jueves, 31 de diciembre de 2009

Repasito 2009

Día 31 de diciembre, último post del año: el típico repaso a lo que me ha dado de sí este 2009.

Como no hay Mundial ni Olimpiadas, los impares suelen ser años de traspaso. Así que no han habido grandes cambios en mi vida. Pero en fin, como el 2008 fue muy bueno, pues ya está bien que las cosas continúen así. No news, good news.

Según Last.fm, al grupo que más he escuchado durante este 2009 ha sido Sidonie, gracias a sus dos últimos y fantásticos álbumes, Costa Azul (2007) y El Incendio (2009). En cambio, y también según Last.fm, el tema que más ha sonado en mi iTunes ha sido la increíble versión de Fito & Fitipaldis del Todo a Cien de La Cabra Mecánica. A eso le llamo yo reinventar un tema. Por cierto, ya tengo en el bolsillo mi entrada (y las de David y Almond) para ver a La Cabra y a Fito este enero.

Hablando de conciertos, por desgracia éste no ha sido para mí un año de directos espectaculares. No fui a AC/DC, ni a Metallica, ni a ningún gran festival... aunque me lo pasé como un enano en garitos pequeños, viendo a Manel, a Rafa Pons o a Javier Krahe, entre otros.

He descubierto varios blogs de descarga directa (Música que Cuelga, 77 Motherfucker Club, The Mean Man...), y gracias a ellos, un montón de buena música (Ida Sand, Campillo, American Sixgun...).

En lo relativo a mi gran droga (los viajes), ha sido el año de Venecia, Colombia y Marruecos (en dos ocasiones), además de algunas escapadas por las españas.

El blog no ha sido precisamente un hervidero de posts, pero bueno, se hace lo que puede. Y sigo esperando a que David simplifique su vida y vuelva a ser coautor de Bourbon Street Online: la esperanza es lo último que se pierde (cuidadín, David: he dicho la esperanza, no la paciencia).

Y en el terreno personal (amor, amigos, familia, salud...), todo bien, gracias.

Pues nada, sólo me queda desearos un feliz fin de 2009 y un mejor 2010, y nos encontramos el año que viene aquí, en la Calle del Bourbon. ¡Besos y abrazos (a repartir)!



viernes, 25 de diciembre de 2009

Mo' of the same

En 1994, aprovechando un descuido del Diablo, Robert Johnson se fugó del Infierno. Su espíritu abandonó las tinieblas del Hades y volvió a las de la Tierra, donde poseyó a un veterano aunque no demasiado exitoso bluesman de Los Ángeles llamado Kevin Moore. Gracias a ello, el músico grabó dos obras maestras: la primera la tituló con su nombre artístico, Keb' Mo' (1994) y la segunda, en la que se vió arropado por gente como Bonnie Raitt o Jackson Browne, fue Just Like You (1996). Ambos álbumes contenían algunas versiones de Johnson (Come on in my Kitchen y Kindhearted Woman Blues el primero, Last Fair Deal Gone Down el segundo), además de unas carátulas y libretos completamente inspirados en las escasas imágenes que existen del Rey del Blues.

Lamentablemente, al repasar la lista de la compra, el Diablo descubrió la huída, y con el contrato firmado con sangre en la mano, amenazó al señor Moore con una demanda de mil demonios si no devolvía inmediatamente y sin desperfectos el alma de Johnson. Y claro, Keb' Mo' no tenía más opción que ceder, si no quería enfrentarse a Satán y, lo que es peor, a los abogados que, al morir, habían ido a parar al Infierno (es decir, todos).

Así que, ya sin el duende de Johnson entre sus costillas, Keb' Mo' continúo grabando discos (Slow Down (1998), The Door (2000), Big Wide Grin (2001)... y así hasta Suitcase (2006)), que aunque bastante interesantes, eran más comerciales y menos inspirados que los dos en simbiosis con Robert Johnson.

Este año 2009, quizás para conmemorar el 15 aniversario del primer disco, quizás para estrenar su discográfica independiente (Yolabelle Distribution) Keb' Mo' ha lanzado un ecléctico disco, Live & Mo'. Y digo"ecléctico" porque consta de tres temas nuevos, siete de los antiguos grabados en vivo, y uno regrabado en estudio, y todo en poco más de 40 minutos. Pese a que las alternanzas entre temas en directo y en estudio le confieren un carácter extraño, el disco se deja escuchar. Los mejores temas continuan siendo los que ya estaban en los dos primeros trabajos (Victims of Confort, More Than One Way Home...), y el resto de los grabados en directo (Change, Shave yo' Legs...) dan una buena idea de lo que ha sido la trayectoria del bluesman durante esta década y media. Sobre los canciones nuevas, una de cal y dos de arena: la de cal es Hole in the Bucket; y las dos de arena, Government Cheese y, sobretodo, A Brand New America, el típico pastiche patriótico.

En definitiva, un buen disco para los que no conocían a Keb' Mo', pues con una pincelada dibuja la trayectoria musical de este guitarrista de blues acústico, e invita a ahondar en su discografía. Y para los que ya lo conocíamos, nada nuevo bajo el sol. Y a seguir esperando que Robert Johnson se escape otra vez.

domingo, 13 de diciembre de 2009

El sonido del silencio

Ayer volví de mi escapadita otoñal que, como la primaveral, fue otra vez a tierras marroquíes. Esta vez, pero, en lugar de quedarnos en Marrakech, alquilamos un coche y nos dimos un garbeo por el sur del país, hasta llegar a esa "sucursal" del Sáhara que es Erg Chebbi, a orillas del pueblo de Merzouga.

Me fascinan los desiertos: su color entre dorado y rojizo, la finura de la arena, la voluptuosidad de las dunas, la vegetación donde no se ve una gota de agua, las huellas de animales dibujando caminos donde la vida parece imposible, el calor ondulando el horizonte, el azul del cielo durante el día, la miríada de estrellas durante la noche...

Pero, como siempre, lo que más me ha asombrado es el silencio del desierto al caer el sol, imposible de percibir en la ciudad e incluso en el campo: sin el rumor de los coches en las carreteras, sin los televisores del vecindario, sin el aleteo de un insecto, sin el murmullo de la nevera, sin el crepitar de la electricidad surcando las paredes... Nada. Absolutamente nada. Sólo una extraña sensación de vacío en tus oídos, de ausencia infinita. Como si el mundo se hubiera parado.

El sonido del silencio.



jueves, 26 de noviembre de 2009

En clave de jazz

Fotografía: Manuel Marin 2008 (CC-by) Creative commons attribution

Y hablando de jazz, hoy cuelgo unas cuantas de las versiones más curiosas que he encontrado: diez temas del rock, el pop, el tecno y hasta del grunge, a cargo de gente tan variopinta como Diana Krall, Caetano Veloso o M Clan, y todas en clave de jazz, por supuesto. Si conocéis alguna rareza más que merezca estar en lista, hacédmelo saber en los comentarios, please...

Spiderman Theme, versionada por Michael Bublé (en su disco Babalú)



Voodoo Child, de Jimi Hendrix, versionada por Térez Montcalm (en Voodoo)



Dance Me to the End of Love, de Leonard Cohen, versionada por Madeleine Peyroux (en Careless Love)



Come As You Are, de Nirvana, versionada por Caetano Veloso (en A Foreign Sound)



Love Me like a Man, de Bonnie Raitt, versionada por Diana Krall (en The Girl in the Other Room)



I Was Made for Loving You, de Kiss, versionada por M Clan (en Versión Imposible 2)



Here Comes the Rain Again, de Eurythmics, versionada por Ida Sand (en Meet Me around Midnight)



Roxanne, de The Police, versionada por George Michael (en Songs from the Last Century)



The Long Way Home, de Tom Waits, versionada por Norah Jones (en Feels Like Home)



...y Wind Cries Mary, de Jimmi Hendrix, versionada por Jamie Cullum (en TwentySomething)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Manteca!

Cuando me preguntan si me gusta el jazz se me queda la misma cara de pez que si me preguntaran cuál es la raíz cuadrada de 16.129. Vamos a ver: me gustan los discos de Gerry Mulligan, pero soy incapaz de darle una oportunidad a Joshua Redman. Se me pone la piel de gallina con la BSO de Calle 54, pero me aburren sobremanera los álbumes de Michael Camilo, e incluso algunos de Paquito D'Rivera o de Eliane Elias (y arderé en el infierno por ello). Disfruto algunos discos de Diana Krall y otros me duermen al tercer tema, y lo mismo me pasa con los de Nnenna Freelon, Anita Baker o Silje Nergaard. Me encandila el jazz-pop de Norah Jones, y no consigo pasar de la sexta canción de un grandes éxitos de Billie Holiday (y sí, también arderé en el infierno por ello). Me muero de envidia al leer a los que escriben sobre jazz, y daría un brazo por sentir lo que ellos sienten con Kind of Blue, pero luego lo escucho y mira, ni fu ni fa (y por tercera vez, y por si no estaré ya lo suficientemente chamuscado: arderé en el infierno por ello)... Pero bueno, toda esta diatriba es para hablar de una banda de jazz que, éstos sí, me alucinan: los argentinos Manteca! Jazz Trío.

Descubrí a este grupo en Jazz, ese ruído, y se ha convertido en uno de mis imprescindibles del género. Los tres Manteca! (bajo, teclados y batería) hacen un jazz electrizante que bebe-de y homenajea-a los grandes (Miles Davis, Mancini...), con una manufactura impecable, un toque muy personal y un cierto tono humorístico en sus interpretaciones, pese a que todas ellas son instrumentales. Su primer disco, Otro mundo perfecto, lo componen 5 temas con títulos tan curiosos como So What García! o Chef Guevara. Y hace poco, muy poco, acaban de publicar su segundo trabajo, Dos noches al borde del silencio, grabado en directo, y donde evidencian su buenhacer intepretando los temas de Otro mundo perfecto más otras seis piezas del todo imprescindibles. Casi dos horas de virtuosismo, vitalidad, guiños y exquisiteces que hacen las delicias de los expertos en jazz, y también de neófitos como un servidor. Y además, los Manteca! ofrecen, de manera completamente gratuita, sus dos trabajos en su web, listos para ser descargados en MP3, con buena calidad y con las carátulas listas para imprimir. ¿Qué más se puede pedir?

En fin, que continuaré disfrutando de los Manteca! mientras espero el día en que se me pongan los pelos de punta con Billie Holiday o con Kind of Blue. Y si me preguntan si me gusta el jazz, seguiré poniendo mi cara de No sabe/No contesta /...y Le da igual.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Krahe en La Vaqueria

La Vaqueria (Tarragona), jueves, 5 de noviembre de 2009. 22.55 H. Pasando entre el público que lo observa reverente, sube al escenario el maestro de maestros. Mano en el bolsillo, colilla en los labios, semblante quijotesco, mirada calma... ¡Qué tranquilidad, saber que todos los presentes son acólitos! Así es Javier Krahe: o se le ama... o se le desconoce. El madrileño ha conseguido lo que nadie: tener multitud de admiradores incondicionales, y que la mayoría de la gente de la calle no sepa quién es. Y de esta manera, tras 30 años de carrera, poder tocar en salas y garitos, y rodeado de fieles.

Empieza el espectáculo con Paréntesis, y le sigue Si lo llego a saber, dos clásicos representativos de su particular estilo: contar historias mordaces y desfachatadas con una lírica exquisita. Pero el repertorio también incluye temas de sus discos más recientes, como Diente de ajo, Gracias canción, Contigo y sin ti... Es toda una experiencia poder corear las canciones de antaño, pero descubrir nuevos sainetes directamente de la voz de Krahe es impagable, al igual que disfrutar de las presentaciones de cada tema, con su flema característica. Tres músicos, guitarra, contrabajo y vientos, (y de vez en cuando la armónica y el cazú de Krahe) se encargan de la labor instrumental, siempre con un cierto histrionismo, no vaya a ser que el tema en cuestión quede demasiado arreglado.

Y así, el veterano autor y su atípica banda van desgranando Arriba el alzheimer, En la costa suiza, La Yeti (primera parte), Antípodas, Navalagamella, Ron de caña, Un burdo rumor... Sarcasmo, prosopopeya, rima feroz... y sonrisas, risas y carcajadas entre el público. En total, casi 2 horas de éxtasis lírico, que ratifican a este Cervantes inmortal como uno de los más grandes de la canción de autor española de todos los tiempos. Inmenso Krahe.

domingo, 1 de noviembre de 2009

...y ¡hola, nuevo iPod!

Bueno, pues ya está en casita mi nuevo reproductor de MP3: el iPod Touch 32 Gb, con reproducción de vídeo, visor de fotos, agenda, juegos, wi-fi, ziritione y air-bag de serie, según reza el manual, aunque mucho me temo que no usaré nada de eso... Pero andaba un poco cansado de la martingala que tenía que hacer para pasar MP3 del iTunes a mi viejo Zen, así que, y sin que sirva de precedente, me he dado el capricho. Viene directo de la Apple Store de la 5º Avenida de la Gran Manzana (más manzanil, imposible, pues), aprovechando que unos amigos iban de viaje a NYC (Gracias, Juanjo y Eva).

Como ya pasó con el Zen, al pobre lo llevaré de lado a lado, conectándolo a las entradas AUX de las minicadenas de casa y del radiocassette del coche. Y ya le he cargado un buen puñado de música nuevecita (para mis oídos, claro), que tenía ganas de escuchar y que me apetecía estrenar con el nuevo cacharrito. Para los curiosos (ya que estoy empezando a dudar que a la Historia y a sus "anales" le interese), dejo aquí la lista, y al lado de algunos de ellos la dirección del blog donde he oído hablar del álbum en cuestión. Sirva ello como agradecimiento eterno a los que cada día me descubrís música nueva; aunque sospecho que preferiríais un jamón pata negra vía Seur. Cómo sois....

sábado, 24 de octubre de 2009

Adiós, viejo Zen...

Bueno, pues llegó el momento de decir adiós a mi viejo reproductor de MP3, el Creative Zen de 5 Gb. Han sido más de 4 años juntos, compartiendo buenos momentos y cientos de horas de música. Aunque hay que decir que también ha habido algún que otro disgusto: el más sonado, en 2006. Viajaba hacia Brasil, donde iba a pasar dos meses con la mochila a cuestas, y llevaba los 5 Gb. del Zen llenitos de música hasta el último bit. En el vuelo de España a Fortaleza, le doy al ON... ¡y en la pantalla aparece error de lectura de la biblioteca! No sé cuantas horas pasé de cyber en cyber intentando recuperar algo de las docenas de MP3 en teoría ahí almacenados. Sin éxito, claro. Al final no tuve más remedio que formatear, reinstalar el firmware... y perder toda la música. Por suerte, desde su casa David me echó una mano, y me iba dejando discos zipeados en un servidor FTP, los cuáles yo bajaba desde las pousadas donde me alojaba (a exasperante velocidad, por cierto) y cargaba en el reproductor.

Pero en fin, a parte de eso, la experiencia con el Zen, bastante buena: pequeño, robusto, podía usarse como pendrive, tenía radio, y una luz azul neón de lo más geek. Así que, ahora que ha llegado el momento de deshacerme de él, y aunque sé que queda en buenas manos, he de reconocer que le echaré un poquito de menos...

PD: Dejo aquí la lista de los últimos álbumes que ha albergado el Zen en mis manos, para los anales (fea palabra donde las haya) de la Historia. Y ya puestos, los puntúo de 1 a 5 estrellas (1=flojo, 2=normal, 3=bueno, 4=muy bueno, 5=obra maestra).

  • A Luci Spente, de Brazilian Wax (3*)
  • American Saturday Night, de Brad Paisley (3*)
  • Antes de que cuente diez, de Fito & Fitipaldis (3*)
  • Bienvenidos a la época iconoclasta, de Delinqüentes (2*)
  • Blue Again, de The Mick Fleetwood Blues Band (3*)
  • Call Me Crazy, de Lee Ann Womack (4*)
  • Chinese Democracy, de Guns n'Roses (1*)
  • Costa azul, de Sidonie (4*)
  • Dark of the Night, de Scott Hold (4*)
  • El camí cap a nosaltres, de Cesk Freixas (2*)
  • El incendio, de Sidonie (3*)
  • Gathering of the Faithful, de Shark Island (4*)
  • Getz/Gilberto, de Stan Getz & Joao Gilberto (5*)
  • IV, de Winger (2*)
  • Mr. Lucky, de Chris Isaac (3*)
  • Night Lights, de Gerry Mulligan (4*)
  • Rollercoaster, de Randy Rogers Band (5*)
  • Puerto Presente, de Macaco (1*)
  • Sea of Tears, de Eilen Jewell (3*)
  • Sleep Through the Static, de Jack Johnson (1*)
  • Subsuelo, de Jorge Salán (3*)
  • Tambourine, de Tift Merritt (4*)
  • Tell 'em What Your Name Is, de Black Joe Lewis & The Honeybears (2*)
  • Wicked Twisted Road, de Reckless Kelly (4*)
  • Xarnego, de Dani Flaco (3*)
  • Y., de Bebe (2*)

sábado, 10 de octubre de 2009

Loca melancolía

Las apariencias engañan. Al ver la portada (las portadas, de hecho) del último disco de Lee Ann Womack, de estética a lo Studio 54 y título alocado (Call Me Crazy), pensé: "Mira, la otrora melancólica cantante se decanta por un estilo más marchoso y discotequero". Su anterior disco (There's More Where That Came From, del 2005, muy bueno por cierto) ya tenía algunos temas animados, aunque predominaban los de tinte triste. Así que procedí a la escucha de Call Me Crazy... ¡y es melancolía en estado puro!. 12 temas sobre el desamor, la soledad, la morriña... que harán las delicias de los más proclives al abatimiento. Country bien hecho, muchas veces emocionante (sobretodo el tema estrella del álbum, Last Call, cuya historia parece la continuación lógica del I May Hate Myself in the Morning de su anterior disco), aunque se echa de menos algún cambio de registro, que Womack hubiera dejado aparte un poco la tristeza y los tiempos lentos para ofrecernos algo más animado.

Pero bueno, un disco más que disfrutable como banda sonora mientras se mira por la ventana una tarde lluviosa. Y con temazos tan grandes como el mencionado Last Call, de donde se extrae el título del disco, y con chorradas que me encantan, como usar la última palabra de una frase para empezar la siguiente ('Cause I'm always your last... Call me crazy). Llamadme simple, si queréis.

(Quería insertar el vídeo de Last Call aquí, pero la opción está deshabilitada en YouTube. Dejo el enlace y la letra).

http://www.youtube.com/watch?v=GBGZrljOm-Y

I recognized your number
It's burned into my brain
Felt my heart beating faster
Every time it rang
Some things never change
That's why I didn't answer

I bet you're in a bar
Listening to a country song
Glass of Johnny Walker Red
With no one to take you home

They're probably closing down
Saying, "No more alcohol"
I bet you're in a bar
'Cause I'm always your last call

I don't need to check that message
I know what it says
"Baby, I still love you"
Don't mean nothing when there's whiskey on your breath
That's the only love I get
So if you're calling

I bet you're in a bar
Listening to a cheatin' song
Glass of Johnny Walker Red
With no one to take you home

They're probably closing down
Saying, "No more alcohol"
I bet you're in bar
'Cause I'm always your last

Call me crazy but
I think maybe
We've had our last call

I bet you're in a bar
It's always the same old song
That Johnny Walker Red
By now it's almost gone

But baby, I won't be there
To catch you when you fall
I bet you're in bar
'Cause I'm always your last call

lunes, 28 de septiembre de 2009

El otoño

Llegó el otoño, y con él, el fin de las vacaciones, el entretiempo, los resfriados, los jerseys de cuello alto, el ponerse calcetines (y el tener que tenderlos, aparejarlos, doblarlos...), los fascículos coleccionables, el viento, la vuelta al cole, la vuelta al curro, la cuesta de septiembre, los programas del corazón, la nueva temporada de Mira quién baila, la lluvia, el olvidarse los paraguas quién sabe dónde, las tardes más cortas, el adiós a las terrazas, la tos, el moquillo, los kleenex, Halloween, las luces de Navidad en el horizonte...

Pero, por suerte, con el otoño también llegan cosas buenas.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Boris Vian

A veces me pasa que un escritor me persigue. Me ocurrió con Bukowski, años ha: de no haber oído nunca hablar de él pasé a encontrarlo por todas partes: en revistas, en novelas de otros autores, en canciones de Quique González... Así que tuve que leer algo del maldito escritor maldito... y flipé con él, claro.

Hace unos meses me pasó lo mismo con Boris Vian: era un perfecto desconocido para mí, y de repente Andy Chango le dedicaba un disco de versiones, lo rescataban en programas de televisión, le dedicaban artículos en las pàginas de cultura de los periódicos... (todo ello, a causa del 40 aniversario de su muerte). Así que tuve que escuchar el mencionado disco de Andy Chango (muy divertido, por cierto). Y este verano leí una de sus novelas más famosas, La espuma de los días. He de decir que me fascinó. El universo que crea el músico/escritor francés, tan cínico como surrealista, me atrapó. Además, fué curioso encontrar entre sus páginas, el pianocktail, el esperpéntico invento que ilustra la portada del disco de Andy Chango:

- ¿Tomas un aperitivo? -propuso Colin-. El pianocktail está terminado, puedes probarlo si quieres (...). Hago que a cada nota le corresponda un alcohol, un licor o un aroma. El pedal corresponde al huevo batido y la sordina al hielo. Para la soda, basta con un trino en el registro agudo. Las cantidades están en razón directa a la duración: una semifusa equivale a un dieciseisavo de unidad, una negra a una unidad, una redonda a cuatro veces la unidad (...).

-Me voy a hacer uno con Loveless Love -dijo Chick-. Tiene que ser perfecto.

En fin, que ya tengo en mi mesita de noche otra obra del genial autor, en este caso un thriller (Con las mujeres no hay manera), y más que caerán.

Por cierto, su muerte fue tan surrealista que podría haber salido de las páginas de uno de sus libros. El 23 de junio de 1959, Boris Vian asistía, de incógnito y disfrazado, al estreno de la versión cinematográfica de su Escupiré sobre vuestras tumbas. Se había enfrentado a los productores por la adaptación, denunciado la película públicamente, y pedido que borrasen su nombre de los créditos. Minutos después de iniciarse la proyección, se hundía en su butaca, y moría de un ataque al corazón de camino al hospital.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Bienvenidos (CD 1)

M Clan, Santa Lucía: Buen comienzo. Los murcianos consiguen emocionar con esta versión de un clásico.

Pereza, Rocanrol Bumerang: Las cosas se tuercen. Nunca he sido acólito de los Pereza, que convierten a su insulso estilo este potente tema. Mil veces mejor el original.

Loquillo, Yo sólo soy un hombre: El imperecedero Loquillo mostrando una desconocida faceta suya: la yeyé. Bueno, desconocida e innecesaria. Vergonzoso.

Rebeca Jiménez, Reina de la noche: Rebeca no tiene la mejor de las voces, y los arreglos son prácticamente los mismos del tema original. Así que, lo que podrías escuchar en un karaoke cualquiera una noche de sábado.

Bunbury, Un caballo llamado muerte: No soporto al ex-héroe, y aquí vuelve a convertir en soporífero un temazo originalmente electrizante. Para recaer en las drogas, vaya...

Revólver, Todo a pulmón: Carlos Goñi lleva 20 años cantando igual y tocando igual. Y aquí... pues otra vez. Pasapalabra.

Amaral, Al sur de Granada: Una (ténue) luz en el camino. Eva y Juan dejan su sello incofundible en una digna versión. Algo es algo.

Quique González, El ruido de fondo: Otro acierto (sin que haya para echar cohetes). Quique recuerda a Tom Waits en este tema hipnótico. Lo salvamos de la quema.

Mikel Erentxun, Ella se fue: ¿Es que no hay nuevos artistas en el panorama español para tener que tirar de las cenizas de Duncan Dhu? Cansino, muuuuy cansino...

Jorge Salán, Generación límite: Pues sí, algún nuevo artista hay, ¡menos mal! Guitarras potentes para un tema espectacular, tanto el original como esta versión.

Rosendo, El sonido de la ciudad: Apuesta segura. El de Carabanchel tira de oficio en otra más que digna versión. Grande.

Iván Ferreiro, Reina de la noche: Zzzzzzzzzzzz (¿Pero ésta no la habían versionado ya? ¿Es que, tras casi 50 años de carrera, Miguel no tenía más temas?)

En definitiva, un homenaje poco elaborado y bastante predecible (sólo faltan Bienvenidos o El himno a la alegría cantados a coro por todos los participantes) y que tira demasiado de viejas glorias (en el segundo CD aparecen incluso Víctor Manuel y Ana Belén, oh sielos), y olvida a gente que está haciendo cosas interesantes en el panorama actual (¿dónde están Fito&Fitipaldis, Sidonie, Rafa Pons...?). Flaco favor al que fue el artista más importante del rock nacional.

Otro día comento el CD 2. O no.

domingo, 6 de septiembre de 2009

De vuelta


Bueno, bueno, bueno... Pues ya estoy de vuelta por esta Calle del Bourbon, después de 2 meses en albis. Las tardes de julio las dediqué al dolce far niente: algo de playa, algo de deporte, algo de terracitas, y mucho, muuucho sofá. Y en agosto estuve recorriendo buena parte de Colombia. Bellísimo país, por cierto, tanto el interior como la costa y sus islas paradisíacas. Y además, y pese a la mala prensa, muy tranquilo, el más seguro de los países latinoamericanos que he visitado hasta la fecha. Bueno, miento, hay un par de peligros siempre acechantes: la cumbia y el vallenato.

Y es que no hay nada peor que estar en una buseta, viajando entre un par de pueblos, cansado y con ganas de echar una cabezadita, y que el conductor ponga a todo trapo RRRRRADIO CANNNDELA, lo que sería una Radio Tele Taxi a la colombiana. O estar en la playita de Taganga, debajo de un cocotero, la brisa del mar, el sopor de la tarde caribeña... y el disco de Los Mejores Vallenatos sonando a un volumen infernal desde el inmenso altavoz del chiringito, a escasos metros. El penetrante sonido del acordeón te taladra el tímpano con fuerza, mientras las monotemáticas letras del cantante desgañitándose te retumban en la cabeza.

Bueno, todo fuera eso. Por lo demás, muy bien, y además en Bogotá, Medellín y Cartagena pudimos disfrutar de unos espectáculos de jazz, musica antiqua y danzas africanas que nos congraciaron (un poco) con la música colombiana.

Pero en fin, todo lo bueno se acaba, y ya estamos aquí, de vuelta a la pura realidad. Espero que las vacaciones os hayan ido también bien a todos los paseantes de esta Bourbon Street, y nos vemos por aquí. A la que pueda cuelgo una breve crónica fotográfica del periplo colombiano.

martes, 30 de junio de 2009

¡Más Paisley!

Brad Paisley está que no para. Si tan sólo hace unos meses publicaba Play: the guitar album, hoy sale a la venta (en los Estates y en la iTunes shop) American Saturday Night, su flamante nuevo disco. No hace falta decir que le echaré una oreja tan pronto pueda: me encanta el country que hace el señor Pailsey, como ya he pregonado a los cuatro vientos varias veces en este blog). Sus primeros trabajos son insuperables, y aunque su último disco "al uso" (5th Gear, del 2007) me decepcionó un poco, su último álbum, el mencionado Play..., dedicado a la guitarra, me parece realmente bueno. Así que, aunque Allmusic.com ya avanza que en este American Saturday Night hay profusión de baladas y canciones de amor (de lo cual adolecía 5th Gear, a mi parecer), también cuenta que hay buenas dosis de guitarras aceleradas e incluso un potente "rompecuellos" (no hace falta decir qué significa la expresión), el tema Catch all the fish. Y claro, ya ardo en deseos de escucharlo.

A la publicación del disco le acompañará la obligada gira, American Saturday Night Tour 2009, la cual, ¡maldición!, sólo recalará en ciudades de los USA. ¡Con lo que daría yo por ver a Mr. Paisley en directo! ¿Por cuánto me compraría el diablo un alma, muy atea pero en bastante buen estado y no demasiado usada...?

domingo, 28 de junio de 2009

Mi canción del verano 2009

Estamos ya a punto de entrar en julio y aún no he encontrado mi canción del verano 2009. A diferencia de en ocasiones anteriores, que a estas alturas ya tenía claro cuál era mi tema favorito para que sonara a todo trapo mientras iba a la playita (El Culebrón en 2007, I'm yours en 2008), este año no hay ningún candidato destacado en tan particular competición. Eso sí, últimamente estoy escuchando bastante Bossa n'Ramones, mi último descubrimiento (aunque editado hace ya un año) de la serie Bossa n'...

La serie Bossa n'... són álbumes de versiones de bandas clásicas del rock, en clave de bossa nova. Mucho sampler, mucha electrónica, mucho ritmo brasileño y muy poca vergüenza para reinventar los grandes temas de Rolling Stones (Bossa n'Stones y Bossa n'Stones vol. 2, del 2005 y 2006 respectivamente), Bob Marley (Bossa n'Marley, 2005) o Guns n'Roses (Bossa n'Roses, 2006), por poner unos ejemplos. No hace falta decir que los puristas se arrancarán las orejas antes que llevarse al oído tamañas herejías, pero hay que reconocer que las versiones suenan frescas y desenfadadas, ideales como música de fondo mientras te tomas un mojito en el chiringuito de playa de turno.

Como es evidente, Bossa n'Ramones passa por el tamiz brasileño temas de los neoyorquinos The Ramones. Desde I wanna be your boyfriend hasta The K.K.K. took my baby, pasando por indispensables como Blitzkrieg Bop (con toques de son cubano) o Pet Sematary (para mí, en exceso tecnificado). En total, doce versiones abominables para algunos, frívolas para otros, pero divertidas para mí, en estos días de quemazones al sol y arena por los pasillos de casa.

Quizás Joey, Johnny y Dee Dee se estén revolviendo en sus tumbas por tanto sacrilegio, pero la culpa es suya por hacer una música tan buena: las melodías de los neoyorquinos eran tan increíbles que suenan tan bien en versión bossa nova como probablemente lo harían en clave de jazz, de blues o de jota aragonesa, si se diera el caso.

PD: Por si alguien siente curiosidad, he visto que desde esta página te puedes descargar el álbum.


miércoles, 10 de junio de 2009

Tequila Gran Reserva

Al parecer, el fenómeno de las reuniones no ha acabado de triunfar con los artistas nacionales. Mientras el regreso de bandas como The Police o Led Zeppelin han provocado colas kilométricas en las taquillas, la vuelta a la carretera de grupos como La Guardia o Nacha Pop no ha pasado de lo mero anecdótico. Pese a ello, Alejo Stivel y Ariel Rot, los dos supervivientes del grupo español de rock'n'roll más mítico de los 70 y 80, decidieron probar suerte y resucitaron Tequila. Y de hecho, la apuesta, que se auguraba ganadora, resultó un poco fallida: algunos de los bolos tuvieron que trasladarse a recintos más pequeños, ya que la venta de entradas no iba al ritmo esperado.

Pero bueno, casi lleno en el Pabelló Municipal d'Esports de Cambrils, básicamente por dos razones: era viernes noche (5 de junio de 2009) y gratis. El primer tema ya fue una declaración de intenciones: Rock'n'roll en la plaza del pueblo, y vaticinaba lo que iba a ser el evento: revisión de los clásicos más clásicos de la banda argentino-española. Les siguieron, claro, Mister Jones, Nena, El rock del ascensor... Rock'n'roll por un tubo, vaya, sólo ocasionalmente interrumpido por un reggae (El barco), un blues de Chicago (El ahorcado) y el inevitable funky de Quiero besarte. Alejo Stivel se veía un poco oxidado, y saltaba y cantaba sin demasiada convicción, víctima de tantos años tras la tabla de mezclas y lejos de los escenarios. En cambio, a Ariel Rot se le notaba que nunca había dejado de rodar: tocaba maravillosamente bien, muy convincente y enérgico, y bordó Sábado en la noche, el único tema que cantó él. Pero no era cuestión de eclipsar a la voz solista, así que pronto Alejo retomó la batuta y sonaron otros temas tan inolvidables como previsibles: Que el tiempo no te cambie (quizás el mejor de la noche), Dime que me quieres, Me vuelvo loco, y para terminar, los bises: otra vez Rock'n'roll en la plaza del pueblo, esta vez en clave bluesy, Necesito un trago y, como no, Salta.

En definitiva, dos horitas de clásicos y buen rock'n'roll, sin más. Ni menos.

jueves, 28 de mayo de 2009

Marrakech, crónica fotográfica

Martes, 12 de mayo


Paseo por el zoco

Atardecer desde Djemaa el-Fna

Miércoles, 13 de mayo

Madraza de Ibn Yusuf

Tarde en el Jardín Majorelle

Caracoles en Djemaa el-Fna

Jueves, 14 de mayo

Trekking por las cataratas de Ourika

Alfombras al sol

Viernes, 15 de mayo

El Palais de la Bahia


De compras en el zoco

Adiós a Djemaa el-Fna

lunes, 25 de mayo de 2009

Mike Farris - BCN - 20/5/09 - Crónica

Comparto con vosotros la crónica de Almond del concierto que dió Mike Farris el pasado miércoles en Barcelona:


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Lo prometido es deuda. Así que hoy me toca a mí ocupar el sitio de David en este blog (sed buenos...) para hablar del pedazo de concierto con el que nos deleitó Mike Farris.

Dia: 20/5/09. Hora: 22.30h. Lugar: Sala Zac

El de Nashville ya había tocado el 2004 en la misma sala (por aquel entonces la Bôite) presentando su disco en solitario, “Goodnight Sun”. Miércoles noche repitió, dando punto y final a su gira por España donde ha paseado su “Shout! live” por Azkena de la mano de la Roseland Rhythm Revue. Wow. Eso sí que debía ser la ostia. Con perdón.


El show empezó puntual. Mónica, Ana y una servidora bajamos las escaleras de la sala Zac con expectación, aunque por distintos motivos. Mónica por ser su primera vez con Mike. Ana por ser una conversa desde que David le pasó el “Salvation in lights”. Y una servidora por sus reservas. Lo confieso. Ver a Mike Farris en solitario con un set acústico... buf. Y es que no nos engañemos: la sombra de los Screamin’ Cheetah Wheelies es alargada. Pero no por nada dicen de él que “bajo su piel blanca esconde una alma negra” así que, con semejante mestizaje, Mike no necesitó ni 30 segundos para que cayera rendida a sus pies.


Unos aplausos contenidos del público dieron la bienvenida al ex frontman de los SCW que, ataviado con sombrero y sus inseparables gafas y armado sólo con una acústica, arrancó con Oh Mary Don't You Weep a capella; y desde ese momento, la comunión con el público fue total. Durante más de dos horas estuvo desgranando temas del “Salvation in lights” y del “Goodnight sun”, junto con algunos clásicos de los SCW que hicieron las delicias del respetable. Su voz compensaba con creces el no estar arropado por una banda aunque, personalmente, en las versiones acústicas de los Wheelies eché de menos a los de Tennessee. Incluso el propio Mike en una de esas versiones (no recuerdo cual era) no dudó en levantarse de la silla y, haciendo wuas wuaassss wuasss con la boca, intentó recrear el sonido de una eléctrica. El colofón se lo marcó a lo Pete Townsend, cogiendo la guitarra y haciendo un amago de estamparla en el suelo. Brutal.


Durante toda la velada Mike Farris hizo gala de una gran profesionalidad, exquisitez, humildad y grandeza. Un músico de la cabeza a los pies, vamos. Con su acento sureño y alma de soul, mezcló registros de gospel, blues y rock’n’roll cantando con una intensidad y emoción que ya querrían muchos. El público, que abarrotaba las primera filas (es lo que tiene ver un concierto en una “mini” sala circular), no dejó de tararear las canciones y se consagró por completo. La concurrencia yanki se hizo notar, y entre ellos una invitada especial, su esposa que -como según él mismo confesó -no acostumbraba a acompañarle de gira y a la que brindó el temazo Leave your window open for me.


Bebiendo Coca Cola sin parar confesó que era un adicto... al youtube y sorteó con humor alguna que otra broma -con pelín mala leche- al respecto. En el ecuador del concierto Farris se “cruzó” con una versión de Garth Brooks improvisada, a la que no encontraba el tono. En medio del cachondeo general nos invitó a que la tarareáramos y cantáramos, cosa que hicimos con más o menos fortuna y, al final, aplauso general y con el público ya entregadísimo.


En otro punto del concierto nos contó que lo invitaron a participar con una canción a un homenaje dedicado a Porter Wagoner (creo...) en Nashville. El tío, dudoso, llamó a su madre y la mujer, convencida, le aconsejó que cantara Green Green Grass of Home. Farris aprovechó esta anécdota -con imitación de la voz de su madre incluida- para hablar de cantidad de artistas y grupos de su tierra a los que, shit! no consigo recordar. Y suerte de Mónica y su nivelón de inglés que sinó, ni eso os puedo contar.


El concierto acabó con “Precious Lord”. Aplausos, un par de bises, y más aplausos. Al final finito a la 1 de la noche y las tres para casa más contentas que unas pascuas.

Si dios obra estos milagros, señores, quizás (como dice Rockland) valga la pena pensar en convertirse.


Ps. Pronto os cuelgo el set list (o parte de él). Ana lo estuvo negociando con un imberbe insobornable y al final no nos quedó otra que tomar nota.

Almond.

lunes, 11 de mayo de 2009

Bajarse al moro

Llegó mayo, y con él la habitual escapadita primaveral (¡bien!): de aquí unas horas cojo un avión que me llevará a Marrakech. Poco más de una hora de viaje, pero todo un mundo de choque cultural. 


La verdad es que me muero de ganas. Estuve en Marruecos hace 9 años, y desde entonces siempre he dicho que es el país más surrealista que he visitado. Eso sí, he de reconocer que no me acuerdo mucho de Marrakech. Aquella vez llegué a la ciudad con dos amiguetes, los tres con veintipico añitos, tras cientos de accidentados kilómetros desde Tarragona en un 4x4 tronado, y con un pedrusco del tamaño del Peñón de Gibraltar en la guantera. Así que el cansancio y el fumeteo eran tales, que guardo pocos recuerdos de la antigua capital imperial, y ardo en deseos de (re)descubrirla. Por cierto: a diferencia de aquella vez (que dormimos en la terraza del Hotel Alí, a escasos metros del bullicio y las columnas de humo aceitoso de la plaza Djeema el Fna), esta vez pernoctaremos, por expresa recomendación de una amiga, en una pasada de riad que, me temo, me hará sentir como un califa. ¡Por Alá, me estoy aburguesando!

Bueno, de aquí unos días, crónica... Mientras, aprovecho para colgar un desternillante pedacito de Bajarse al moro, con los Pata Negra dando la nota. ¡Hasta la vuelta!



domingo, 3 de mayo de 2009

Meat Loaf en House

Hace unos días vi el capítulo 20 de la 5ª temporada de House (Simple Explanation), y me sorprendió encontrarme con el gran Meat Loaf. Hace años que no le veía en ninguna serie o película, y el último disco suyo que escuché fue el Couldn't Have Said It Better (2003): un álbum bastante bueno, aunque a años luz del mítico Bat Out of Hell (1977) o de su digno sucesor, Bat Out of Hell II: Back into Hell (1993). Al parecer, en 2006 publicó una tercera parte de la saga, pero ya sin el beneplácito y colaboración de Jim Steinman (coartífice de los dos primeros Bats), y según he leído por ahí, el disco es bastante terrible.

En el capítulo (en el cual, por cierto, los guionistas se deshacen de Kutner, uno de los ayudantes de House, ya que el actor que le daba vida dejó la serie para formar parte del equipo de Obama), Meat Loaf hace el papel de un paciente con una enfermedad cardíaca que le hace agonizar. Y hay que reconocer que el actor/músico borda la actuación.

Y una curiosidad más: según leo en The Deadbolt, durante el rodaje, Marvin Lee Aday (que ése es el verdadero nombre de Meat Loaf) escuchó a Hugh Laurie (el actor que encarna al doctor House) tocar el piano, y quedó prendado de su feeling y su virtuosismo. Tanto que le propuso participar en su próximo disco.

Y Laurie aceptó.

lunes, 27 de abril de 2009

Manel en la Sala Zero

Gracias a su disco de debut, Els millors professors europeus (Discmedi, 2008), Manel son la sensación del momento en el panorama musical catalán. Más cercanos al folk que al pop convencional, y herederos de Sisa, Albert Pla o Pau Riba, sus canciones son coloridas postales de cotidianeidad: Manel bebe de la tradición stendhaliana ("una novela es un espejo que se pasea a lo largo de un camino") para retratar instantes con un minimalismo y una poesía naïf que han conquistado a cientos de seguidores.


Pese a ello, cuando antes que salieran a la venta las entradas de su concierto en Tarragona (Sala Zero, viernes 24 de abril de 2009), alguien me dijo que se iban a agotar, me resistí a creerlo: la Sala Zero es bastante grande, la hora del concierto (9pm) no era la más propicia para atraer a las masas, y la música de Manel me parecía más propia de minorías que de multitudes. Pero me equivoqué de mig a mig: el día antes, un mail de la organización avisaba que todas las localidades se habían agotado, y que no se venderían entradas en taquilla.

Pocas veces he visto un público más entregado. Desde los primeros pasos del concierto, la gente que abarrotaba la sala y se encaramaba por las escaleras tarareaba todas y cada una de las canciones, aplaudía a rabiar, y reía las gracias del líder del grupo (que, serio e impávido, me recordaba al gran Eugenio, e.p.d.). Hay que reconocer que, los temas, algo faltos de producción en el disco (como toda buena opera prima que se precie), ganaban enormemente en directo. Y además, la banda tuvo el acierto de acortar o acelerar algunos temas, alargar otros, e incluso dejar a los más voluntariosos inventar y cantar algunas estrofas sobre el escenario. Las anécdotas que contaban, la música sin estridencias pero también sin fisuras, su lírica irresistible, y la entrega del respetable hicieron el resto.Y así desgranaron todo su álbum, e incluso se atrevieron con tres versiones que hicieron las delicias de los más fans: Common People de Pulp, No t'enyoro de Els Pets (con la participación del líder de este grupo, Lluís Gavaldà) y la broma de la jornada: La Tortura, de Shakira y Alejandro Sanz).

En total, hora y media de concierto, rendición de todos los asistentes al directo de Manel, ganas de más, y a ver si llegan el segundo disco y una nueva visita de los barceloneses. Esperaremos.



miércoles, 15 de abril de 2009

Pasión morada

Este Viernes Santo estuve en Calanda, y... en fin, sobran las palabras...

(las almas más sensibles, que se salten las dos últimas fotos)














jueves, 9 de abril de 2009

Ajuste de cuentas


Dando un vistazo a los álbumes cargados en mi reproductor de MP3, me doy cuenta que la gran mayoría los tengo gracias a posts y sugerencias de la blogosfera musical que habitualmente consulto. Por tanto, y como es de bien nacido ser agradecido, no puedo dejar de dar las gracias a los que día a día me descubren discos imposibles de escuchar en la radiofórmula. Aquí van algunos agradecimientos:

...y por supuesto a David, el gran ausente (¡vuelve a la Calle, canalla!), por Bulletproof de Reckless Kelly, Low on Cash, Rich in Love de Eric Lindell, Ready an' Willing de Whitesnake, Texas Cannonball de Freddie King, y muchos, muchos más.


¡Gracias 1000 a todos, y buena Pascua!