viernes, 21 de julio de 2017

All Things Must Pass

"En 1999, Tower Records tenía ventas de más de mil millones de dólares. Cinco años más tarde, se declaraban en bancarrota". Así empieza All Things Must Pass (2015), la película documental sobre la fundación, auge, expansión y ocaso de la que fue la mayor cadena de tiendas de discos del mundo. Un interesantísmo documento sobre la época dorada de la venta de música en soporte físico, y su lamentable fin. Los milenials nunca lo entenderán, pero el ir a una tienda a ojear vinilos y/o compactos, rebuscar entre cientos de discos, encontrar una o varias joyitas, ir volando a casa para escucharlas, quitar con ansia el plástico envolvente, y ponerlos en el equipo de música, eran unos placeres inigualables. Así que la peli no va sólo sobre el cierre de Tower Records, sino sobre el final de una era para los melómanos.

Además de entrevistas a Russ Solomon, fundador de la compañía, y a varios de sus directivos y trabajadores, también hay intervenciones de habituales ilustres de Tower Records, como Bruce Springsteen, Elton John o Dave Grohl. Los motivos de porqué la industria del disco fue tan espléndida, y porqué acabó pereciendo (no sólo a causa de la piratería) dan para varias reflexiones y conversaciones acodado en la barra de un bar. Y por supuesto, el documental está repleto de momentos emotivos para los viejunos como el abajo firmante.

100% recomendable, pues, si tu colección de discos o CDs ocupaba varios estantes de las estanterías de tu casa (y ahora duerme el sueño de los justos en el altillo o el sótano).

jueves, 13 de julio de 2017

The Vegabonds en La Traviesa

Bluesgrass Bar La Traviesa (Torredembarra, Tarragona), domingo, 9 de julio de 2017. Otro domingo travieso, acompañado de amigos y respectivos vástagos, en esta ocasión para disfrutar de The Vegabonds. Conocía a esta banda de Nashville por sus dos últimos discos, de un southern agradable y sin estridencias. Y a las 20.30, puntualísimos y todavía con la luz del día, así empezó el concierto: con canciones tranquilas, sonoridades amables, temas de pop-rock sureño sin sobresaltos ni aristas.
 
Pero, ¡ay, señores!, la cosa no iba a quedarse en eso. Los ritmos y la graduación fueron aumentando con el devenir del bolo, y con las primeras sombras el sonido se fue animando, creciendo, y el grupo metiéndose al respetable en el bolsillo. Ayudaron algunas versiones (Tom Petty, Allman Brothers, los Stones...) pero, sobre todo, un buen repertorio y una factura impecable. Los Vegabonds no son los tíos más habladores del mundo, pero su fe en su música y su discografía suple con creces esta carencia: no se limitan a alargar los temas innecesariamente, si no que van encadenando canción tras canción, tocadas con entrega y pasión, ya que se nota que creen en ellas y las disfrutan. 
 
 
Al cabo de 2 horas de goce y música ininterrumpida, tuvimos que retirarnos, ya que los peques daban muestras de cansancio y al día siguiente tocaba madrugar. Una lástima, porque al parecer (por el setlist pegado a uno de los altavoces y por los rumores de que tocarían hasta las 23.00) todavía hubo media hora de bolo, que tal como estaba la banda y el público, debieron ser memorables. Así que quedamos contentos, y con ganas de volver a ver a estos hillbillies si vuelven a dejarse caer por aquí.
 
 



PD: Todas estas fotos tan chulas son obra y cortesía de David.