domingo, 26 de diciembre de 2021

Los mejores discos nacionales 2021

 Se acerca fin de año, así que vamos con mi lista, ordenada de la 10ª posición a la 1ª, de los LPs que han sido para mí los mejores del panorama nacional este 2021:


10. Darken my door, de Uncle Sal
 
 9. Shaken & Stirred, de Koko-Jean & The Tonics 

8. Mil noches, de Jodie Cash

7. Un largo tiempo, de Miguel Ríos

6. Mayéutica, de Robe
 
5. Inféctame, Baby!, de The Bo Derek's

4. Perros Negros, de Óscar Avendaño y Reposado
 
 
3. Maleza, de The Kleejoss Band 

2. Ni tú, ni vos, de Zambayonny y Rafa Pons

1. Victoriosa, de Los Fusiles
 
De aquí unos días, mi lista de los mejores discos internacionales.
 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Los Secretos en La Pobla de Mafumet

 Pavelló de la Pobla de Mafumet (Tarragona), 18 de diciembre de 2021. Los Secretos fueron uno de los grupos de mi adolescencia y juventud, y durante la década de los 90 los vi en directo en varias ocasiones, siempre que visitaban Barcelona, e incluso en la Expo de Sevilla. Compré y devoré todos sus discos, los primeros en vinilo, los últimos ya en CD, y me sabía las canciones de memoria.


Pero en 1999 murió Enrique Urquijo, para mí el alma absoluta del grupo, y perdí interés en lo que su hermano Álvaro y el resto de la banda hicieron después. Los vi un par de veces más (la última en 2004, en el Palau de la Música), pero dejé de escuchar los álbumes que fueron publicando, entre otras cosas porque la mayoría eran refritos (grandes éxitos, acústicos, conciertos sinfónicos...) con los temas de su época dorada. Aunque sí sigo manteniendo un vínculo emocional con Los Secretos del siglo XX: leí la biografía de Enrique cuando apareció, de vez en cuando recupero sus viejos discos, y hace unos días vi el magnífico documental sobre su vida y obra en el programa Imprescindibles de La 2.

Con motivo de la mítica Marató de TV3, Los Secretos actuaron en un concierto benéfico a 10 kms. escasos de casa el pasado sábado, y en otro ejercicio de revival (como el de Miguel Ríos hace unas semanas), allí que me dejé caer en inmejorable compañía.
 

 
Con Álvaro ejerciendo de maestro de ceremonias, la banda ofreció lo que, me parece, llevan ofreciendo las dos últimas décadas. Fiel al legado musical de sus años de gloria, el repertorio se compuso en un 90% de lo que ya son clásicos del pop español: Quiero beber hasta perder el control, La Calle del olvido, Ojos de gata, A tu lado... También sonaron algunas menos conocidas (No me falles, Buscando, Margarita...). Y, en contadas ocasiones, y casi disculpándose por ello, Álvaro y los suyos reivindicaron su producción del siglo XXI (Mi paraíso, Ponte a la fila, Lejos).  Pero saben que la gran baza, lo que lleva a la gente a sus conciertos, son los viejos temas, y a ellos se entregan. Así que el cancionero de Enrique Urquijo sobrevive y sigue emocionando a sus fans, que son legión. Pero a mi juicio faltó algo más: alguna sorpresa, alguna versión de una canción ajena, alguna reinterpretación inesperada de un viejo tema...  También a los músicos se les ve algo resignados, (y es que ¿cuántos miles de veces puedes tocar Déjame sin acabar aburriéndola?). Recuerdo a Ramón Arroyo haciendo slide con el cuello de una botella de cerveza en los conciertos de principios de los 90, dejándose la piel en los solos mientras Enrique le miraba con complacencia. Poco queda de eso. Así que, pese a la incorporación de Txetxu Altube a sus filas, encargándose de mandolinas y acústicas, el virtuosismo y la entrega brillaron por su ausencia.

De todos modos, la retahíla de temas que interpretaron, unos 25 en las casi dos horas de concierto, hicieron que los asistentes quedásemos satisfechos, ya que con tan larga lista era imposible que no cayeran varios de los favoritos de cada uno (aunque a mí me faltó el blues Siempre hay un precio). Y además, es indudable que, por muchos años que pasen, las canciones de Enrique Urquijo siguen poniendo la piel de gallina, y más en estos tiempos de lírica insípida que corren. Así que, en definitiva, disfrutamos del evento, cantamos a voz en grito, y ya muy al final, conseguimos olvidarnos de las dichosas medidas anticovid y nos acercamos al escenario para rememorar aquellos bolos de los 90, de pie, sin mascarillas, sin distancias de seguridad, y con 30 años menos.
 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Mi canción del verano 2021

 

Mediados de diciembre, y todavía no había publicado mi obligado post anual con la que fue mi canción más escuchada en el ya lejano verano. Manos a la obra, pues.


En esta ocasión el honor ha recaído sobre esa locura instrumental que es Whammer Jammer, el mítico tema de 1971 de la también mítica banda The J.  Geils Band

¿El motivo? En julio, aprovechando que tenía algo de tiempo, me propuse sacarla con la armónica, y pasé varias horas escuchándolo,  transcribiéndolo, e imitándolo. Me ayudó mucho el programa Sonic Visualizer, que permite ralentizar un archivo de audio sin modificar la tonalidad. Al final conseguí transcribir toda la canción. Pero, ¡Ay!, otra cosa es interpretarla, ya que este instrumental es un prodigio de la técnica, y mis aptitudes todavía están lejos de conseguir los efectos y velocidad en los fraseos del armonicista de la banda, Magic Dick (curioso apodo, por cierto, algo así como "Picha mágica")

Pero en eso estoy, en ir practicándola de vez en cuando e intentando hacerlo cada vez mejor. Y aunque sé que nunca llegaré al nivel de maestría de Dick, sí he podido aprovechar algunos fraseos, de los que me he apropiado vilmente para cuando improviso sobre una base rapidita. 

Supongo que todo el mundo al que le gusta la armónica conoce este explosivo tema, pero si queda alguien que no, que se agarre al sillón, que le dé al play, y que flipe con este gran Whammer Jammer.
 

 
Otras canciones de otros veranos:

domingo, 28 de noviembre de 2021

Miguel Ríos en la TAP

 

Tarraco Arena Plaça (Tarragona), 27 de noviembre de 2021. Ya he contado varias veces en este blog que mi primer concierto fue en 1983, cuando fui a ver a Miguel Ríos en su gira El Rock de una Noche de Verano, que contaba con Leño como teloneros, y con el debut en los escenarios de una joven promesa: Luz Casal. Todo eso fue en la Plaza de Toros de Tarragona, un lugar enorme a los ojos de un niño de 11 años, y el show era para la época un despliegue espectacular de sonido y luz, incluyendo unos escasos segundos de "rayos láser", tal como anunciaba el cartel promocional. Así que no es difícil adivinar la impresión que me causó el evento.

Desde entonces no había vuelto a ver al granadino en directo, pese a que había recalado alguna vez más en mi ciudad. Pero, desoyendo a Sabina, que canta aquello de "al lugar donde has sido feliz / no debieras tratar de volver",  cuando me enteré que actuaría en Tarragona, y en la misma plaza (ahora rebautizada como Tarraco Arena Plaza), decidí que volvería a verlo, casi 39 años después.

Además, estos últimos meses he estado escuchando bastante su último trabajo, Un largo tiempo (2021), y la verdad es que está muy bien: un disco que bebe mucho del blues, del southern, y de lo que ahora llaman americana, con una producción bastante espartana, y alejada de la fanfarria que caracterizaba algunos de sus últimos álbumes, como el que se suponía que tenía que ser su disco de despedida, Bye Bye Ríos (2010).

En lugar de ser un concierto de rock al uso, los Black Betty Trio (que en realidad son cuatro) y Miguel ofrecieron un bolo que recordó a los unplugged de los 90, sin batería ni bajo, con mucha cuerda (guitarras acústicas, mandolina, banjo, violín, steel guitar...) y el piano encargándose de la mayor parte de la sección rítmica. Ríos, pese a sus 77 años, se mantiene en forma (no diré "en plena forma" porque se pasa casi todo el tiempo medio sentado en un taburete), y conserva la voz tan potente como antaño. Y el repertorio y la producción, muy fieles al espíritu de este Un largo tiempo, del que sonaron casi todos sus temas, más los clásicos imprescindibles en el repertorio del cantante, arreglados en formato acústico: Bienvenidos, Rock'n'roll Boomerang, Año 2000, No estás sola, El blues del autobús, Santa Lucía, y por supuesto, el Himno a la Alegría, que interpretó alternando castellano, catalán e inglés. 
 
 
Además, seis décadas en la carretera  le dan la experiencia para meterse al respetable en el bolsillo desde el minuto uno, aunque la honestidad de la que siempre hace gala también ayuda mucho. Hubieron proclamas en contra de la violencia machista, la prostitución, la ultraderecha, las fronteras donde se trata a los inmigrantes como animales... y también momentos emotivos: hacía unos horas había fallecido Almudena Grandes, y Miguel, gran amigo de la escritora, quiso dedicarle el concierto.

Así que dos horas de buena música con sus toques de nostalgia, pero sin convertirse única y exclusivamente en un ñoño ejercicio de revival. Miguel Ríos ha sabido reinventarse y rodearse de buenos músicos y compositores para ofrecer un disco y un espectáculo más que dignos, y algo hace presagiar que no será lo último que oiremos de él. ¿Será verdad aquello de que "los viejos rockeros nunca mueren"?

jueves, 11 de noviembre de 2021

Recuerdos del Paraíso

The Bo Derek's, una de las bandas que me parecen más interesantes del panorama español actual, ha presentado hoy el que es su primer videoclip, correspondiente al tema Recuerdos del paraíso, que estará incluído el que será su segundo álbum, Inféctame, Baby!, a punto de publicarse.

El vídeo es todo un ejercicio de revival, que homenajea a los programas musicales de principios de los 80, como los míticos Aplauso o Tocata. Programas que, aunque hoy pueda parecer increíble, se emitían en horario de máxima audiencia, y cuando solo existían dos cadenas de televisión.

El tema es otro estallido del old school R'n'R del que los Bo Derek's hicieron gala en su disco de debut, el fantástico "10" de 2019. Así que hay ganas, muchas ganas de catar esta nueva entrega del power-trío gallego. Mientras llega, disfrutemos de esta dosis de morriña en vena que es Recuerdos del Paraíso.



sábado, 30 de octubre de 2021

Batería de chistes II

 






martes, 5 de octubre de 2021

Los Bisontes en La Traviesa


 La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 3 de octubre de 2021. Había visto a Los Bisontes hacía más de 25 años en la misma plaza, y los recordaba con un gran directo, y con un acertadísimo repertorio  de versiones de temas sobre todo southern, del que hacían gala en su fantástico disco Fast Tracks de 1998. Así que tenía muchas ganas de volver a disfrutar a estos barceloneses de corazón americano.

El cielo plomizo sobre nuestras cabezas, y el 80% de posibilidades de precipitación que anunciaba la app del móvil, no daban demasiada cancha al optimismo. Aunque La Travi contaba con muchísimo menos público del habitual, dada la aciaga previsión meteorològica, comprobamos que el escenario estaba montado y los amplis encendidos, así que entramos.
 
El espectáculo empezó 20 minutos después de la hora programada, y con los músicos mirando al cielo, pero empezó bien: versión de Allman Brothers Band para calentar motores, seguida del Lay Down Sally de Eric Clapton. Pero, ¡ay!: las cosas se torcieron a partir de entonces. Los Bisontes cayeron en una retahíla de canciones country de poco "punch", sin presentarlas, sin prácticamente interacción con el público, sin emocionar. Los músicos tienen una calidad indudable, pero la pasión y la conexión se consigue con algo más. Así que cayó una versión de Rolling Stones (Dead Flowers), varias de grupos poco conocidos (Pure Prairie League, New Riders of the Purple Sage), y lo que intuyo que eran temas propios. Pero todo con un sonido falto de chispa, y un estilo demasiado homogéneo, a pesar de los intentos de la banda de ir combinando diferentes instrumentos (guitarras acústicas, eléctricas, pedal guitar e incluso un banjo). La cosa parecía que iba a remontar a la hora de concierto, cuando sonó una brillante interpretación del tema Just Ain't Easy de los Allman Brothers, seguido del clásico Route 66 que popularizó Chuck Berry. Pero a continuación la banda se volvió a hundir en un par de temas insulsos. Y ya no dio para más remontadas, porque la lluvia hizo su aparición con fuerza y todos tuvimos que apresurarnos: nosotros a tapar el vaso de cerveza con la mano y ponernos a cubierto, y los músicos a cubrir los equipos.

O sea, que sin dar un mal concierto, Los Bisontes del siglo XXI me dejaron bastante frío, y la climatología se encargó de abortar cualquier posibilidad de redención. Pese a todo, ya sabéis mi máxima: más vale una mala noche de rock'n'roll que una buena noche viendo a Pedrerol.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Santiago Campillo en La Traviesa

 


La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 26 de septiembre de 2021. Sinceramente, no tenía demasiadas esperanzas puestas en el concierto de Santiago Campillo, el que fue guitarrista y uno de los miembros fundadores de M Clan. Le había perdido la pista desde que publicó, hace más de una década, un dignísimo disco titulado En la calle (2009), que recordaba los dos primeros grandes trabajos del grupo que le dio la fama. Pero al escuchar, unos días antes del domingo, su último álbum A cara o cruz (2018), encontré puro rock urbano, muy en la línea de Leño o Rosendo. Un estilo que, sin disgustarme del todo, no es de mis preferidos.

Pero... ¡qué demonios! En el bolo del pasado domingo sonaron algunos de los temas de ese disco, sí, pero sobre todo fue una explosión de rock añejo y blues, gracias a sublimes versiones de clasicazos de B.B. King, ZZ Top y Muddy Waters, entre otros. La formación habitual que presenta el murciano es la de power trío, pero a Torredembarra se trajo al fabuloso teclista Julio Lobos, afincado al parecer en este pueblo de la Costa Dorada. También se unieron a la fiesta otros invitados: el armonicista David el Indio, y el tío que lleva las guitarras a Campillo, que puso la voz en una vibrante cover de Highway to Hell. ¿Y cómo se mantiene arriba un show tras el subidón que siempre supone tocar AC/DC? Pues ni más ni menos que con una reinterpretación de Voodoo Chile de 20 minutos, donde Santiago presentó a la banda, todos los miembros tuvieron su momento de gloria en forma de solo, y el virtuoso guitarrista se lució a las 6 cuerdas, además de pasearse entre el respetable haciendo gritar a su guitarra y estallar a La Travi. La juerga rockera concluyó con dos temas de M Clan, Donde el río hierve y Un buen momento, y como broche final, versionaza del setentero Sábado en la noche, original de Moris, popularizado por Miguel Ríos en su mítico Rock & Ríos, y coreado a voz en grito por todos los asistentes.

Otra noche de gloria en La Traviesa. Y van...

jueves, 9 de septiembre de 2021

Matt Woods en La Traviesa

 

La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 5 de septiembre de 2021. Hace unos tres o cuatro años cogí el hábito de dejarme caer cada domingo que podía por La Traviesa, a terminar la semana tomándome una cerveza y disfrutando del concierto de turno. No importaba el grupo que tocara (la chica que lleva el local tiene un ojo tremendo para la contratación, y la inmensa mayoría de los bolos que vi fueron fabulosos): yo me plantaba allí a las 20.30h de la noche, lloviera o nevara: era mi momento.


El maldito virus truncó todo eso, qué os voy a contar, y cuando a principios de este verano por fin regresaron los conciertos al garito más mítico de la Costa Dorada, obligaciones familiares varias (y algún que otro viaje) hicieron que no pudiera retomar tan sana costumbre. Hasta el pasado domingo, cuando, a pesar de tener planificado un fin de semana bastante agotador, decidí volver a mi amada Travi.

Aforo completo (aunque reducido, claro) en el enorme jardín para ver, en primer lugar, a un grupo de versiones llamado En nom de dona, donde una talentosa cantante versionó temas de grandes divas del  rock y el blues como Janis Joplin, Etta James o Big Mamma Thornton.

Y en segundo lugar, las estrellas de la noche, Matt Woods and the Natural Disasters. Música 100% yankee a cargo de este trovador de Tennessee, que en su gira europea tuvo a bien dejarse caer por este rincón de mundo que es Tarragona. Woods, ataviado con una camiseta negra donde se leía America: I love but you're freakin' me out, y sus tres músicos defendieron con solvencia y oficio sus canciones muy influenciadas por grandes de la americana como Seger, Springsteen y Bingham. Y eso que, como ya he dicho alguna vez en este blog, las medidas anticovid no son las más propicias para este tipo de eventos. Pero los discos de este hasta la fecha desconocido cantante (desconocido para mí, claro) son realmente buenos.
 
Así que otra buena velada de rock'n'roll que anotar en el haber, a pesar de mi cansancio, que me hizo apalancarme en una de las sillas cercanas al escenario, e irme antes de que terminara. Pero lo más importante: haber vuelto a La Traviesa. Ahora falta saber si en otoño seguirán los conciertos en el jardín, si los harán en el interior del local como antes, o si, horror, tendremos que esperar hasta el verano que viene para volver a disfrutar de música in live. Dios no lo quiera.
 

 

martes, 31 de agosto de 2021

Batería de chistes I

Como todavía estoy de "vagaciones" me siento perezoso para escribir, así que vamos con una batería de chistes de temática musical que he ido robando de Facebook y otros lares.





 

Otro día, más.


domingo, 8 de agosto de 2021

Blues Traveler's Blues

 

Sucede a menudo. Cuando una banda de rock pasa por una época de sequía creativa, le da por publicar un disco de versiones de temas más o menos clásicos del blues. Lo hicieron Aerosmith (Honkin' on Bobo, 2004), Rolling Stones (Blue and Lonesome, 2014), The Quireboys (White Trash Blues, 2017)... Y los Blues Traveler, que llevan años (por no decir décadas) sacando solo discos prescindibles (por no decir horribles) se han subido al carro y han hecho lo propio, acompañándose además de artistas de la escena bluesy actual (otro recurso muy manido pero casi siempre efectivo).

El resultado es este Traveler's Blues (2021) que acaba de ver la luz hace escasos días. Y mira por donde, el disco me está gustando muchísimo. En gran medida, gracias al acertado repertorio, que consta de clasicazos irresistibles como Sitting On The Top Of The World (de Mississippi Sheiks),  Ball And Chain (de Big Mama Thorton), Call Me The Breeze (de J.J. Cale) o Roadhouse Blues (de The Doors). Aunque también contiene alguna que otra sorpresa: me refiero sobre todo al Crazy de Gnarls Barkley, que no sé muy bien qué pinta aquí pero que se ha convertido en uno de mis cortes preferidos del álbum.

Por supuesto, la maestría de John Popper a la armónica funciona a las mil maravillas en un disco de blues como este, aunque también hay que destacar la labor del resto de músicos (me encanta aquí el trabajo del bajista Tad Kinchla) y de los colaboradores, entre los que se cuentan Warren Haynes, Christone "Kingfish" Ingram y Keb' Mo', entre otros. Así que este Traveler's Blues de los Blues Traveler se está convirtiendo en una de las bandas sonoras de mi verano 2021.
 

 

sábado, 31 de julio de 2021

Víctor Puertas & The Mellowstones en Reus

 


El Racó de La Palma (Reus, Tarragona), 17 de julio de 2021. La 31 edición (que se dice pronto) del Festival de Blues de Reus contó con la presencia del polivalente Víctor Puertas con uno de sus innumerables proyectos, Víctor Puertas & The Mellowstones, y ahí que nos fuimos, sin saber muy bien qué nos ofrecería esta formación. ¿Qué palos tocaría Puertas en esta propuesta? ¿Soul como cuando ejerce de teclista en Koko-Jean and the Tonics? ¿Rural blues como cuando toca con los Suitcase Brothers? ¿Blues acústico como en el disco con Chino Swingslide? Lo que teníamos claro era que no sería reggaeton. Y resulta que con los Mellowstones hace puro Chicago Blues, añejo, enérgico, encargándose fantásticamente bien de la voz, y por supuesto de la armónica. Hay que decir que los músicos que le acompañan no se quedan atrás, cuatro bestias pardas que lograron traer a El Racó de la Palma un pedazo del espíritu de los locales del Chicago de los años 50.
 
  
A base de sudor, maestría y un repertorio variopinto que combinaba temas propios con versiones de clásicos (Otis Rush, Fats Domino, Muddy Waters...) y no tan clásicos (Gary Primich), Puertas y sus chicos caldearon el ambiente, árdua tarea en los tiempos de medidas anti-Covid que corren. Así que dos horas de auténtico revival bluesero (ni un descanso se tomaron), todo un placer para los que andamos sedientos de música en directo y esperamos como agua de mayo que la cosa se normalice tras esta pandemia que ya se está haciendo larga.


Por cierto, un par de curiosidades sobre las entradas: no se podían comprar on-line, sólo en el local (lo cual no me parece mal). Y el tiquet de entrada era de los de antes, con el nombre del grupo y la fecha. ¡La de años que no compraba una entrada de éstas! Si los Mellowstones querían llevarnos al siglo pasado, la organización no iba a ser menos.
 

 

lunes, 14 de junio de 2021

Tras los pasos de Muddy

 

Hace unos días terminé Can't Be Satisfied, la biografía de uno de los músicos más influyentes del siglo XX, no sólo por ser el máximo exponente del sonido conocido como Chicago blues, sino por ser considerado como uno de los padres del rock'n'roll: el grandísimo Muddy Waters.


El libro, a cargo del periodista Robert Gordon y publicado en 2002, sigue las andanzas del mítico bluesman desde su nacimiento en Clarksdale hasta su muerte en el Chicago que cobijó su época dorada.  Aquí están sus primeras actuaciones, la visita que le hizo Alan Lomax y que cambió su vida (y probablemente la historia de la música), su paso de la guitarra acústica a la eléctrica, su evolución musical, la relación con Chess Records, su afición a esparcir su semilla por allá donde fuera, como nuestro Julio Iglesias pero a la americana... Pero además de ser una estupenda biografía al uso, los contextos y momentos que envolvieron su carrera convierten el libro en una enciclopedia de cómo se fraguó el sonido Chicago, además de estar plagado de protagonistas que son leyendas del blues y el rock: el mentado Alan Lomax, Willie Dixon, Leonard Chess, Jimmy Rogers, Little Walter, Charlie Musselwhite, James Cotton, Chuck Berry, Paul Butterfield, Eric Clapton...

Una gran lectura, pues, para los locos por el blues como el abajo firmante, y con el prólogo a cargo de Keith Richards, donde cuenta cómo la canción de Muddy Waters Rolling Stone dio nombre al grupo que estaba formando con su amigo Mick Jagger, allá por 1962.

miércoles, 9 de junio de 2021

Parecidos razonables VIII

 Esta semana, el ex-Fleetwood Mac Lindsey Buckingham ha anunciado en Facebook disco en solitario, que llevará su nombre por título y que se publicará en septiembre de este año. También ha aprovechado para cambiar su foto de perfil, y el cachondeíto en los comentarios no se ha hecho esperar, con comparaciones de su andrógino look con protagonistas de la pintura flamenca del siglo XV, con Beavis (de Beavis y Butthead) o con el Drácula de Coppola, entre otros. Aunque quizás mi preferida es ésta:

 


Lindsey Buckingham

 

Glenn Close 

Otros parecidos razonables:
 
     - Warren Haynes y Oriol Junqueras 

jueves, 13 de mayo de 2021

Discos que no te salvarán la vida XVII

 Nueva entrega de Discos que no te salvarán la vida (pero que te pueden alegrar la tarde), con soberbios trabajos publicados este 2021.

These 13 (2021), de Jimbo Mathus & Andrew Bird. Si te gusta la banda sonora de la película O Brother, fliparás con este disco. Ni idea de quién demonios son Jimbo Mathus y Andrew Bird, pero esta colaboración es una auténtica maravilla. Puro folk americano, música enraizada en valles polvorientos, con las Rocosas al fondo y la bóveda celeste de paraguas. Guitarras desvencijadas, violines lamentándose, cantos que narran la historia de los albores de los USA. Todo un descubrimiento.


How Blue Can You Get (2021), de Gary Moore. Como el Cid, que ganó batallas después de muerto, siguen publicándose discos de Gary Moore una década después de su fallecimiento. El último es este fantástico How Blue Can You Get. Hay temas propios (como la gran balada Love Can Make a Fool of You, a la altura de sus más celebrados éxitos de los 90) y versiones espectaculares (mi favorita, el Done Somebody Wrong de Elmore James). Gary nos dejó, pero su leyenda y su legado siguen vivos.

Celebrate The Music of Peter Green And The Early Years of Fleetwood Mac (2021), de Mick Fleetwood And Friends. El 25 de febrero de 2020, Mick Fleetwood reunió a varios músicos para homenajear al gran Peter Green. El acontecimiento contó con artistas tan dispares como Jonny Lang, Steven Tyler, Jeremy Spencer, Noel Gallagher, Neil Finn o Billy Gibbons, entre muchos otros. Quien, curiosamente, no asistió al concierto, ni siquiera como público, fue Peter Green, que prefirió quedarse en casa tomando unas cervezas con un amigo. Green fallecía en julio del mismo año, y la publicación este 2021 del concierto supone un magnífico tributo póstumo a la música de este peculiar genio. Casi 2 horas de gloria donde suenan los grandes éxitos del británico en sus distintas épocas (con Fleetwood Mac, con los Bluesbreakers, en solitario...). Una delicia.
 

 

domingo, 9 de mayo de 2021

Descansa en paz, Tawny Kitaen

Este fin de semana ha fallecido la que fue esposa y musa de David Coverdale, y todo un icono del glam-rock de los 80: Tawny Kitaen. Modelo, protagonista de varios vídeoclips de Whitesnake, y la secretaria cañón en la popular serie que emitían en TV3 Radio Cincinatti, a mis 15 años, Tawny fue para mí todo un mito erótico. Esas minifaldas de vértigo, esa voluptuosidad (que, vista con el paso de los años, no era tanta), esa melena crepada, esa mirada picarona, y esa sonrisa descarada e irresistible protagonizaron mis sueños más húmedos. ¡Cuántos descorches a su salud, cuántas salvas en su honor!


Luego llegaron los 90, se divorció de Coverdale, el hair-metal dejó de ser mainstream, y le perdí la pista, pero al parecer fue por derroteros no demasiado recomendables: adicciones, protagonista de infidelidades (fue amante de O.J. Simpson mientras éste estuvo casado con Nicole Brown), denuncias por violencia doméstica por parte de su marido y padre de sus dos hijos, arrestos por posesión de drogas, estancias infructuosas en centros de rehabilitación, operaciones de cirugía plástica de dudoso éxito...

Finalmente, anteayer, a la edad de 59 años, este juguete roto que fue Tawny Kitaen moría en California, por causas todavía no publicadas, aunque sospecho que no fue por una indigestión de tofu.

Descanse en paz.
 

 

martes, 27 de abril de 2021

Parecidos razonables VII

 En 2010 hice un viaje por algunos países de América del Sur, y uno de los lugares que visité fue la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, en Bolivia. Allí fotografíe esta curiosa formación rocosa:

 

 
Esta fotografía, que tenía olvidada en las profundidades del disco duro y de la cabeza, me vino inmediatamente a la memoria cuando hace unas semanas vi la portada de All the Right Noises (2021), el último trabajo del grupo Thunder:



¿Que tiene que ver la estructura de tubos que ilustra el disco de la banda británica con el pedrusco de mi foto? Probablemente no mucho, así que el diagnóstico es claro: o vuelvo a viajar en un lapso razonable de tiempo, o no respondo de dónde pueda ir a parar mi ya de por sí escasa cordura.
 
Otros parecidos razonables:
 
     - Warren Haynes y Oriol Junqueras

martes, 6 de abril de 2021

Lo que viene

 2020 no fue el año más prolífico en lo que a lanzamientos discográficos se refiere. La imposibilidad de girar y de presentar dignamente los nuevos proyectos hizo que muchos artistas aparcaran la publicación de sus trabajos. Por suerte, algunos de los autores y bandas que más me interesan dentro de la escena española ya están grabando, a punto de sacar disco, o directamente ya lo han sacado.


Hace unas semanas Jodie Cash publicó por fin su segundo trabajo en estudio, Mil Noches, 5 años después de su fantástico debut Rollin' Swingin' (2016). Y ya comenté que ya ha aparecido el también segundo larga duración de los sevillanos Los Fusiles, el flamante Victoriosa.

Mientras tanto, varios grupos ya están en el estudio preparando nuevo material, que podría aparecer este 2021: es el caso de los zaragozanos The Kleejoss Band, los gaditanos The Electric Alley, y los ibicencos Uncle Sal. Y aunque todavía sin haberse puesto delante de la tabla de mezclas, los gallegos The Bo Derek's también están preparando canciones nuevas.

Y en lo que a canción de autor se refiere, en unos días verá la luz Seremos, el último LP de Ismael Serrano. Dani Flaco ha presentado un tema inédito, Soledad, con lo que se intuye nuevo disco. Y previsiblemente Rafa Pons terminará y publicará su proyecto a dúo con el cantautor argentino Zambayonny.

Así que se presenta un 2021 movidito, en lo que a novedades se refiere, y espero fervientemente que el maldito virus permita que estos autores puedan defender sus obras en directo, y yo que lo vea. Pero voy a acompañar el post con un grupo que ya sacó disco el año pasado, una de las bandas más gamberras del panorama nacional. Lanzaron su debut, titulado No no no, en diciembre del pasado 2020, y todavía no habían aparecido en este blog: los mallorquines Fundación Francisco Frankenstein.
 

 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Heavy Trip

 

En una pequeña aldea finlandesa,tras 12 años limitándose a ensayar y sin haber tocado jamás en público, una banda de metal extremo (ellos lo llaman "Metal pagano escandinavo sinfónico post-apocalíptico reno-molido abuso-cristiano guerrero in extremo") decide dar el paso: grabar su primera maqueta y buscar una actuación. Cuando el organizador del festival de metal más importante de Noruega visita el matadero de renos del padre del guitarrista, los jóvenes ven su oportunidad. Lástima que el cantante y líder de la banda sufra de pánico escénico. Y que por accidente viertan varios litros de sangre de reno sobre el organizador.


Con este argumento tan friki empieza esta Heavy Trip (2018). La película finlandesa resulta tan tópica como naíf, pero quizás esas sean sus principales virtudes: siendo tan previsible, no esperamos demasiado del filme, así que solo nos queda disfrutar de la manida historia de inconformismo y superación, pero a la escandinava, y reírnos de los gags inocentones, de las disparatadas aventuras de los Impalled Rektum (que así bautizan al grupo) para alcanzar su sueño de tocar en el mentado Festival. Como extra, el recóndito pueblo tiene un evidente encanto folclórico que recuerda aquel Cicely de la mítica serie Doctor en Alaska, pero a la finesa. Y como no podría ser de otra manera, los paisajes que lo rodean son simplemente espectaculares. Así que viendo esta comedia simplona de metaleros escandinavos con melenas que ya las quisieran para sí muchos anuncios de champú, pasas una hora y media entretenida y, hasta cierto punto, entrañable.
 

 

viernes, 19 de marzo de 2021

Victoriosos

 

 
Hoy, 19 de marzo, es el gran día. ¿San José? ¿El Día del Padre? ¿La Cremà? ¿El Año Nuevo persa? Bueno sí, también. Pero yo me refiero al día que el grupo sevillano Los Fusiles, que facturaron en 2019 su maravilloso debut ¿Quién le escribe al coronel?, publican el que es su segundo disco: Victoriosa.

En diversas ocasiones, aunque no sé si las suficientes, me he deshecho en elogios a este grupazo que recuerda a los mejores bandas patrias de los ochenta. Y ni sé las incontables escuchas que le he dado a su primer disco desde que lo descubrí hace más de un año. Así que, desde que anunciaron que estaban trabajando en un segundo álbum, me moría de ganas de echarme a las orejas sus nuevos temas. La espera ha terminado y ya están sonando en mi cuenta de Spotify.

Llevo pocas reproducciones pero de momento las sensaciones son muy buenas. Quizás han endurecido su sonido un poco, haciéndolo más crudo, más directo, tirando más hacia el punk-rock de Los Enemigos que a los aires cañís rollo Gabinete Caligari de su primer disco. Pero sigue habiendo estilos diversos (¡que buena es la canción Niña de ojos claros, 100% rockabilly!), dando como resultado una colección variada y a la vez coherente con el carácter del grupo.

Así que, aunque a riesgo de precipitarme, me atrevo a decir que estos 10 disparos de Los Fusiles van a dar en el blanco, que esta obra de arte recién sacada del horno hará honor a su nombre.
 

 

miércoles, 3 de marzo de 2021

IndieCat

Una buena noticia, y una mala.

La buena es que, hace unas semanas, Spotify publicó la que ha sido su primera playlist oficial de música en catalán. Una alegría, en principio, para los que amamos esta lengua.

La mala es que la lista en cuestión se llama IndieCat, y como su título apunta, está compuesta íntegramente por canciones indie. Ya he comentado en alguna ocasión la indiferencia que produce en mí este género, que encuentro simplón y descafeinado, y hago mías las palabras de Pablo Carbonell en su biografía "El mundo de la tarántula", cuando dice que le parece música cocinada en los sótanos de la central de inteligencia para aplacar cualquier tipo de rebeldía o ganas de montar jaleo. Así que la lista está plagada de los grupos que copan el panorama musical catalán actual, gente como Sanjosex, Mishima o El Petit de Cal Eril, cuyos lanzamientos discográficos suscitan en mí tanto interés como los de Justin Bieber, si es que este tío todavía saca discos.

Pero vamos, que todo tiene su público, y seguro que muchísima gente la disfrutará, así que bien por ellos.  Aunque yo me encuentro entre los dinosaures que hubiéramos preferido una playlist con lo más granado del rock català de los 90, con grupos míticos como Sopa de Cabra, Sangtraït o Lax'n'Busto. A ver qué día los señores de Spotify nos dan el gusto.

viernes, 19 de febrero de 2021

Las crónicas de Clapton

 

Hace ya unos meses que leí la biografía de Eric Clapton, publicada en 2007, y tenía pendiente de reseñarla. Vamos a ello.

La verdad es que el libro está muy bien, y es imprescindible para cualquier fan del guitarrista británico. Evidentemente, al ser una autobiografía, es muy subjetiva, y su autor siempre justifica hechos y decisiones que en su momento le debieron hacer quedar como un cabrón. Y es que, antes de emprender carrera en solitario, se une a los Yardbirds, lo petan (con el exitazo For Your Love)... y abandona el grupo. Le ficha John Mayall para los Bluesbreakers, lo petan (con el disco conocido como Beano)... y abandona el grupo. Forma Derek and the Dominos, lo petan (con su primer álbum Layla and Other Assorted Love Songs)... y abandona el grupo. Y lo mismo con Cream, Blind Faith, y hasta con Delaney & Bonnie, a los que se unió en una gira de 1969. Así que sospecho que muchas amistades no cosechó en esos tiempos.

Luego (y supongo que no hago spoiler a nadie) viene una etapa que por desgracia es común en varias de las biografías de músicos que he leído: la adicción a las drogas primero, y al alcohol después como única manera de superar la drogodependencia.

Y por último, la tercera parte del libro, la redención y la estabilidad tras superar las adicciones.

Por supuesto, la crónica está repleta de decenas de anécdotas y retazos de vida (algunos muy conocidos, otros no tanto) de esta leyenda con mayúsculas que es Eric Clapton, y plagada de momentos y protagonistas que no es que pertenezcan a la historia de la música: es que SON la historia de la música. Así que es de lectura obligada, y 100% disfrutable, para cualquier melómano.

lunes, 8 de febrero de 2021

En el circo

 Ayer al mediodía fui al Circo Raluy con mis hijas, y al contárselo a un amigo, me pasó este  videoclip de la canción de Terence Trent d'Arby Let Her Down Easy, interpretada por el ya tristemente desaparecido George Michael en su disco en directo Symphonica (2014). Y es que el vídeo fue grabado precisamente en el Circo Raluy, con algunos de sus artistas como protagonistas.


Que maravilla de espectáculo el que ofrece este circo, por cierto, igual que maravillosa es la canción, su letra, y el clip en cuestión.
 

 

martes, 2 de febrero de 2021

En la cabeza de Rafa Pons

 

Rafa Pons está que no para. El pasado 2020 no publicó disco, pero siguió con su podcast El futuro era mejor junto a Pau Garcia-Milà; hizo conciertos semanales en streaming durante el confinamiento (Rafita Superstar por casa); siguió trabajando en lo que será su álbum a dúo con el cantautor argentino Zambayoni; y por si fuera poco, escribió y editó su primera novela: Las Cabezas, que  terminé hace unas semanas: un libro inclasificable, mezcla de autobiografía, ficción, ensayo, relato humorístico, diario de bitácora de sus conciertos, e incluso esoterismo.


Los fans de Pons se adentrarán en su cabeza y descubrirán centenares de referencias a la obra y carrera del barcelonés, incluyendo historias sobre sus inicios, anécdotas de sus años de trayectoria musical, menciones a compañeros de profesión y hasta estrofas de sus canciones. Una experiencia disfrutable para los seguidores de este heredero de Sabina, cuya música y sobre todo cuyas fantásticas letras no tienen el reconocimiento que merecen, en mi humilde opinión. Pero ya sabemos que corren malos tiempos para la lírica, y que hoy lo que vende son "artistas" como Camilo, y rimas tan elaboradas como "No es vida de rico / pero lo paso bien rico". En fin...

lunes, 25 de enero de 2021

Mis discos internacionales preferidos de 2020

 

Si me costó hacer una lista con los 5 mejores discos nacionales de 2020, lo mismo me ha pasado con los internacionales. Ojo, no dudo que haya habido una buena producción discográfica este año, aunque seguro que el maldito virus habrá abortado o retrasado sine die varios proyectos. Pero es que últimamente escucho mucha música de las remotas décadas de los 70, 60 e incluso anteriores, y dedico poco tiempo a las novedades.

Pese a ello, sí han habido algunos trabajos recientes que me han alegrado las orejas, y es justo dedicarles este post. Así que vamos con los que han sido mis 5 discos internacionales favoritos del que hace poco llamábamos "el año de la pandemia", y que ahora descubrimos con horror que tendremos que llamar "el año que empezó la pandemia".

  1. Strange Days, de The Struts
  2. Containment Blues, de Anthony Gomes
  3. My Dony, de Grant Dermody
  4. Memphis Grease, de John Németh
  5. Too Far from The Bar, de Sugar Ray & The Bluetones

 


viernes, 15 de enero de 2021

14º aniversario

¿Os acordáis que hace cuatro días colgué un post diciendo que era el 13º aniversario del blog?

Pues mira, ha pasado un año: hoy este Bourbon Street Online cumple la friolera de 14 primaveras.

Eso sí, si el 15 de enero pasado un pesimista nos dice lo que iba a ocurrir en los meses sucesivos, le tiramos el vaso medio vacío a la cara, por cenizo.

Pero sí, ha sido un año aciago, que todos hemos sobrellevado como hemos podido. Y en mi caso (y en millones de casos más), se ha hecho más soportable gracias a mi colección de CDs, a las listas de Spotify, a su infinito surtido de discos, a mis clases de armónica, a bailar con mis hijas... Decía el amigo Nietzsche que la vida sin música es un error. No le faltaba razón: ¿alguien se imagina pasar un confinamiento sin música? ¡Si hasta le pusieron banda sonora! Aunque como alguien me vuelva a obligar a chuparme el Resistiré mañana, tarde y noche, que me vayan guardando cuchara y tenedor en Carabanchel. 

Mientras tanto, los músicos, sobre todo los alejados del mainstream, se han quedado sin su principal fuente de ingresos: el maldito virus les ha obligado a cancelar giras y conciertos, y a no saber cuando la pandemia les permitirá volver a los escenarios a mal ganarse la vida.

Así que hoy levanto mi copa por ellos y les dedico este brindis de aniversario igual que les dedico este blog desde hace 14 años. Esperando que no desistan, que sigan agarrándose a su vocación, y que con su arte sigan haciéndonos felices.
 

 PD: Los miembros de la banda cuyo vídeo acompaña este post no son de los pequeños artistas de los que antes hablaba, pero... ¡vaya temazo!