Cómo conocí a vuestra madre,
conoció a la madre de sus hijos. Fue un capítulo final
emocionante, y con una gran sorpresa final que, según he leído por ahí,
causó gran revuelo entre los tuiteadores americanos mientras se estaba
emitiendo. Como era de esperar, el giro tuvo detractores y defensores,
entre los últimos de los cuales me incluyo. La verdad, esperaba un happy ending
más al uso y previsible, dado el tono ligero habitual de la serie, así
que el final agridulce en un principio me descolocó, pero luego le
encontré el punto y me pareció ocurrente e inesperado.
Aunque en sus capítulos iniciales, hace 9 años ya, me pareció una imitación descarada de
Friends, he de reconocer que pronto me enganché a
How I Met Your Mother. Sus continuos
flash-backs y
flash-forwards,
su acertado montaje, y sus recreaciones subjetivas de una misma
historia dependiendo de quién la contara, le confirieron un estilo muy
personal e inconfundible que la diferenciaron de otras
sit-coms.
Todo eso, unido al acierto de sus personajes, en especial al
irresistible Barney -un gurú, un modelo a seguir, un líder espiritual-,
han convertido a la comedia en una de las más entretenidas y exitosas de los últimos años. Así que echaré de menos a estos
cinco
new-yorkers, y permaneceré atento a un posible
spin-off,
How I Met Your Dad (Cómo conocí a vuestro papá), que al parecer se está fraguando en los estudios hollywoodienses.
Por cierto, la canción que suena mientras Ted conoce a "la madre" es una versión de
Downtown Train interpretada por
Everything But The Girl. Aunque, la verdad, yo me quedo con l
a original de Tom Waits o con ésta, a cargo de Rod Stewart: