viernes, 22 de mayo de 2015

Santa Cruz: ¿héroes o villanos?

Grandes expectativas había generado el anuncio del nuevo álbum de los finlandeses Santa Cruz, después de aquel celebradísimo Screaming for Adrenaline (2013). El amigo Sammy lo etiquetó como "el mejor disco de hard/sleazy de los últimos 15 años", y yo mismo escribí que "si lo hubiera firmado Mötley Crüe en lugar de los debutantes Santa Cruz, todos estaríamos hablando del resurgir de la banda californiana".

Pero los dos primeros adelantos, en forma de vídeo (We Are The Ones to Fall y Wasted 'n' Wounded) trajeron el desconcierto: eran temas rarunos, con poco que ver con obras clásicas del sleaze, y convirtieron las esperanzas en recelos.

Finalmente, hace unas semanas el álbum, homónimo al grupo, vio la luz, y las sospechas se han confirmado. Ya desde los primeros compases que lo abren, de la canción Bonafide Heroes, nos damos cuenta que estamos ante un trabajo extraño. Al parecer, la joven banda ha intendado buscar un sonido propio que les distinga de las hordas de grupos revival que pululan actualmente por el hard rock actual (léase Steel Panther, The Darkness, Reckless Love, H.E.A.T., Love Cream, Deadly Sin...). ¿Consiguen los fineses este sonido propio? Pues sí y no. En sus nuevas canciones, los Santa Cruz captan influencias no sólo del sleaze, sinó también de muchas otras variantes del hard rock, tanto de los 80 como posteriores: hair-metal, grunge, post-grunge, crossover, funk-rock, rap... Así que en este trabajo son capaces de sonar a Bon Jovi, Anthrax, The Offspring, Red Hot Chilli Peppers, Rage Against The Machine... ¡todos en la misma canción! Es decir, no recuerdan a nadie en concreto, y a muchos a la vez.

Además, en mi opinión abusan de los coros del tipo "uo-uo-uoh" y "na-na-nah" y, sobre todo, de los estribillos, repetidos hasta la saciedad en cada tema. De hecho, a menudo, más que canciones "al uso", son reiterados estribillos conectados por solos de guitarra, batería, o los mencionados coros. Sirva como ejemplo el último sencillo extraído del LP, My Remedy:


A pesar de todo, he de decir que el Santa Cruz (2015) no me parece malo, y de hecho muchas cosas buenas se pueden decir de sus canciones: son enérgicas, descaradas, insolentes, atrevidas, y la notable destreza técnica de estos mocosos aporta algunos momentos brillantes. Pero, tras varias escuchas, el resultado global me sigue pareciendo desconcertante, y me deja una sensación entre "esto me suena" y "¿pero esto qué es?".

Me queda la duda de cómo soportará el paso del tiempo este disco. ¿Tanto estribillo y tanto gritito acabarán por hacerse pesados? ¿Será un álbum que iré recuperando de vez en cuando, o quedará olvidado en la jungla de bits de mi disco duro una vez lo saque del iPod? De momento, lo estoy disfrutando (sin que me vuele la cabeza), pero los meses dirán qué valoración final le doy a este experimento que todavía hoy me tiene descolocado. Y habrá qué ver qué senda siguen los fineses, si la de este sonido "propio pero ajeno", o la del sleaze revival de su debut. Las ventas y los bolos en esta nueva aventura lo dirán.

viernes, 15 de mayo de 2015

El Rey ha muerto


Robert Johnson, J.J. Cale, Paco de Lucía, los otros dos Kings (Freddie y Albert)... Todos dan la bienvenida al Olimpo de los dioses de la guitarra al verdadero rey, el gran B.B. King, que hoy ha dejado un poco más huérfano al blues. No por esperada (tenía casi 90 años y hacía tiempo que se le veía bastante maltrecho) la noticia ha sido menos dolorosa. El cariño, el respeto y la admiración que se ganó a pulso Riley B. King está al alcance de muy pocos, quizás de él solo. B.B. era un prodigio de la técnica, pero en sus seis cuerdas había mucho más: un feeling inigualable, un sentido del humor irresistible, un llanto sobrecogedor, un sello inconfundible con sólo dos punteos, una manera de hacer cantar a la guitarra como si tuviera voz humana... Además, su altruismo y generosidad le hicieron trabajar con casi todo el que se lo pidió: desde Eric Clapton en aquel memorable Riding with the King (2000) hasta Raimundo Amador, pasando por U2, Kenny Wayne Shepherd, Diane Schuur, Brad Paisley, Gary Moore...

No podía dejar pasar este día sin homenajear en este humilde blog al guitarrista más grande de todos los tiempos. El Rey ha muerto, viva el Rey.


domingo, 3 de mayo de 2015