Matt Woods en La Traviesa
La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), 5 de septiembre de 2021. Hace unos tres o cuatro años cogí el hábito de dejarme caer cada domingo que podía por La Traviesa, a terminar la semana tomándome una cerveza y disfrutando del concierto de turno. No importaba el grupo que tocara (la chica que lleva el local tiene un ojo tremendo para la contratación, y la inmensa mayoría de los bolos que vi fueron fabulosos): yo me plantaba allí a las 20.30h de la noche, lloviera o nevara: era mi momento.
El maldito virus truncó todo eso, qué os voy a contar, y cuando a principios de este verano por fin regresaron los conciertos al garito más mítico de la Costa Dorada, obligaciones familiares varias (y algún que otro viaje) hicieron que no pudiera retomar tan sana costumbre. Hasta el pasado domingo, cuando, a pesar de tener planificado un fin de semana bastante agotador, decidí volver a mi amada Travi.
Aforo completo (aunque reducido, claro) en el enorme jardín para ver, en primer lugar, a un grupo de versiones llamado En nom de dona, donde una talentosa cantante versionó temas de grandes divas del rock y el blues como Janis Joplin, Etta James o Big Mamma Thornton.
Y en segundo lugar, las estrellas de la noche, Matt Woods and the Natural Disasters. Música 100% yankee a cargo de este trovador de Tennessee, que en su gira europea tuvo a bien dejarse caer por este rincón de mundo que es Tarragona. Woods, ataviado con una camiseta negra donde se leía America: I love but you're freakin' me out, y sus tres músicos defendieron con solvencia y oficio sus canciones muy influenciadas por grandes de la americana como Seger, Springsteen y
Bingham. Y eso que, como ya he dicho alguna vez en este blog, las medidas anticovid no son las más propicias para este tipo de eventos. Pero los discos de este hasta la fecha desconocido cantante (desconocido para mí, claro) son realmente buenos.
Así que otra buena velada de rock'n'roll que anotar en el haber, a pesar de mi cansancio, que me hizo apalancarme en una de las sillas cercanas al escenario, e irme antes de que terminara. Pero lo más importante: haber vuelto a La Traviesa. Ahora falta saber si en otoño seguirán los conciertos en el jardín, si los harán en el interior del local como antes, o si, horror, tendremos que esperar hasta el verano que viene para volver a disfrutar de música in live. Dios no lo quiera.
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