A richer band

Vuelvo de mi escapada pasqüera a Eslovenia (un país precioso, por cierto) y en la sección de E$PECTACULO$ del periódico leo algo que, como buen catalán, me deja garratibat, esmaperdut, esborronat..., osease, acojonado.

Y es que han salido a la venta las entradas para los conciertos de los Rolling Stones en Barcelona y Madrid. ¿Los precios? (y aquí es donde mis ojos abandonan sus cuencas): las más "baratas", 65 euros en Barcelona y 70,5 en Madrid; y supongo que serán aquellas donde el escenario es un puntito en el horizonte, aunque puedes disfrutar del concierto a través de las pantallas convenientemente colocadas en los laterales y que desde la lejanía no se verán mucho mayores que las de las cámaras digitales.

Y las más caras (recojo mis ojos del suelo, acompañados de otros atributos físicos también esféricos), 185,50 eurotes, más de 30.000 de las antiguas pesetas (qué rabia me da esto de las "antiguas pesetas", parezco una voz en off de A3 Noticias). Aunque con éstas, también supongo, podrás ver hasta la nueva piñata postiza de Mick o las patas de avestruz de Keith.

Hace 4 años David y yo fuimos a su concierto de la gira Forty Licks en Barcelona (a un precio más razonable, creo recordar), y la verdad, fue un poco ni fu ni fa. Los clásicos de siempre, mucha pantalla, mucha posturita, pero musicalmente nada que te dejara boquiabierto. Así que en esta ocasión, a Sus Satánicas Majestades los verán los cuatro (o 200.000) que crean que ésta sí es su última gira. Pero yo pienso quedarme en casita y ahorrarme el pastón.

Todo esto me recuerda a ese viejo (muy viejo) chiste del catalán que visita el lago Tiberiades, y el barquero le pide 50 euros por un paseo en barca.

- ¿50 euros por una vuelta en barca? ¡Pero si en Banyoles cuesta 10! -exclama el catalán, indignado.
- Claro -responde el barquero-, pero piense que, en este lago, Jesucristo anduvo sobre las aguas.
- No me extraña -replica el catalán- ¡con estos precios!