jueves, 30 de diciembre de 2010

Un año 10

Se apaga el 2010, y toca el inefable repasito a lo que ha dado de sí.

Para el que suscribe, este año ha tenido un montón de cosas buenas. Musicalmente hablando, han aparecido buenos discos que me han alegrado las orejas, como los de Shannon Curfman, Grace Potter & The Nocturnals o Black Country Communion, entre otros.

El blog ha vuelto a coger algo de brío, después de un 2009 bastante mustio. Y además, David ha vuelto a escribir, lo cual me llena de orgullo y satisfacción.

He asistido a buenos conciertos, casi todos de artistas nacionales:
La Cabra Mecánica, Fito & Fitipaldis, Quim Vila, Melody Gardot, Javier Krahe, Rafa Pons...

En lo relativo a viajes, el 2010 será difícilmente mejorable: éste ha sido el año de Eslovenia, Berlín, el Camino de Santiago, Polonia y América del Sur.

Y también han habido cosas malas, claro: nos rebajaron el sueldo a los trabajadores públicos y la derecha vuelve a gobernar en mi país. Pero no vamos a dejar que el dinero o los políticos nos amarguen el post, ¿verdad?

En fin, muy positivo me veo... ¿Será que el turrón de chocolate me obnubila el cacumen? Será, pero para mí el 2010 ha sido un año 10. Y como siempre ha de haber margen para la mejora, espero que el 2011 sea un año 11, como Don Humilde.

¡Feliz año nuevo a todos, pues, desde Bourbon Street Online!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Un año de iPod (2 de 2)

Y continuamos para bingo. Tras la primera remesa de los más escuchados en mi primer año de iPod (posiciones 10 a la 6), aquí tenéis los greatest hits, los 5 discos que más se han paseado por mis orejas desde octubre 2009 a octubre 2010.

5 - Just a Matter of Time (2006), de Randy Rogers Band. Segundo disco de la RRB en mi top 10, y para mí el mejor de la banda hasta la fecha. Los temas tienen fuerza, melodía y suenan honestos. Los tejanos en estado de gracia, dando una lección de qué es, o qué debería ser, el red dirt.



4 - My One and Only Thrill (2009), de Melody Gardot. Esta chica ya me sedujo con su disco debut, Worrisome Heart (2006), pero tras asistir al excelso concierto que dio en el Palau de la Música me he vuelto un incondicional. La canción que abre el álbum, Baby I'm a Fool, es una maravilla que no deja indiferente a nadie. Y a partir de ahí, pues temazo tras temazo, con versión de Over the Rainbow incluída. Ideal para escuchar en la intimidad y en buena compañía.



3 - In These Shoes (2008), de Arturo O'Farrill & Claudia Acuña. No soy muy seguidor de esta pareja de músicos por separado, pero el disco que grabaron juntos hace un par de años es una delicia que no he parado de escuchar. Salsa, son cubano, jazz, fusión... La voz ardiente de la colombiana y el savoir faire del mejicano forman un cóctel que cautivará a los amantes de los ritmos calientes que no quieren renunciar a la calidad de la música bien hecha. Absténganse locos del reggaeton.



2 - Sunny Side Up (2009), de Paolo Nutini. Parece que el verano de este 2010 ha sido más largo de lo habitual, porque el Sunny Side Up, que contenía mi particular canción del verano, se ha convertido en el segundo disco que más he escuchado este año. Y es que no sólo Candy es una bomba, si no que otros temas como 10/10, Pencil Full of Lead o Coming Up Easy convierten el último trabajo del escocés en un disco tan fresco como irresistible. Bien por Paolo.



1 - Secretos de Sumario (2010), de Dani Flaco. Y en el número uno, el último trabajo de mi cantautor preferido. Que los dioses me maldigan, pero llevo todo el año dándome atracón tras atracón de este disco, y aun no he osado escribirle una crónica en este humilde blog. Pero es que Secretos de Sumario me parece tan jodidamente cojonudo, que temo que mis palabras no le hagan justicia (ya véis que tengo que ir usando tacos, y no es plan). Venga, ya tengo deberes, porque SdS merece un post enterito y entregado.



Bueno, pues con esto sólo me queda desearos a todos los viandantes de esta Calle del Bourbon una feliz Nochebuena y una mejor Navidad. Y nos leemos en breve.




domingo, 19 de diciembre de 2010

Un año de iPod (1 de 2)

El pasado mes de octubre hizo un año exacto que me compré un iPod Touch, y pese a algunos altercados con mi Windows, especialmente al actualizar iTunes, he de decir que la experiencia está resultando bastante satisfactoria. Además, una de las ventajas que encuentro al cachivache es saber cuantas veces escuchas cada canción, ya que lo voy mareando de un lado a otro: del comedor de casa al coche, a la cadena de la habitación, a los cutre-altavoces que le enchufo mientras me ducho, a los viajes al extranjero... Al conectarlo al ordenador el contador de reproducciones de iTunes se actualiza... y éstos han resultado ser los diez álbumes que más han escuchado mis orejas en el último año (voy a listarlos de menos a más escuchados, y en dos posts, para darle más emoción. ¡Tiembla, Hitchcock!).

10 - Like It Used to Be (2002), de Randy Rogers Band. Primer disco de red dirt de la lista. El segundo trabajo de la RRB goza de una frescura que, lamentablemente, han perdido sus últimos trabajos. A destacar grandes temas como Friends with Benefits o Copano Bay.



9 - Youth is in Our Blood (2010), de The Dirty Guv'nahs. Buenísimo el último álbum de estos aprendices de Black Crowes. Algunos temas adolecen de demasiada comercialidad, especialmente la balada Song for My Beloved o el sencillo We'll Be the Light. Pero el disco es variado y está muy bien parido, lo que lo convierte en el mejor trabajo de los Guv'nahs hasta la fecha.


8 - Basement Birds (2010), de Basement Birds. Descubrí a estos australianos gracias al blog Necesito un Rock'n'Roll. Al principio me parecieron demasiado poppies, y a punto estuve de borrarlos de mi disco duro. Pero al cabo de tres o cuatro escuchas ya no podía sacarme de la cabeza las pegadizas melodías de Bus Stop o Not The One. Un fantástico debut, el de estos pájaros.



7 - Naive (2008), de Micky & The Motorcars. Segundo disco de red dirt de mi top ten. Al igual que me pasa con los Basement Birds, ando completamente seducido por las melodías del último trabajo en estudio de Micky y sus chicos. Y es que es difícil resistirse a temas como Grow Old, Amber o el que le da título, Naive. Haced la prueba.



6 - Grace Potter & The Nocturnals (2010), de Grace Potter & The Nocturnals. Ya comenté el estupendo último trabajo de Miss Potter y compañía en este post, así que poco más puedo añadir.



Bueno, en el próximo post, los 5 más escuchados desde octubre 2009 a octubre 2010, y ya os adelanto que la lista es más ecléctica que la que hoy nos ha ocupado (algo más de red dirt, algo de jazz, algo de música latina, algo de canción de autor y algo de pop. Aunque no necesariamente en ese orden...).

domingo, 12 de diciembre de 2010

Vamos perdiendo

A río revuelto, ganancia de pescadores. Me fui a mi periplo otoñal dejando mi país en manos de la izquierda (una izquierda dividida, como es el triste sino de la izquierda, pero izquierda al fin y al cabo, al menos sobre el papel), y al regresar encuentro a Cataluña a punto de ser gobernada por la derecha. Es paradójico que, en el actual clima de desencanto por una crisis originada por bancos, empresarios y especuladores, los que al final salen perdiendo son los trabajadores, que tienen que sufrir recortes en los salarios, las pensiones y los derechos sociales, y el aumento del IVA, el paro y la edad de jubilación. Y encima, en lugar del auge de partidos que promulguen la igualdad social, quien gana las elecciones es la derecha. Viejos zorros como son, los políticos reaccionarios consiguen lo de siempre: que la izquierda se pelee entre sí, que se criminalice a sindicatos en lugar de a patronal, que se defienda a los causantes de este pandemónium de descontento, y que la gente olvide, o lo que es peor, acepte, los casos de corrupción que los han salpicado durante los últimos años. Por cierto, aun me estremece el recuerdo de una entrevista radiofónica de hace unos meses a Artur Mas, donde el futuro President de la Generalitat defendía a capa y espada la opacidad de las donaciones privadas a partidos políticos, y no quería ni oír hablar de que se publicaran los nombres de empresas y particulares que las realizan, como se hace en Estados Unidos.

Los zurdos vamos perdiendo, aunque todavía soñamos con un gobierno que traiga un poco de igualdad social a este modelo regido por poderoso caballero don dinero, que tan caduco parecía y que las urnas han ratificado y han dado alas. Pero, como desde hace tanto tiempo ya, tendremos que seguir esperando...



domingo, 5 de diciembre de 2010

Volver

Bueno, bueno, bueno, pues ya vuelvo a estar por este hemisferio después de mi periplo austral. Han sido dos meses alucinantes por Argentina, Bolivia, Chile e incluso un par de brevísimas incursiones a Brasil y Paraguay. Imposible describir los paisajes que he visto, la gente que he conocido, los animales que he perseguido con la cámara, los bifes de ternera y las costillas de cordero patagónico que me he comido... Un viaje perfecto, en una época perfecta y con un clima que ha acompañado prácticamente siempre. ¿Se puede pedir algo más? (bueno, sí, que en lugar de dos meses hubieran sido tres, para disfrutar con más calma todo lo recorrido, pero como lo haga más de uno me correrá a collejas).

Hay gente que me pregunta qué es lo que más me ha gustado, y es imposible responder a esa pregunta. ¿Cómo comparar las ballenas de Península Valdés con la inmensidad blanca del Salar de Uyuni, o la Ruta de los 7 Lagos con las montañas multicolores de Cachi? Es como si te preguntan qué comida prefieres, un bocadillo de jamón serrano o una paella... De todos modos, sí puedo decir lo que más me ha impactado, y aquí voy a ser muy poco original: las Cataratas de Iguazú, vistas desde el lado argentino. Wow.


Pero todo lo bueno se acaba, y ya vuelvo a estar inmerso en la rutina de la pu...ra realidad. En fin, que nos quiten lo bailao. Me despido hasta el próximo post, no sin antes agradecer a David haber mantenido viva la llama de esta Calle del Bourbon durante mi ausencia. ¡Por la gloria de mi madre, David, continúa escribiendo, que esto sin ti pierde mucho!

Un abrazo a todos.

PD musical: durante mi estancia en Argentina, las canciones que más he oído por albergues, tiendas, bares o autobuses y que he sabido reconocer eran de Joaquín Sabina, de La Vela Puerca, y este tema que, creedlo o no, sonaba en todas partes.



viernes, 26 de noviembre de 2010

Breaking Bad y The Silver Seas

Veo poco la tele. Y lo echo de menos. Echo de menos esa sensación de tranquilidad, ese sentarse después de un día caótico (¿qué días no lo son en estos tiempos?), ese abandonarse en el sofá para poner la mente en modo automático, y disfrutar de no hacer nada.

La realidad es que ver la tele no es no hacer nada. No hacer nada es no hacer nada. Nada en absoluto. Si se está uno quieto, sin hacer nada, pero nada de nada, durante un rato, pueden pasar dos cosas: aparecerá una calma maravillosa, amplia, que nos hará desear volver a ese espacio interior recién descubierto más a menudo; o por lo contrario, nos podremos como un flan y tendremos que hacer algo para relajarnos, como ver la tele. Pero es este otro tema, que ya me voy....

Últimamente sigo sin ver la tele, pero en cambio cada noche hemos podido Almond y yo robar un ratito al reloj para usarla como pantalla, y regalarnos cada día un capítulo de una serie que, recomendad por mi hermano, empezó despertando nuestra curiosidad y a la que hemos acabado enganchadísimos, Breaking Bad.


Breaking Bad cuenta la historia de Walter White, un profesor de química en el instituto, al que se le diagnostica un cáncer de pulmón, justo cuando está a punto de sufrir el peor caso de crisis de mediana edad que la historia haya podido conocer jamás. Decide entonces usar sus conocimientos de química para dedicarse a la fabricación de metanfetamina, para así hacer el dinero suficiente para pagarse el tratamiento. En esta carrera criminal de pacotilla cuenta con la inestimable aportación de un ex-alumno suyo, Jesse Pinkman, que lo ayuda no solo en la estrategia de comercialización, sino en meterse en todo tipo de líos y situaciones extremas.


Un reparto formidable (los actores no es que sean conocidos, es que son buenísimos), un guión curradísimo que trabaja la tensión de manera magistral, unas pequeñas pinceladas de ciencia y un halo de surrealismo permanente han conseguido que, después de haber visto las 3 primeras temporadas de un tirón, estemos en ascuas esperando la cuarta, que se anunció para febrero del 2011, y que lamentablemente ha sido retrasada hasta julio. Cada capítulo tiene un presupuesto de 3 millones de dolares, ahí es nada, pero la verdad es que se nota la calidad en cada minuto.

Mención especial la merece la música, excelentemente escogida, y no siempre evidente o de grupos archiconocidos (problema que para mi tienen otras producciones, que son muy previsibles en este sentido).

En un capítulo de la primera temporada, empezó a sonar en la escena final un tema maravilloso, pero completamente desconocido para mi. Arranqué Shazam en el iphone, porque necesitaba saber qué era aquello. Segundos más tarde tenía mi respuesta: Catch Yer Own Train, de The Silver Seas [spotify link].


Thanks to Spotify, al día siguiente ya estaba disfrutando del disco entero, High Society [spotify link] muy recomendable. Se trata de un pop setentero de mucha calidad (algunos le llamaran rock, pero esto a mi me parece pop). No están en la misma liga ni se parecen excesivamente, pero las melodías vocales en ocasiones me recuerdan a Crosby, Stills, Nash and Young y su inspirado Déjà Vu.
The Silver Seas son un quinteto de Nashville, y parece ser que este High Society es una de aquellas joyas que pasaron desapercibidas cuando fué publicado, en el 2007. Inexplicable conteniendo temas como el ya mencionado Catch Yer Own Train, High Society y Country Life, que abre el disco como clarísima declaración de intenciones. Acaban de publicar Chateau Revenge!, nuevo disco para este 2010, y alegría para un servidor, que ya tiene banda sonora para la semana que viene.

Si no los conocíais, ya tardáis: Breaking Bad y The Silver Seas, no os arrepentiréis.

Nos vemos las calvas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Un bajista de otro mundo

Hace ya bastantes años que mi hermano apareció en casa con un disco diferente, que me sorprendió por lo inesperado. Cantaba como una almeja entre la regular brutalidad de la música que él solía escuchar en esa época. Lo escuchó durante un tiempo y después lo puso junto a sus CDs de Sepultura, Pantera, Soziedad Alkoholika, y otras lindezas, y siguió tocando el bajo.


El disco del que os hablo es el homónimo del gran Jaco Pastorius, un músico de otro mundo, un mundo de una belleza deslumbrante, incluso cegadora a veces, pero un mundo capaz a la vez de unas sombras rotundas, asfixiantes. Jaco padecía un trastorno maníaco depresivo que muy posiblemente contribuyó a la genialidad que podréis apreciar en toda su obra, pero que también lo llevó a la miseria, y ayudado por el alcohol y el consumo de drogas, a vivir como un homeless en la calle durante temporadas.

Es este un disco de jazz, pero no uno cualquiera. Publicado originalmente en 1976, contiene sin lugar a dudas uno de los mejores trabajos de composición e interpretación de los que un bajista haya sido nunca capaz. Si hay que destacar solo un tema, que quedo con el segundo corte, Come On, Come Over, una maravilla soul-funky rompedora.

Jaco Pastorius – Come On, Come Over

Yo no aprecié ese disco en su momento, y tampoco sé si lo hizo mi hermano (hoy se lo preguntaré, tenemos ensayo con la banda en un rato), pero desde hace unos meses Jaco ha irrumpido en mi vida musical, y no veas de que manera.

He descubierto para mi disfrute que un tema que siempre me ha encantado, y que os recomiendo sin reservas, tiene a Jaco en el bajo. No sólo el tema, sino todo el disco. Si es que no podía ser de otra manera, el bajista del Bright Size Life de Pat Metheny es también Pastorius. El tema que abre el disco es una auténtica pasada. Escuchadlo con unos buenos auriculares, y fijaros en lo que hace la base rítmica, y en especial el bajo. Íncreible.

Pat Metheny – Bright Size Life

Éste disco es otra recomendación importante. Si no lo tenéis ya en la lista, no tardéis en apuntarlo.


Abrumado por sus problemas mentales, por el abuso de sustancias, Jaco murió el 21 de setiembre de 1987 en Fort Lauderdale en una pelea con el vigilante y portero de un club al que se le negaba la entrada. Tenía tan sólo 35 años. Como reza su biografía en Allmusic, el cometa que llegó y deslumbró en los 70, cayó trágicamente en los 80. Tras de sí dejó un legado imprescindible, altamente disfrutable, impresionante a todas luces.

No puedo dejar de pensar qué hubiera podido crear si no se hubiera ido tan pronto. Pocos músicos me transmiten esa sensación de estar viendo un pintor creando una obra maestra cuando oigo sus temas. Y eso que aún no le he echado oído a su etapa con Weather Report, grupo de referencia, lo sé.

Si tenéis que empezar por algo, este puede servir:

Nos vemos, que la música os atrape.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Top 18 de los últimos 5 años

Repasando mi cuenta de last.fm, fantástico sitio donde los haya, me encuentro con lo siguiente:

(haced click sobre la imagen para verla más grande)

Nada más y nada menos que la música que más he escuchado en los últimos 5 años, y que me viene muy bien para recomendaros algunas de estas bandas. De hecho, a la gran mayoría de ellas. No todas, porque la verdad es que ha sido una sorpresa para mi encontrarme en este grupo selecto a John Mayer, por ejemplo, el cual no acaba de engancharme. También es cierto que tiene un temazo de tal calibre, Belief, que solo por eso ya merece esa posición (de hecho, probablemente la tiene por las veces que la he llegado a escuchar). Belief es esta barbaridad (dios, que intro y que sonidazo en el solo):



Me la acabo de administrar y ya me siento más animado. Bien, bien. Porque no ando muy fino últimamente, la verdad. Hay que fastidiarse... mi calva avanza al galope, cual melena que se lleva el viento, me siento viejo (perdón, no me siento joven, que supongo que debe ser distinto, pero que me fastidia igualmente), el otro día me discutí con un par de feministas recalcitrantes hasta las tantas de la mañana, dejé el alcohol para volverlo a retomar a la primera que me encontré en público sin nada en las manos... y lo peor, doctor, creo que me empieza a gustar el futbol.

Probablemente es que llevo demasiado tiempo sin ir a un concierto, sin tocar en uno, sin alucinar de nuevo con un ampli al rojo vivo. Sí.... es más que probable, es eso seguro.

Habrá que ponerle remedio.

sábado, 30 de octubre de 2010

Lynyrd Skynyrd - Street Survivors (1977)

Caminaba solo, y como ya empezaba a ser habitual, un poco borracho. Hacía días que ella le había explicado sus razones, motivos que se asemejaban fastidiosamente a los que había leído o escuchado en cientos de películas, canciones o historias interminables de amigos que también habían sido abandonados.

Su padre siempre le había dicho que fuera fuerte. Que jamás, pasara lo que pasara, llorara. Los años que le había costado entender y superar esa gilipollez. Pero aún hoy, a pesar de que estaba roto por dentro, prefería el dulce embotamiento del alcohol a dejarse caer. Hay huellas que no es fácil borrar.

My daddy told me always be strong son
Don't you ever cry
You find the pretty girls and then you love them
Then you say goodbye


Jamás pensó que ella le dejaría. Pero ahora, de súbito, ya no estaba. Y la soledad era rotunda, insoportable, llena de un ruido ensordecedor, un brebaje envenenado en el que se mezclaba una enorme sensación de pérdida con unas gotas, demasiadas para su gusto, de ego recién aguijoneado.

I never dreamed that you would leave me
But now you're gone
I never dreamed that I would miss you
Woman won't you come back home

Jamás pensó que la echaría de menos de esta manera. Allí fuera había miles de chicas guapas a las que querer, disfrutar, y después, decir adiós. Como siempre había hecho. Pero no había encontrado antes a nadie como ella.

I never dreamed that you could hurt me
And leave me blue
I've had a thousand, maybe more
But never one like you

I never dreamed I could feel so empty
But now I'm down
I never dreamed that I would beg you
Woman I need you now

Y ahora se sentía tan vacío, tan abajo, ya sabía por fin lo que era tocar fondo. Jamás pensó que podría suplicarle que volviera, que la necesitaba. Que la necesitaba ahora.

Y vaya si podía. Sacó su teléfono de la chaqueta.

It seems to me I took your love for granted
It feels to me that this time I was wrong, so wrong
Oh Lord now I feel so lonely
I say woman won't you come back home

Se dió cuenta súbitamente de que había dado su amor por descontado, que ella siempre estaría junto a él, pasara lo que pasara, hiciera lo que hiciera. Cuan equivocado estaba.

Dios... Marcó el número.

"Me siento tan solo... ¿porqué no vuelves a casa?"

I tried to do what my daddy taught me
But I think he knew
Someday that I would find one woman like you
I never dreamed that it could feel so good, Lord
That two could be one
I never knew about sweet love
So woman won't you come back home
Oh baby won't you come back home



I Never Dreamed fué publicada por Lynyrd Skynyrd en Street Survivors, su quinto disco de estudio, en 1977. Tres días después de la salida del álbum, el 20 de noviembre, el avión en que viajaba la banda se estrelló, y murieron Ronnie Van Zant (voz principal) y Steve Gaines (guitarrista), además de otros miembros del grupo, acompañantes y del equipo técnico.

Este fué el fin de la formación clásica de la banda, un equipo único que parió 6 discos imprescindibles, mágicos. Álbumes que definieron un sonido que es capaz de hacerme subir montañas, y la vez, de acariciar las viejas heridas cuyas cicatrices aún puedo notar.

viernes, 22 de octubre de 2010

Spotify y el futuro del consumo de música

Hace unos meses ya que descubrí Spotify, cuando ya hacía bastante tiempo que rodaba. No le había prestado mucha atención, porque seguía con mi método artesano de usar iTunes para toda la música que quería pre-escuchar. Y aún creía en la importancia de tener almacenada y en propiedad la música que me iba gustando.

Sí, cuando oía hablar de algún grupo o leía alguna crítica interesante, me bajaba el disco y lo escuchaba previamente, antes de decidir si lo compraba o lo borraba (sí, los discos que decidía conservar los compraba).

Este proceso podía, y solía ser, bastante tedioso: localizar el torrent o enlace e2dk del disco ya era a veces jodido. Esto me recuerda lo poco usuarios que somos del top-manta los que nos gusta el rock de verdad. Jamás he visto un disco pirata en la calle que me interesara. Los discos que me gustan cuestan de encontrar hasta en las tiendas, y no me considero experto melómano ni mucho menos, pero es que este país, en cuestiones musicales, está muy mal, sólo hay que ver las listas de éxitos. Ahora lo que cuesta de encontrar son las tiendas, pero ese es otro tema.

Después venía un buen rato de corregir títulos, bajar carátulas, importar a iTunes y sincronizar con el iPod. La verdad, un palo, aunque entonces pensara que disfrutaba haciéndolo.

Y un buen día me dije que tenía que probar lo del Spotify, lo de los archivos offline, lo de la cuenta Premium, lo de la aplicación del iphone, ... Me hice una cuenta. Empecé a flipar con la sensación de inmediatez. ¿Que oía hablar de Them Crooked Vultures? Zas.... diez segundos más tarde los estaba escuchando. ¿Qué me apetecía cambiar de palo y administrarme un poco de hard-bop? Un par de minutos y ya tenía una lista localizada de un pavo que proclamaba "Hard Bop for Beginners". Fantástica.

Y empezó a cambiarme el concepto, y modifiqué completamente mi forma de consumir música. Y de forma completamente legal. 10€ al mes es lo que pago por la cuenta premium. Eso me permite escuchar ininterrumpidamente, sin anuncios, un catálogo descomunal (sí, de acuerdo, no está Metallica, ni los Beatles, ni Led Zeppelin, pero flipa con lo que te queda), y tener acceso offline en el iphone hasta 3.333 canciones.


Y lo más importante: el acceso a Spotify se hace con una aplicación multiplataforma (existen versiones Windows y Mac, pero la de Windows se ejecuta sin ningún problema sobre Linux, en Wine), que puedes tener instalada en cualquier ordenador al que tengas acceso. Entras con tu nombre de usuario, y listo, ahí tienes tus cientos de listas y discos escogidos. Eso, hacerlo en casa de un amigo, entrar con tu cuenta y escuchar tu música, es una gozada.

Y me he acostumbrado a las listas, que compongo como si fueran colecciones de singles fantásticos de muchos grupos diferentes, y que hacen que escuchar un disco entero me parezca aburrido (pero todo tiene sus momentos). Dicen que el siglo XXI es el de la listas, que el concepto LP ha muerto. Veremos, pero en todo caso la verdad es que me encanta preparar mezclas diversas, y para eso Spotify se sale.

Y hace semanas que no abro mi iTunes. Ni tan sólo quiero probar más lo del Ping, que me parece que un rollo. Apple, ahí habrá que espabilarse. Un cliente pesado como iTunes y un modelo de negocio basado en la venta de mp3 (o aac, para ser más exactos) no pueden competir con un cliente ligerísimo que accede a todos los datos en Cloud y un modelo de suscripción tarifa-plana más que razonable. Pronto, todos los dispositivos harán streaming de música contra una suscripción así (los equipos de música de los coches, por ejemplo).

Y no hablemos de las capacidades de compartición. A ver que os parece esta selección hand-made de jazz/funk, estilo en el que me considero un pardillo importante:

http://open.spotify.com/user/karturb/playlist/399uSaclQCH9Y10Tu6cZWY
(Los que no lo tenéis, tendréis que crearos una cuenta gratuita y bajaros el cliente de http://www.spotify.com)

Y con éste ya van 7 párrafos que empiezan con Y.

Hasta pronto,

viernes, 15 de octubre de 2010

Black Country Communion - Black Country Communion (2010)

Escribo estas líneas con el prometido Black Country Communion de fondo.

¿De fondo? De fondo nada, yo creo que se oye bastante bien, fuerte y fantástico. Excepcional, diría.

Ya empezamos con otra de aquellas críticas que se pueden resumir con un "sublime disco, discazo", y listos. Pues no, vamos a intentar que no sea así.

Black Country Communion (en adelante BCC, si no os parece mal) son 4 señores músicos unidos en lo que no se ha tardado en calificar de supergrupo.


Por un lado, está Glenn Hughes, bajista y voz de Black Sabbath durante un período de los 80, y de las formaciones Mark III y Mark IV de Deep Purple. Ahí es nada. Pero no es demasiado conocido, pensé en otro de mis alardes de minimalismo intelectual, probablemente porque debe ser uno de esos músicos de sesión potentes, que aportan mucho a una banda, pero que no son capaces de sonar con la personalidad de las grandes estrellas.
¿Ah no, pardillo? Me temo que estaba equivocado, y cuanto me alegro. Este inglés de 58 años canta de maravilla, y su trabajo al bajo no se queda atrás en calidad. La verdad es que creo que la voz es uno de los puntos fuertes de este trabajo. Las melodías vocales ya son buenas de por sí, pero el carácter de la voz de Glenn me gusta, y mucho. Pedazo de frontman. Ya firmaría yo por estar tocando aún con 58 tacos, ya veremos.

A su izquierda nos encontramos a Joe Bonamassa, guitarrista americano de blues rock (no diría guitar-hero, pero sí bastante filigranero). 33 años. Hasta la fecha, no me gustaba nada. No encuentro en sus trabajos en solitario algo distinto a lo que otros muchos hacen, y estos me gustan mucho más (léase Kenny Wayne Shepherd, por ejemplo). Pero cuidado en como toca en este disco. Las guitarras son fantásticas. Son originales, están siempre diciendo cosas, aportando. Los solos son fluidos, casi líquidos, pero en ningún momento suenan pretenciosos. Si había alguna duda sobre si un guitarrista de blues era capaz de facturar un trabajo decente en un disco de hard rock, John las ha disipado de forma categórica. Excelente. No solo toca con sentimiento, potencia y ganas, sino que los arreglos de guitarra brillan.

¿Qué puede venir después de esto? La verdad es que no despunta tanto, pero quizás también es su papel en la banda. En los teclados (Joe Bonamassa y Glenn Hughes, cuando parieron el grupo tenían claro que no querían un trío) está Derek Sherinian, ex-teclista de nada menos que Dream Theater. No son malas credenciales como músico, a pesar de que Dream Theater es una banda que, más allá del impresionante A Change of Seasons, que me voló la cabeza cuando lo compré, me aburre soberanamente, especialmente con sus directos interminables y su técnica descomunal que me satura a partir de la media hora.
¿Y qué hace Derek en este otro contexto, los BCC? Pues aporta unas texturas no sé si esenciales, pero fantásticas. Envuelve continuamente a la guitarra de Bonamassa, y cuando la guitarra de éste larga acordes bestias en el aire, en una pausa de la banda, los teclados crujen al unísono y la sensación de potencia es una pasada. Está siempre en su papel, en ningún momento intenta emular a John Lord.

Tenemos voz, bajo, guitarra y teclados. ¿Quién está a la batería? Pues otro con un pedigree familiar de cuidado: nada menos que el hijo de John Bonham de Led Zeppelin, Jason. Y la batería suena a la altura. Fijaos sino en la intro de Sista Jane, por ejemplo. Pegada, clase y sonido.

Imagen extraída de http://www.ledzeppelinnews.com

¿Y cómo es el disco de este combo redondo?

Es ligeramente oscuro. Está claro que es un disco de hard rock, pero muy abierto, no molesta ni se hace pesado. Suena a clásico de los buenos, pero a la vez consigue que como oyente no pierdas en ningún momento la sensación de que estás oyendo algo moderno, y no es tan solo por el tipo de sonido. Son las melodías, los arreglos. Ahí estás oyendo a los Purple, a Sabbath, a mucho a Zeppelin, a un buen pedazo de Rainbow... pero a la vez, no suena como un disco de ninguna de estas bandas.

Las canciones son interesantes, y no solo un par, casi todas. Song of Yesterday me tiene cautivado, pero One Last Soul me flipó sólo oírla. La primera, Black Country, asusta con la intro de bajo que podría hacerla ir por caminos tortuosos, pero cuando entra la banda ya no hay dudas. Sista Jane tiene un estribillo a lo AC/DC que es una caña.

En definitiva, muy recomendable, y una excelente sorpresa. Porque no me esperaba tanta calidad en un grupo formado por 4 superpotencias. Por ejemplo, el disco de Chickenfoot tiene dos joyas, My Kinda Girl y Learning to Fly, pero jamás he vuelto a escuchar el resto. Aquí esto no pasa, el disco es muy bueno de principio a fin.

Y la historia de que beban de sus influencias (de las que algunos han sido parte, como Glenn Hughes) pero que a la vez sólo te recuerden vagamente a ellas, que sean originales y actuales, es un puntazo. Por ejemplo, a mi Airbourne me aburren. Para eso ya tengo a AC/DC. Aquí encontrarás a AC/DC quizás (aunque no es el estilo del disco), pero sólo en su ADN.

Espero que os guste tanto como a mí. Un abrazo.

Song of Yesterday en estudio:
http://www.youtube.com/watch?v=axvHUqb7epI

One Last Soul en directo:
http://www.youtube.com/watch?v=KVfMa61Zjmg

sábado, 9 de octubre de 2010

Un buen comeback

Cuanto tiempo.

Ya no recordaba la sensación de sentarme delante de una pantalla para explicar cosas.

Ya casi ni me acordaba de porqué empezamos todo esto. Sí que me acuerdo de porqué lo dejé.

Me fui de esta calle hace mucho, abrumado por la falta de tiempo, por tener que escribir a deshoras y de cualquier manera, cansado. Me pareció un buen motivo. Pero con el paso de los meses, me he dado cuenta de que no era el principal.

La verdad es que estaba borracho. Harto, hastiado de música, pero sin darme cuenta de ello. Ya nada me satisfacía. Buscaba en la electrónica y en el indie las sensaciones que mi amado rock ya no me ofrecía. Y volvía no sólo insatisfecho, sino además jodido por no ser cool, por no disfrutar con todas aquellas bandas maravillosas a las que las masas idolatran, y que a mí no es que no me gustaran, es que incluso me molestaban.

A ello se mezcló la certeza de que escribir sobre música no tenía sentido para mi. Que a nadie iba a interesarle lo que yo dijera, y que además la saturación del fenómeno blog había propiciado que una miríada de sitios habláramos de forma cansina, cuasi usando los mismos clichés, de lo fantástica que es tal banda y lo bueno que es tal disco, contínuamente. Me sentí desmotivado.

Y mientras, seguí saltando de disco en disco en una búsqueda imposible de la melodía definitiva, de la progresión de acordes que me harían flipar como cuando alucinaba de verdad con la música. Cuanto hacía que no había vuelto a tener aquella sensación. Y me metía entre oreja y oreja 3 ó 4 discos por día, y los cambiaba cada semana, en una quimera sin fin.

Y entonces me dí cuenta que ese era precisamente el problema. Vi con claridad que, si de verdad quería sentir como antes, debía hacer dos cosas: empaparme de verdad de aquellos discos que lo merecieran, no saltar como un mono de uno a otro sin darles oportunidad de madurar, y ante todo, descansar.

Descansar musicalmente. Lo descubrí un día cuando, no recuerdo el porqué, llevaba varios días sin escuchar nada, probablemente por algún viaje al extranjero. Y caminando por la calle, me puse los auriculares y sonó "Song of Yesterday", de la burrada de disco que los Black Country Communion han tenido los santos huevos de parir este año.

Y me pasó. Podría haberme pasado con alguna otra. Podría incluso haber tenido la mala suerte de haberme pasado con algún bodrio inconfesable, y probablemente entonces no hubiera vuelto aquí para contarlo, pero me pasó con esa maravilla de 8 minutos y medio (que ese largo minutaje no os lleve a confusión: esto no tiene nada de rock progresivo, y no le sobra ni un jodido segundo).

Y noté como cogía aire y la cabeza se me oxigenaba. Y vi como se me erizaba el pelo de los brazos, y tuve aquellas súbitas ganas de subirme a un escenario de nuevo... aquella sensación de que el mundo, en su desorden y su dureza, hacía una pausa para darme un respiro. Y me di cuenta de que, si estás atento y has dejado descansar tu mente gastada, la música vuelve a sonar como antes, en cuanto se dan las condiciones.

Se han dado las condiciones. Todos estos meses he disfrutado con cada uno de los post de Rafa, como si estuviéramos comentando esos discos con unas cervezas en la mano. Me he dado cuenta de que estaba equivocado, que no se lee un blog para tener una opinión de autor. Para eso ya están los portales especializados y las revistas con las que uno puede modelarse según una tendencia. Se lee un blog porque quieres compartir un trocito de vida de esa persona. En nuestro caso, un trocito musical, pero un trocito al fin y al cabo. Quieres saber más de las opiniones personales de alguien como tu, con el que probablemente tengas mucha afinidad musical. Y eso vale la pena.

Sigo sin tener ni un pizca de tiempo. Me apasioné por demasiadas cosas mucho antes de darme cuenta que las cosas importantes cuesta mucho hacerlas bien. Pero Rafa me ha pedido que no deje esta casa abandonada durante su ausencia. Así que al menos, pienso pasar por esta, vuestra calle, hasta que mi compinche vuelva de su aventura nómada, aunque sea tarde y no tan a menudo como me gustaría.

Me voy a dormir la mona un rato. Otro día os hablo de verdad de este discazo de los Communion.

Imagen extraída de http://espyrock.com

jueves, 30 de septiembre de 2010

Paréntesis

Hoy 30 de septiembre de 2010, abro un paréntesis: durante los dos próximos meses estaré fuera de línea, así que no podré escribir en este vuestro blog. La (otra) buena noticia es que durante mi ausencia David, cofundador de Bourbon Street Online pero inactivo desde ya no sé cuando por motivos varios, tomará las riendas y publicará los posts que su apretada agenda le permita. Los que nos seguís desde nuestros inicios ya sabéis que yo soy el sector blando de la Calle del Bourbon, y David el duro, el que consume música de mayor graduación (ahora mismo estoy escuchando a Black Country Communion, que me recomendó ayer mismo, y vaya bombita...). Así que durante mi alejamiento de los teclados, el blog queda en buenas y guitarreras manos, y a la vuelta, a ver si hay suerte y sigue siendo coautor habitual.


En fin, sólo me queda desearos a todos los que os dejáis caer por aquí un feliz otoño, y nos leemos en diciembre.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Se llamaba Earl

Acabo de terminar el último capítulo de la 4ª temporada de Me llamo Earl, y el sabor de boca que me ha dejado no ha podido ser mejor. Aunque las 2 primeras seasons fueron muy buenas, la 3º decayó bastante, y había decidido no empezar la 4ª. Pero un amigo me la recomendó encarecidamente, asegurándome que había vuelto a los niveles de sus comienzos, y... ¡vaya si lo ha hecho! Las surrealistas aventuras de Earl, su lista y su peculiar concepción del karma han vuelto a seducirme y a hacerme soltar unas buenas carcajadas en el sofá de casa, gracias en gran parte a la troupe que le acompaña: el buenazo a la vez que cabronazo Randy, la espectacular Catalina, el misterioso hombre-cangrejo, la destroyer Joy (mi preferida), y en general toda la fauna de Camden.

La mala noticia es que, según he leído por ahí, ésta ha sido la última temporada de la sitcom. La cadena de televisión NBC decidió, a finales del año pasado, cancelarla, y parece poco probable que la vayan a resucitar, pese a los esfuerzos de su productor ejecutivo Greg García por encontrar otra cadena que la quiera continuar. Una lástima, porqué voy a echar de menos al personaje interpretado por Jason Lee y a todos los freakies del parque de caravanas y aledaños. Y además, ¿en qué otra serie suenan como banda sonora Lynyrd Skynyrd, AC/DC, Mötley Crüe o George Thorogood? Lo dicho, una lagrimita por Earl y los suyos...

domingo, 12 de septiembre de 2010

Escribiendo sobre Sheryl Crow

Estoy ante el ordenador, escuchando y escribiendo sobre 100 Miles from Memphis, el disco de soul que acaba de publicar Sheryl Crow, apuntándose al revival del género que lleva ya más de tres años en boga, un trabajo correcto e impecablemente producido, y cuando llego al tercer tema, la versión del Sign Your Name de Terence Trent D'Arby, sin poder evitarlo regreso a 1987, y a ese tremendo álbum que fue Introducing the Hardline According To..., la ópera prima del neoyorquino, con ese inicio de vinilo rasposo que servía de intro a If You All Get to Heaven, con temas tan bailables como If You Let Me Stay o Dance Little Sister, con el inolvidable Wishing Well, con el gospel como inspiración y el funk como espiración, con los guiños a Sam Cooke y a James Brown, con el estremecedor As Yet Untitled cantado a capella, con esa versión tan espectacular que cerraba el LP, la del Who's Lovin' You de Smokey Robinson, y al regresar a 2010 y volver a encontrarme delante del ordenador, descubro que el último y bien elaborado disco de la guapísima Sheryl me deja del todo indiferente, así que me sitúo en la casilla de búsqueda de mi iTunes, tecleo introducing the hardline, le doy al play, y me dispongo a disfrutar, una vez más y por enésima vez en mi vida, del mejor soul de la Historia.


lunes, 6 de septiembre de 2010

Noches de jazz en Cracovia

Bajo los edificios neoclásicos de Rynek Glówny, la plaza principal de Cracovia, se encuentran unas estructuras de varios siglos de antigüedad. Se trata de sótanos que datan de la época medieval, y que por aquel entonces se usaban como almacenes, establos, e incluso mazmorras. Hoy, muchos de ellos alojan restaurantes, discotecas o, como en el caso que nos ocupa, locales de jazz.

En las entrañas del número 28 está el Harris Piano Jazz Bar, un garito con paredes de piedra desnuda que se ha convertido en uno de los lugares de referencia en la escena musical de la antigua capital de Polonia. Nos dejamos caer por allí un par de noches, y en ambas pudimos disfrutar de un concierto espectacular y de una jam session que no le iba a la zaga.

El lunes, 23 de agosto, una banda de veteranos dirigida por el trombón de varas (¿quizás el tal Harris?) tocaba clásicos de diversos palos: dixieland, swing, hard-bop... Impresionantes los solos del pianista, los duelos entre metales, el savoir-faire del batería, y sobre todo el virtuosismo del contrabajo, que además de llevar el peso de todos los acompañamientos, de vez en cuando regalaba unos fraseos que dejaban al respetable sin habla.

Luego del conciertazo, unos jóvenes tomaron el relevo y certificaron que la escena jazzística cracoviana tiene mecha para años. También orquestadas por el mencionado trombón de varas, las nuevas promesas ofrecieron una jam arrolladora, donde saxos (uno masculino y uno femenino), armónica, contrabajista, guitarra y clarinete iban turnándose para descargar tremendos solos a menudo impropios de tan tiernas edades.

El miércoles volvimos al Harris, pero lamentablemente lo hicimos tarde, y sólo pudimos disfrutar de los últimos temas de una banda de jazz latino. Cuando llegamos, una voluptuosa negra atrapada en un escueto vestido rojo interpretaba Chan Chan, el clásico del son cubano, mientras su compañero empequeñecía el escenario danzando a un ritmo endiablado. Luego, otra tanda de músicos ocuparon la tarima para volver a ofrecer otra jam, esta vez más experimental que la de dos noches atrás.

Por último, hacer notar que, ambas noches, la entrada era gratuita. Y que una cerveza de medio litro (en Polonia, por menos de eso ya no ensucian un vaso) costaba 6 zlóti, que al cambio vienen a ser un euro y medio. ¿Alguien da más?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

De vuelta al Camino


En fin, se acabaron las vacaciones y empezó septiembre, qué le vamos a hacer... Los primeros días de agosto los dediqué a hacer parte del Camino de Santiago, empezando donde lo dejé hace dos años y terminando 180 kms. más allá, es decir, el trayecto de Burgos a León. Como siempre, buenísima experiencia, con un incidente aislado: tras la etapa 4 y más de 100 kilómetros recorridos, mis pies dijeron que "si te has creído que tienes 18 años", y empezaron a aconsejarme etapas más cortas si no quería volver a casa en camilla. Así que terminé lo que me quedaba hasta León mucho más lento, con caminatas más acordes con mi provecta edad.

Como este año iba solo, me llevé el iPod bien cargadito de música, con varios discos de rock sureño y country que tenía pendiente escuchar. Comento aquí algunos de los que me han acompañado mientras cruzaba la meseta castellana, uno por cada etapa recorrida.

  • Etapa 1, miércoles, 4 de agosto de 2010: De Burgos a Hontanas (31 kms).
Pronounced Leh-nerd Skin-nerd (1973), de Lynyrd Skynyrd: Discazo mítico, una de las mejores óperas primas de la Historia. Además de temas como Freebird, que se han convertido en clásicos, el álbum tiene otros igual de buenos y menos conocidos (mi preferido: Things Goin' On). Indispensable.


  • Etapa 2, jueves, 5: De Hontanas a Boadilla del Camino (28 kms).
Bad Luck Ain't No Crime (2003), de Blackberry Smoke: Southern con aires sleazy en el primer disco de esta banda de Atlanta. Temas potentes que beben de ZZ Top, Allman Brothers y Lynyrd Skynyrd. Divertidos.



  • Etapa 3, viernes, 6: De Boadilla del Camino a Carrión de los Condes (24 kms).

Randy Rogers Band (2008), de Randy Rogers Band: Cuarto disco de estos adalides del red dirt, donde suenan menos convincentes que en anteriores trabajos. El disco no deja de tener momentos memorables, pero se les nota algo faltos de ideas. Acaban de publicar un nuevo trabajo, Burning the Day (2010), esperemos que recuperen el espíritu perdido.

  • Etapa 4, sábado, 7: De Carrión de los Condes a Terradillos de los Templarios (26 kms).

God & Guns (2009), de Lynyrd Skynyrd: Último disco en estudio de los Lynyrd (o de lo que quedaba de ellos en 2009), y donde suenan más heavies que nunca. Canciones potentes y nada despreciables, muy buen disco siempre que obviemos las letras más ultrapatrióticas, claro...


  • Etapa 5, domingo, 8: De Terradillos de los Templarios a Sahagún (11 kms).

Truth & Salvage Co. (2009), de Truth & Salvage Co.: Descubierto gracias a Rockland y encontrado gracias a Necesito un rock and roll, este grupo hace un southern ligero y refrescante. Producido por Chris Robinson, el disco podría servir perfectamente de banda sonora de una peli de aquellas protagonizadas por Clint Eastwood y el orangután. Interesante.

  • Etapa 6, lunes, 9: De Sahagún a El Burgo Ranero (19 kms).

Court Yard Hounds (2010), de Court Yard Hounds: Cansadas de esperar a que la tercera de las Dixie Chicks se decidiera a grabar un nuevo disco, las dos restantes decidieron emprender un proyecto por su cuenta. El resultado es este disco/grupo Court Yard Hounds, que suena a las Chicks, pero al que le falta chispa. Se puede escuchar, pero no deja de ser un disco predecible/prescindible.

  • Etapa 7, martes, 10: De El Burgo Ranero a Mansilla de las Mulas (19 kms).

Somewhere in Time (2010), de Reckless Kelly: Buen aunque algo irregular último trabajo de otros adalides del red dirt, los Reckless Kelly. El disco está íntegramente compuesto por temas de Pinto Bennett, al parecer un mítico cantautor americano, y en verdad algunos son sobresalientes. Pero otros deslucen un poco el que podía ser un álbum redondo, quizás por el afán de los RK de buscar un sonido más tradicional que guitarrero. Pese a todo, un buen disco.

  • Etapa 8, miércoles, 11: De Mansilla de las Mulas a León (18 kms).
Sweet and Wild (2010), de Jewel: Jewel continúa mucho más sweet que wild, pero los tres primeros temas del disco están bastante bien, especialmente el que lo abre, No Good in Goodbye. Luego, la chica vuelve a caer en el country-pop más azucarado, y el álbum se vuelve bastante empalagoso.

lunes, 2 de agosto de 2010

Cerrado por vacaciones

Pues eso, feliz verano a todos, y nos leemos a la vuelta...

jueves, 22 de julio de 2010

Mi canción del verano 2010

Otra vez finales de julio, y otra vez sin enterarme (ni falta que me hace) de cuál es "oficialmente" la maldita canción del verano. Y como cada año, elijo (o él me elije a mí) mi propio tema veraniego, que pongo cuando tengo ganas de oir música refrescante y de fácil escucha, aunque sea algo frívola.

Desde hace semanas suena en mi reproductor de MP3 el disco Sunny Side Up (2009) de Paolo Nutini. Supongo que el tal Paolo, que tiene pinta de rompecorazones italiano (aunque es escocés), debe estar haciendo estragos en las listas de éxitos de algún país, y sus pósters deben cubrir las paredes de más de una quinceañera. Pero que sea o no comercial, la verdad es que me da bastante igual. Estoy disfrutando todos y cada uno de los cortes del álbum de este tío, que a veces me recuerda a Dylan, a veces a Sam Cooke, y a veces al Paul Simon de Graceland.

Por elegir un tema (aunque en el disco hay muchísimos que valen la pena), cuelgo aquí el vídeo de Candy. Me gusta como va creciendo la canción, empezando como una balada folk y acelerándose hasta llegar al lamento final, con toques gospel. Ideal para escucharla en bermudas en un chiringuito de playa, con una caña en la mano y la mirada perdida en el horizonte.





Mis anteriores canciones del verano:

jueves, 15 de julio de 2010

En estado de gracia

Madre del Amor Hermoso, vaya pedazo de disco se acaban de sacar de la manga Grace Potter and The Nocturnals. He de reconocer que su anterior trabajo, This Is Somewhere (2007) no me acabó de convencer, pero este último me ha dejado patas arriba. Grace Potter and The Nocturnals (2010) se abre con Paris (Oh La La), increíble tema de tintes ledzeppelinianos y con brutales cambios de ritmos. Pero quien a partir de este inicio espere un disco de rock al uso, anda muy equivocado. La banda de Vermont ofrece un álbum ecléctico que repasa muchísimos estilos del siglo pasado, todo un homenaje a la música popular. Hay espacio para el reggae (Goodbye Kiss), el sonido Motown (Only Love), el funk (Hot Summer Night), el soul (Low Road) e incluso el pop de los 80 (One Short Night). Pero, por supuesto, también hay temazos más contundentes, como Tiny Light o Medicine, que beben del blues, del rock duro y hasta del punk. Y todo, claro, aderezado con la increíble voz de la señorita Potter, que sale victoriosa en todos los palos, y producido de manera impecable por el megaproductor Mark Batson.

Quizás los más rockers echarán de menos un sonido más guitarrero en la segunda mitad del disco, y para los amantes de la música negra las primeras canciones serán demasiado potentes. Pero hay que reconocer que Grace Potter and the Nocturnals están en estado de gracia (valga la redundancia), y su último trabajo es toda una explosión de rock'n'soul, una gozada donde es prácticamente imposible encontrar un tema mediocre.