Discos que no te salvarán la vida II
Segunda entrega de la sección Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día. Hoy con una recomendación de pop-rock, una de sleaze, y una de world music.
Songs for The End of The World (2012), de Rick Springfield. El mundo no se terminó en 2012, pero si lo hubiera hecho a Rick Springfield le hubiera pillado facturando uno de sus mejores discos de su ya dilatada carrera. Lejos quedan los tiempos de Jessie's Girl y del Rick ídolo de adolescentes. No es que ahora sea Rob Zombie, pero el rock que hace, aunque con tintes pop, es más que convincente. Songs for The End of The World (2012) suena fresco, desacomplejado, y regala alguna que otra sorpresa, como la versión del tema de Paul McCartney y sus Wings, Jet. Un buen disco que transmite alegría y buen rollito.
Welcome to The Freakshow (2012), de Hinder. Del primer disco de Hinder, Extreme Behavior (2005), AllMusic.com dice: "Revive los simplones riffs y la estúpida misoginia de los álbumes de 2001 de Puddle of Mudd y Nickelback". "Como un estéreo sonando en el cuarto de las cervezas, es solo un parloteo de palabrotas y cotorreo de guitarras eléctricas desafinadas. Austin Winkler suena como un borracho cantando a duo con Chad Kroeger". "Winkler ni siquiera tiene la clase para aparentar que suena cool". "Hinder son tan atrozmente sosos que no atraen a los fans de la música, sinó a los fans del choca esos cinco". ¡Y eso, del que Allmusic.com considera el mejor disco de la banda! Siete años y tres discos después, las lindezas que les dedican en sus críticas no hacen sino recrudecerse. Y sin embargo, Hinder tienen multitud de seguidores en los USA, y sus trabajos son entretenidos y desenfadados. Su último disco, Welcome to the Freakshow (2012) vuelve a caer en todos los tópicos del sleaze fiestero, pero divierte tanto como sus antecesores, provoca, y sigue levantando las iras de AllMusic.com, que lo puntua con una mísera estrella y media sobre cinco. No hay que hacerles demasiado caso, pero: recordemos que al Spice (1996) y al Spiceworld (1997) de las Spice Girls les da 4 estrellas y media.
Alma (2012), de Carminho. No solo de rock vive el hombre, al menos el hombre que perpetra este blog. Como ya conté, en mi viaje del año pasado a Oporto me quedé con las ganas de asistir a un concierto de fado, así que al volver me hice con este Alma (2012), segundo y hasta la fecha último disco de Carminho. La cantante lisboeta revitaliza el género gracias a una voz prodigiosa que es capaz de estremecer al más pintado. Además, la elección del repertorio es excelente: Alma lo componen clásicos del fado, revisiones de canciones tradicionales, y temas propios, incluyendo Bom Dia, Amor, basado en un poema de Fernando Pessoa. Una delicia de disco que ha vendido un porrón de unidades en el país vecino.
Otros grupos que no te salvarán la vida:
I) Gun, Matchbox Twenty y The Dirty Pearls.
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