sábado, 29 de diciembre de 2012

Repasito 2012

Languidece 2012, y el mundo no se acabó, aunque está cada vez más jodido, eso sí. Como es habitual por estas fechas, doy un breve repaso de lo que ha dado de sí, bourbonstreeticamente hablando...

Terminé 2011 y empecé el nuevo año recorriendo parte del Camino de Santiago, esta vez de León a Ponferrada.

He comentado algunos discos surgidos al otro lado del Atlántico (los últimos de Little Willies o de Lynyrd Skynyrd, por ejemplo), y he descubierto buenos grupos de nuestro continente, como los griegos Wild Rose, los suizos Gotthard, y los suecos Nubian Rose y Diablo Swing Orchestra. Europa se hunde, pero con una banda sonora de lujo.

En España han habido dos huelgas generales (29-M y 14-N), y la justicia está que da penita verla, a tenor de los juicios a Garzón y Krahe. Menudo panorama...

He ido a pocos conciertos: Luis Ramiro y The Brew en marzo, Dani Flaco en junio, y poco más. A ver si el año que viene me prodigo más por las salas de música en vivo.

Por cierto, en abril me vapulearon de lo lindo por cachondearme de una banda de homenaje a Kiss.

En febrero hice limpieza, y estuve a punto de tirar mis viejas cintas de cassette, aunque con vuestros comentarios me convencisteis de que no lo hiciera. Se han quedado acumulando polvo en el lavadero, y no puedo jurar que sobrevivan a la próxima mudanza.

Han salido algunos buenos álbumes este año, pero a mi juicio nada que te reviente la cabeza, y cada vez escucho más a los clásicos. Este año han sonado mucho en mis orejas Styx, Rainbow, Mötley Crüe y, sobre todo, Scorpions. Además, he creado una lista inteligente en iTunes que mete en el iPod discos que tenía olvidados, y han vuelto a mi memoria temas como el de Olga Román que cuelgo más abajo, que me sigue poniendo la piel de gallina.

En agosto me dediqué al turismo local, y en septiembre nos fuimos una semanita a Oporto. Nada que ver con hace exactamente diez años, cuando estuve con la mochila a cuestas por Australia.

Y en mayo sucedió lo que, hasta la fecha, es uno de los acontecimientos más importantes de mi vida: nació mi primera hija. Y es un solete.

En fin, hasta aquí un raudo y veloz repaso de lo que para el que suscribe ha supuesto 2012. Feliz año nuevo a todos, y que 2013 sea mejor, en especial para los que sufrís la lacra del desempleo. ¡Ánimo, y a seguir!

sábado, 15 de diciembre de 2012

Curiosidades del mundo animal

Si hace unas semanas inauguraba una sección titulada Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día, hoy hago lo propio con otra que he llamado Curiosidades del mundo animal. En ella encontraremos grupos y álbumes que mezclan estilos que, a primera vista, combinan tan bien como una casaca militar con unas mallas de ballet de color rosa. Y sin embargo, la mayoría de las veces el invento funciona, y descubriremos buenos a la par que atípicos discos que, si no se convertirán en nuestro álbum de cabecera, sí que nos alegrarán las orejas y nos arrancarán alguna que otra sonrisa. Y quién mejor para desvirgar esta sección que los Diablo Swing Orchestra.

Ni más ni menos que desde Suecia nos llega este grupo que fusiona ritmos tan dispares como el metal, el swing y la ópera, aunque en sus temas también podemos encontrar retales de stoner, de sonidos árabes o de corridos mejicanos, entre otras perlas. Pero la cosa es que, créanlo o no, suenan bien. En la banda, como no podía ser de otra manera, encontramos instrumentos poco habituales en el metal: ahí están ese trombón, esa trompeta y ese violonchelo, acompañando a los imprescindibles bajo, batería y guitarras, y a la fantástica voz de su cantante Annlouice Loegdlund.

Su tercer y último larga duración atiende al curioso nombre de Pandora's Piñata (2012), y el tema que lo abre no tiene desperdicio. Se trata de Voodoo Mon Amour, cuyo lyric video cuelgo más abajo. Pasen y vean, y disfruten de este engendro demoníaco que es Diablo Swing Orchestra. Otro día, más rarezas.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Australia

Me parece increíble que hayan pasado ya diez años desde que un día solicitara una excedencia en el trabajo, pidiera prestada una mochila, y me fuera 3 meses a recorrer Australia. Ni hace falta decir que fue uno de los viajes de mi vida. Pese a la década transcurrida, aun recuerdo con sorprendente nitidez muchos de los paisajes que disfruté, muchos de los albergues en los que pernocté, y sobre todo mucha de la maravillosa gente que allí conocí. A la mayoría de ellos les he perdido la pista, con algunos he seguido manteniendo contacto e incluso nos hemos visitado en nuestros respectivos países, y a otros los he vuelto a localizar recientemente, como a Mirella, con la que viajé durante 3 semanas y a quien he reencontrado hace unos días gracias a Facebook, ya con dos hijos y viajando ahora por tierras neozelandesas.

 Muchas son las anécdotas de aquel viaje, empezando por el temor al llegar de si 3 meses solo se me harían largos y querría volverme antes, o la pena justo antes de regresar a casa de no poder extender la excedencia 3 meses más. Pero éste es un blog de música, y mis experiencias musicales en el país austral fueron escasas: la sorpresa de la primera canción que escuché al llegar (¡el Aserejé!), un concierto de southern en medio del outback, el perderme un bolo gratuito de Bon Jovi del cual pasé a pocas calles y del que me enteré una hora después de que terminara, y poco más. Así que me limitaré a relatar una anécdota que, believe it or not, es totalmente cierta:

Estábamos en el pueblo costero de Byron Bay, tras terminar un curso de surf de una semana. Nos preparábamos para ir a cenar cuando alguien nos avisó que Sean, uno de los profesores del curso, de casi 2 metros de alto y con una espalda como un armario ropero, iba a mostrar cómo se tomaba el tequila al estilo australiano, asegurándonos que nunca habíamos visto nada igual. Bajamos a la zona común del albergue, donde encontramos a Sean con un chupito de tequila en una mano, una raya de sal en la otra, y medio limón sobre la mesa.

Pues vaya con el australian way -pensé-, es el mismo que el del resto del mundo. 

Cuando ya eramos unos cuantos los congregados, el surfista hizo su demostración: con tres movimientos rápidos, se bebió el tequila de un trago, esnifó la raya de sal del dorso de la mano, y se exprimió el limón sobre sus ojos. Todos estallamos en un grito unánime, mientras Sean se retorcía de dolor, tosiendo y llorando a moco tendido.

Efectivamente, nunca habíamos visto a nadie tomar el tequila así.

domingo, 25 de noviembre de 2012

La banda más desgraciada del mundo

Mientras busco tiempo e inspiración para escribir un post decente, y con decente me refiero a que no os dé ganas de emprenderla con el ordenador a hachazos, cuelgo aquí está divertidísima versión del Somebody that I Used to Know, a cargo de los The Key of Awesome.

Señoras y señores, con ustedes, la banda más desgraciada del mundo (y con subtítulos en la lengua de Cervantes, thanks God!):


Otra vez, gracias a Catalanet.cat, donde vi el vídeo por primera vez.

martes, 13 de noviembre de 2012

Sobran los motivos


Y por si te falta algún motivo más, aquí va otro...

domingo, 11 de noviembre de 2012

Discos que no te salvarán la vida


Inauguro hoy una sección que, sinceramente, no sé si tendrá continuidad: Discos que no te salvarán la vida, pero que te pueden alegrar el día (D.Q.N.T.S.L.V.P.Q... bueno, da igual). Por suerte o por desgracia, no estamos en 1987, y en mi humilde opinión ya no se publican discos como los de 25 años atrás: raro, muy raro sería, que a día de hoy apareciera un Appetite for Destruction (1987), un 1987 de Whitesnake, o un Dr. Feelgood (1989). Pero siguen saliendo álbumes que un día te bajas, que vas escuchando regularmente, que no te apetece quitar del iPod, y que un día descubres que llevan ahí varias semanas y un buen puñado de reproducciones. Aquí van algunos de los publicados este año y que quizás no van a pasar a la historia, pero que a mí me han alegrado más de una tarde.

Break the Silence (2012), de Gun. Muchos cambios han habido en la formación de la banda escocesa desde sus inicios hace cinco lustros. Pero su nuevo disco, con un sonido más animado y fiestero que el de sus primeros trabajos, no suena nada mal. Todo lo contrario, de hecho: fantásticas guitarras y melodías las que nos traen los Gun del siglo XXI, con temas tan destacables como Lost & Found, 14 Stations o el que da título al álbum.



North (2012), de Matchbox Twenty. Si una vez a la banda de Rob Thomas le colgaron la etiqueta de post-grunge por su disco de debut Yourself or Someone Like You (1996), esos tiempos han pasado. Matchbox Twenty, que llevaban 10 años sin publicar trabajo (a excepción del recopilatorio Exile on Mainstream (2007)) facturan un pop-rock elegante, sin fisuras, y con poco espacio para la estridencia. Poco o nada que ver, pues, con los sonidos del Seattle de los primeros 90. Así que los talibanes del grunge encontrarán este North pasteloso y sobreproducido. Pero a los que teníamos cierta querencia al pop de esta banda de Orlando, su regreso a la escena musical ha supuesto una buena noticia.


Whether You Like It Or Not (2012), de The Dirty Pearls. Genial primer larga duración de esta banda neoyorquina que descubrí, lo reconozco, atraído por su tremenda portada. Punk-rock, sleaze, garage y reminiscencias "ramonianas" y "motleycruenianas" en diez temas irresistibles, que incluyen desde alguna balada (You Got Me Where You Want Me) hasta auténticos trallazos como Sucker for a Sequel, pasando por ritmos con un cierto sabor funk (Bring on The Night). Toda una sorpresa, la que para mí debería ser una de las bandas revelación del 2012.



Y hasta aquí esta primera entrega de D.Q.N.T.S.L... Bueno, de esta sección.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Poderosa Diana

Podría decir muchas cosas sobre Glad Rag Doll (2012), el último trabajo de Diana Krall: Que supone un giro en su carrera, ya que interpreta temas relativamente desconocidos de jazz y vodevil de los años 20 y 30, en lugar de los standards habituales. Que está producido por T-Bone Burnett. Que la cantante escogió 35 canciones que escuchaba de pequeña y le dio la lista a Burnett para que seleccionara las que conformarían el álbum. Que el productor no comunicó a Krall los temas elegidos hasta que entraron en el estudio...

Pero sinceramente, tras unas cuantas escuchas, he de reconocer que lo que más me ha impresionado es la foto de portada, en la cual Diana -que este mes cumplirá 46 años- está TREMENDA.


En fin, supongo que esto dice poco bueno del disco, y aún menos de mí...

domingo, 28 de octubre de 2012

Pájaros en vías de extinción

Las intenciones quedan claras en el diseño de portada: la silueta de un pájaro, libre tras romper las rejas de la jaula. ¿Os trae algún título de canción a la cabeza? Efectivamente, en su nuevo álbum, Lynyrd Skynyrd pretenden traer de vuelta el espíritu de Free Bird. No lo consiguen, claro, aunque lo intentan con temas también de ornitológicas referencias como Ready to Fly. Pero como era de esperar, Last of a Dyin' Breed (2012) se parece más a God & Guns (2010) que a Pronounced 'Lĕh-'nérd 'Skin-'nérd (1973). Los de la dulce Alabama, o lo que queda de ellos, aparcan el blues y los sonidos tradicionales de sus albores y se centran en un southern más guitarrero y contundente, con aires de rock clásico. Tampoco es mala cosa: a los Lynyrd no se les puede pedir que hagan otro Pronounced..., ni otro Second Helping (1974), ni otro Street Survivors (1977)... Los años pesan, y las bajas todavía más. Pero Last of a Dyin' Breed entretiene, explota y endurece un estilo sureño que ellos mismos parieron hace casi 40 años, y suena de maravilla gracias a la producción y a los pedazo de músicos que alimentan la formación del siglo XXI. Además, en los últimos tiempos no están saliendo tantos buenos álbumes de southern, así que no es cuestión de hacerles un feo a los padres de la criatura. No conseguirá los discos de platino de hace cuatro décadas, pero tampoco estamos en 1973, y la industria y los gustos musicales del pueblo han cambiado desde entonces (a peor, pensamos muchos). Y qué más da. De momento, a mí me está alegrando las orejas, así que espero que el título del álbum (otra referencia al pasado, por cierto, concretamente a aquel Endangered Species (1994)) no vaya a resultar premonitorio, y que éste no sea el último trabajo de esa rara avis que fue, y sigue siendo, Lynyrd Skynyrd.

lunes, 22 de octubre de 2012

Echando el oído atrás

Es tema recurrente en los blogs que visito la velocidad de vértigo a la que consumimos música en estos tiempos digitales. Nos hacemos con un disco, lo escuchamos cinco, diez, quince veces, y luego lo enterramos en el olvido de bits de nuestro disco duro. Por supuesto, eso nos hace ignorar al cabo de unas semanas álbumes que valdría la pena exprimir más, o no dar segundas oportunidades a otros a  los que no hemos hecho demasiado caso, y que quizás en otro momento nos hubieran volado la cabeza.

Para paliar, aunque sea levemente, tamañas injusticias, desde hace unas semanas estoy haciendo el siguiente experimento: en iTunes he creado una smart playlist (supongo que en la versión en español se llama lista de reproducción inteligente) que incorpora los discos añadidos hace más de 85 meses y menos de 86 (cuando instalé iTunes). Como tengo activada la opción Live Update, la lista se actualiza automáticamente a diario con los mp3 que cargué en esa ventana de tiempo, hace más de siete años.


Tengo configurado que el iPod incluya, además de los discos que estoy escuchando regularmente y las últimas adquisiciones, esa lista de "oldies". De esta manera estoy redescubriendo fantásticos álbumes que tenía prácticamente olvidados: el increíble directo One Way Out (2004) de The Allman Brothers Band, el curioso Vienen tiempos (2004), último trabajo en estudio de los madrileños Vacazul, o los dos LPs de Cry of Love, que incorporé a mi discoteca digital por aquel entonces y no había vuelto a recuperar.

Mi consumo de música seguirá siendo frenético, me temo, pero intento ignorar más las novedades que surgen en tropel día sí día también, y reencontrarme con viejos discos para saborearlos como merecen o, como mínimo, para darles un par de escuchas más antes de olvidarlos definitivamente. De momento, la experiencia está siendo satisfactoria y, en ocasiones, sorprendente.

martes, 9 de octubre de 2012

Hurgando en la basura

Alentado por las buenas críticas que he ido viendo en los blogs (como la de The last DJ's refugee), hace unos días me hice con Los trapos sucios, la autobiografía de Mötley Crüe. Como no podía ser de otra manera, y supongo que esto no dice gran cosa de mí, lo estoy pasando en grande con las barbaridades y depravaciones de la banda californiana. Hete aquí un ejemplo, narrado por Nikki Sixx:

Saqué la hoja, extendí el brazo en el que llevaba un brazalete y hundí la navaja directamente sobre mi codo, deslizándola hacia abajo unos diez centímetros y cortando en algunos sitios tan profundamente que se podía ver el hueso (...). A continuación llamé a la policía y dije que mi madre me había agredido.

Y aquí otro momento álgido, a cargo de Tommy Lee hablando de su primera novia:

De repente ella rugió como un puma enloquecido y su coño explotó en mi boca. El agua salía a chorros. Se estaba corriendo como un depósito agujereado; era lo más alucinante que había visto en mi vida. En aquel momento pensé: "Oh, Dios mío, estoy enamorado de esta chica. ¡Ésta es la mujer de mi vida!

Semejantes lindezas se suceden página sí página también, dejando al descubierto las historias más excesivas del grupo, que se agarraron al sex, drugs and rock'n'roll como si no hubiera un mañana. Y cuesta creer que lo hubo, y que ninguno de ellos terminara en un depósito de cadáveres con una jeringuilla colgando del brazo.

Todavía voy por la página 100, pero si el libro mantiene el nivel, tengo diversión asegurada durante casi 400 páginas más. Como bien dice Nick Hornby en la contraportada, "si hay historias peores que ésta en el rock and roll, no merece la pena contarlas".

viernes, 5 de octubre de 2012

Un viaje oportuno

Aprovechando el permiso de paternidad y las vacaciones maternas, la semana pasada subimos a la baby a su primer avión (nosotros la acompañábamos: los padres novatos sufrimos, pero no tanto como para facturarla sola y sin billete de vuelta). Destino: Oporto, Portugal. Evidentemente, el viaje ha sido tranquilo, a ritmo de un bebé de cuatro meses, levantándonos tarde, acostándonos pronto, y durmiendo intermitentemente durante la noche, como es de rigor. Pero la ciudad nos ha gustado mucho: edificios señoriales con su toque decadente, iglesias vestidas en cerámica azul y blanca, tranvías del siglo pasado escalando las calles, la ribera del Duero, las bodegas de vinho verde y vinho branco al otro lado.. Y un bacalao impresionante, del cual dimos buena cuenta hasta en tres ocasiones.

Eso sí, nos faltó ir a un concierto de fado, y eso que hubieron algunos durante el fin de semana. Pero como he dicho, retirábamos pronto, tampoco era cuestión de hacer trasnochar a la cuatrimesina, ni de arriesgarnos a interrumpir a la cantante de turno con el llanto de un bebé reclamando su ración de leche (no recomendable para oídos sensibles, os lo aseguro).



Pero en definitiva, muy buena la experiencia, tanto por el destino por cómo ha respondido la heredera del Imperio. Un viaje muy oportuno, pues (y gracias, Nelson, por el juego palabro).


lunes, 24 de septiembre de 2012

Crónica rosa


Este mes de septiembre, Pink ha publicado nuevo disco, The Truth about Love (2012). Para los heavies de pro, la noticia les suscitará tanto interés como un nuevo lanzamiento de Britney Spears o Lady Gaga. Pero yo, que soy un rockero de pacotilla, me he lanzado a conseguir y escuchar lo último de la cantante del pelo rosa. Me gustan su voz, su actitud, su estilo, y aunque algunos de sus trabajos son flojillos (el Missundaztood (2001) que la catapultó a la fama no me dice mucho), hay otros que me parecen realmente interesantes (mi preferido, I'm Not Dead (2006)), con buenas guitarras, buenas líneas de bajo, y unas letras descaradas y atrevidas.


Tenía esperanzas que este The Truth about Love tambien tuviera un sonido guitarrero, alejado de la electrónica, pero el par de escuchas que le he dado parecen confirmar lo contrario: mucho dub, loop, drum'n'bass y mandangas eléctricas varias de las cuáles no soy devoto. Pero tanto lírica como mélodicamente estoy encontrando buenas canciones, muy en la línea que caracteriza a la cantante de Pensilvania. Un ejemplo de lo primero, en el tema True Love:

At the same time I wanna hug you, I wanna wrap my hands around your neck.
You're an asshole but I love you, and you make me so mad I ask myself
Why I'm still here, or where could I go?
You're the only love I've ever known,
But I hate you, I really hate you,
So much I think it must be... true love


Y un ejemplo de buenas melodías, en el vídeo del single que sirve de presentación del álbum, Blow Me (One Last Kiss). Si en lugar de esas bases electrónicas hubieran guitarras afiladas, estaríamos ante todo un temazo.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Sofia y los nubios


Si hace unos meses hablaba del grupo griego de rock clásico Wild Rose, hoy otra Rose visita la Calle del Bourbon. Se trata de Nubian Rose, una banda sueca, en este caso más orientada al hard rock melódico que los helenos, y capitaneada por un pibonazo llamado Sofia Lilja. ¡Menuda planta tiene la líder de los nórdicos, una mulata enfundada en cuero capaz de levantar las pasiones (y otras partes de la anatomía) del más pintado! Pero no sólo de palmito puede presumir Sofia: el vozarrón del que hace gala es un torrente poderoso y enérgico que da personalidad a cada uno de los fantásticos temas que configuran este Mountain (2012), su álbum de debut. Y como los músicos que la acompañan en este proyecto no le van a la zaga, el resultado es un pedazo de disco que no deja indiferente. Dadle al play en el vídeo, y comprobadlo vosotros mismos.


Una banda pues, muy a tener en cuenta a partir de ahora, si siguen con el nivel que han demostrado en esta opera prima. Estaremos atentos a los futuros movimientos de Sofia y los suyos (vale, sobre todo a los de Sofia...)

sábado, 8 de septiembre de 2012

De vuelta


Bueno, pues aunque hay gente que considera fatal lamentarse por ello ("alégrate que tienes trabajo, con los tiempos que corren" y todo ese rollo), he de decir que, muy a mi pesar... se terminaron las vacaciones. Y eso que este año, obligados por las circunstancias, no han habido paseos por playas idílicas, inmersiones en aguas tropicales, caminatas por glaciares colosales ni chapuzones en cataratas recónditas. El par de escapaditas de este verano 2012 han sido muy locales: algo de Maestrazgo, algo de Pirineos, todo muy bucólico (vacas incluídas), y todo a un ritmo contemplativo y relajado al que no estoy acostumbrado. En fin, que mentiría como un bellaco si no reconociera que he echado de menos las emociones de otros agostos. Pero ya vendrán vacaciones más estimulantes en años venideros, espero y confío.

En el aspecto musical, el nuevo curso ha traído o nos traerá algunas novedades interesantes: lo nuevo de The Dirty Guv'Nahs, de Blackberry Smoke, de Black Country Communion, de The Darkness... y alguna que otra decepción: vaya fiasco el segundo disco de Ponderosa, que parecían una de las grandes esperanzas del southern. Tras el prometedor debut que supuso Moonlight Revival (2011), el cambio de rumbo que ha dado esta banda con Pool Party (2012), de sonidos indie, me ha parecido tan desacertado como innecesario. Pero supongo que alguien habrá a quien le este gustando su nuevo estilo, más cercano a Coldplay que a Lynyrd Skynyrd. Hay gente pa' to', que dijo el torero...

Pues eso, que nos iremos encontrado por aquí la blogosfera musical. Bien hallados todos, y hasta el próximo post.

viernes, 3 de agosto de 2012

Cerrado por vacaciones

Este blog, o mejor dicho, el que perpetra los posts en él publicados, se larga de vacaciones. Este año me temo que serán en algún lugar menos paradisiaco que el del año pasado (véase foto adjunta), pero ya habrá tiempo de volver a levantar el vuelo en años venideros, y reconozcámoslo, de vacaciones se está bien hasta en el sofá de casa.

En fin, feliz verano a todos, y nos leemos a la vuelta.

lunes, 30 de julio de 2012

Ellas tres

En mi reproductor de mp3, entre muchos discos de rock de los 70 y 80, varios de grupos actuales también de rock, un par de blues, un par de jazz, alguno de southern, y tres o cuatro de cantautores que no los conoce ni su padre, siempre suelen colarse dos o tres cantantes más o menos melódicas. Son álbumes adecuados para determinados momentos: para la intimidad con la pareja, para dormir a my baby, o simplemente para cuando quiero relajar la mente con algo de escucha fácil. Estos son los tres que pululan por mi iPod a día de hoy, todos ellos novedades:

Little Broken Hearts (2012), de Norah Jones. La bella Norah sigue erre que erre con el cambio de rumbo que inauguró con The Fall (2009). Olvidando el jazz-pop que le hizo famosa (y que me gustaba especialmente), vuelve a tirar de un pop electrónico que no me convence en absoluto. Pero lo mantengo en la recámara, nunca se sabe cuando puede hacer falta la voz aterciopelada de Miss Jones para dormir a la peque, pues ha quedado encantada más de una vez con el sonido de caja de música de cortes como Say Goodbye.

Secret Symphony (2012), de Katie Melua. La que no se la ha vuelto a jugar es Katie Melua. Tras el fracaso de The House (2010), de tintes electrónicos, la georgiana vuelve a tirar del estilo que la hizo popular en aquel Piece by Piece (2005). Jazz-pop previsible, pero también cautivador gracias a la voz privilegiada de Katie, y que cuenta con una inesperada versión del clásico Nobody Knows You When You're Down and Out.

The Absence (2012), de Melody Gardot. La increíble Melody vuelve a dar en el blanco. Ya no sólo se inspira en las grandes damas del blues para crear esas melodías nebulosas que la caracterizan. Ahora también bebe de la bossanova, de la chanson francesa, de los ritmos africanos..., para ofrecer un disco ecléctico y preciosista. Quizás se echa de menos algún temazo, como aquel Your Heart Is as Black as Night que sobresalía de su anterior LP, pero en cambio se le agradece que no abuse de las secciones de cuerdas como antaño, y se atreva a explorar terrenos inhóspitos. La aventura le ha salido bien.

lunes, 23 de julio de 2012

Descubriendo a Gotthard

 Hasta hace unas semanas no sabía de la existencia del grupo suizo Gotthard. Imperdonable mi ignorancia: leo asombrado en la Wikipedia que lleva 20 años de carrera, y que sus últimos once álbumes han alcanzado el número uno en el país de los relojes de cuco. Ando escuchando estos días uno de sus últimos trabajos, Domino Effect (2007), y... ¡menudo pedazo de disco de hard rock que se cascaron los helvéticos hace un lustro! Un gran ejemplo de rock de tintes clásicos bien parido, con temazos irresistibles como Master of Illusion, Gone Too Far o The Oscar Goes to...

Lamentablemente, hace dos años la desgracia se cebó con su líder y fundador, Steve Lee. En 2010, mientras cumplía su sueño de cruzar Estados Unidos en Harley, y estando parado en el arcén de una carretera, un camión perdió el control y embistió una de las motos de sus acompañantes, que arrolló al cantante causándole la muerte en el acto.


Al parecer, este 2012 Gotthard ha publicado nuevo disco con nuevo vocalista, Firebirth (2012), y como no podía de ser de otra manera, ha vuelto a ser número uno en Suiza. Habrá que echarle una oreja, a ver qué tal. De momento, dejo aquí el vídeo de uno de los singles de Domino Effect, la balada The Call.




domingo, 15 de julio de 2012

Brotes verdes

Ando escuchando estos días Suzie Cracks The Whip (2012), el último trabajo de los Blues Traveler, y estoy encantado de poder decir algo que creía que nunca volvería a decir de un disco suyo: ¡Me gusta!.

A ver, no nos echemos a la calle con pancartas, banderolas y confetti: no estamos ante un nuevo Four (1994) o un Straight On till Morning (1997). Pero el disco tiene el sabor de los primeros trabajos de los Traveler, y contagia un buen rollo que se echaba de menos tras sus decepcionantes últimos lanzamientos. De hecho, el tema de apertura, You Don't Have to Love Me, recuerda a el estilo tan groovy que caracterizaba su primer y homónimo trabajo Blues Traveler (1990). Y el resto de composiciones no le van a la zaga. Solo el quinto corte, Things Are Looking Up, rememora los experimentos perpetrados por el grupo de Nueva York en álbumes tan prescindibles como ¡Bastardos! (2005) o North Hollywood Shootout (2008), pero al tratarse de una excepción, tampoco molesta demasiado. Y el resto, pues muy bien: algo de country en Don't Wanna Go, reggae en All Things Are Possible, funk en Big City Girls... y todo regado con el inconfundible sello que hizo famoso a la banda de John Popper.

Así que en la carrera de los BT se atisban brotes verdes, por usar la expresión que usó para referirse a la economía española aquel visionario que fue ZP. Quiera Dios que mis palabras no sean tan de mal agüero como las del ya expresidente del Gobierno.

viernes, 6 de julio de 2012

100 riffs

Una breve historia del rock'n'roll... en 100 riffs.


Gracias a Catalanet.cat, donde lo encontré.

sábado, 30 de junio de 2012

Mi canción del verano 2012

Albores del estío 2012: momento de desenterrar el bañador de las profundidades del armario, de buscar una crema solar no demasiado caducada... y de elegir mi particular canción del verano. Esta vez pronto lo he tenido claro. Hace meses que suena en mi reproductor el que hasta la fecha es el disco más refrescante del año: The Church of Rock'n'Roll (2012), de los norteamericanos Foxy Shazam. Fantástico y divertídisimo este cuatro trabajo de la banda, que cada vez que lo escucho dibuja una sonrisa sobre mi tez canela (lástima que, de cuello para abajo, todavía estoy más blancucho que el hijo secreto de Iniesta y Nicole Kidman). No voy a hacer una crítica pormenorizada del disco: para eso os remito a los posts de Günner, Pupilo Dilatado y Sammy, que saben más de música (y de muchas otras cosas, sospecho) que yo. Sólo apuntar que es imposible resistirse a estos predicadores del rock'n'roll, que me suenan a lo que podrían haber hecho Stryper 20 años atrás si se hubieran dedicado a abusar del vino de misa en lugar de a repartir Biblias.

Y si tengo que elegir un tema, me quedo con el tercer corte del álbum: Holy Touch. Mi canción del verano 2012, sin lugar a dudas.

Id con Dios.



Mis anteriores canciones del verano:

martes, 26 de junio de 2012

Dani Flaco, directamente

La Vaqueria (Tarragona), 7 de junio de 2012. Enésima visita de Dani Flaco a La Vaqueria, rodeado de amigos; de amigas, mejor dicho, ya que el 80% del público era femenino. Una treintena de acólitos nos reunimos en este concierto de presentación de su último trabajo, Cada vez más flaco. Directamente en Barnasants (2012). Dani, a pelo como siempre que viene a Tarragona (qué ganas tengo de verle con la banda al completo), repasó los temas que componen este álbum en directo. Pocas sorpresas pues, pero lo bueno de encontrarse en familia es que los asistentes se cuentan por incondicionales. Así que el de Hospitalet volvió a emocionar con sus historias desesperadas, con sus cantos a los amores fugaces, con su retahíla de corazones rotos. También un lujazo escuchar en vivo los cuatro nuevos temas que incorpora el CD, además de la versión del Que tinguem sort de Lluís Llach, y Por lo menos, un adelanto del que será su próximo disco en estudio.


En el repertorio, tanto del disco como del concierto, se echan en falta sus canciones más rumberas y coñonas. Adiós, pues, a Apaga y vámonos, a Inés, a Mi palito... Pero Dani Flaco ha decidido, al menos por esta vez, aparcar frivolidades y erigirse en bardo del desamor, heredero del Sabina más melancólico o del siempre añorado Enrique Urquijo. No le culpo. Un servidor daría un brazo por escribir letras como las de Dani. Así que, lamámonos nuestras heridas al son de la música de este pedazo de compositor, y a esperar su nuevo trabajo como agua de mayo.


lunes, 18 de junio de 2012

Una línea de bajo

Hay centenares de canciones que forman parte de la historia de la música. Del mismo modo, hay decenas de grupos y artistas que también lo hacen. E incluso un buen puñado de riffs y solos de guitarra que también son eternos: inolvidables, irrepetibles, y fáciles de identificar (ahora me vienen a la cabeza las intros de La Grange de ZZ Top y de Sweet Child O'Mine de los GN'R, por poner un ejemplo de cada). Pero lo que no son tan habituales son las líneas de bajo que han pasado a la historia.

Hace unos días, viendo la tele, me topé con este anuncio del Jeep Grand Cherokee, y con esa línea de bajo que sí, esa sí que es histórica e inconfundible:


 

Efectivamente, se trata de la progresión de bajo que enlaza el cuerpo principal de The Chain de Fleetwood Mac con el final de la canción. Menudo temazo, y menudo disco el que lo contiene, aquel mítico Rumours de 1977. A ver que día hablo de él, porque es de esos álbumes que llevo lustros escuchando, y siempre le descubro algo nuevo.

domingo, 10 de junio de 2012

De Krahes y Urdangarines

Esta semana se ha conocido el fallo del juicio a Javier Krahe y Montse Fernández, acusados de blasfemia por el corto Cómo cocinar un Cristo para dos personas, filmado en 1978. Ambos han resultado absueltos, ya que el juez considera que el filme tiene "un inequívoco sentido satírico, provocador y crítico, pero no el de ofender que pretende la acusación".

Sin entrar a valorar las razones de los denunciantes, ni si el fallo es justo o no, inevitablemente se me plantea una duda. ¿Cómo es posible que se juzgue a alguien por un corto amateur realizado hace la friolera de 34 años, y en cambio muchos de los corruptos que pululan por las Españas se libren de pisar el banquillo porque los delitos han prescrito? Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, se libró en 2010 de cuatro delitos fiscales perpetrados desde 2000 a 2003. Los abogados de Macià Alavedra esperan salvarle de la acusación de blanqueo de capitales por considerar que el delito de evasión, realizado en 1993, ha prescrito. Por la misma razón el juez instructor del caso Palma Arena archivó parte del delito de cohecho del expresidente balear Jaume Matas, por la contratación de su mujer en 2005. Y me jugaría un brazo que muchas de las acusaciones imputadas a Urdangarín también acabarán en agua de borrajas, por prescripción o por alguna otra triquiñuela legal.

¿Cómo lo consiguen? ¿Es que el delito de filmar un vídeo supuestamente injuriante prescribe más tarde que los de apropiación indebida de dinero público, evasión de capitales o tráfico de influencias? ¿O es que el período de prescripción es inversamente proporcional al cargo político o título nobiliario que ostenta el acusado?

martes, 5 de junio de 2012

My baby

La semana pasada, con 3,380 kgs. de peso y 50 cm. de largo, nació mi primera hija. Ojos azules como la madre, piel morena como el padre, y una mirada entre curiosa e inquisitiva que desarmaría al más pintado. Aluvión de emociones, pues, en estos primeros días de tratar de conocerla. También un montón de experiencias nuevas, entre ellas dormir poco y limpiar mucho. Pero en fin, qué os voy a contar a los que ya habéis sido padres primerizos. Y a los que no, no voy a aburriros con temas que hasta hace poco me provocaban narcolepsia (y que todavía me la provocan, seamos francos, aunque ahora me parece que es por la falta de sueño).

El blog sigue, por supuesto, aunque ahora tendré menos tiempo para escribir. Pero me gustaría dejarme caer por aquí de vez en cuando y comentar algún disco, concierto o noticia musical. Aunque no descarto que, de vez en cuando, se me escape alguna ñoñería sobre la niña de mis ojos, como qué canción le hace dormir o a quién suena su primer gritito por encima de los 100 db. (¿Aretha Franklin? ¿Tina Turner? ¿Rocío Jurado?).

Qué. ¿Todavía tenéis intención de iros pasando por esta Calle del Bourbon? Insensatos...

domingo, 27 de mayo de 2012

The Revolution Will Not Be Televised

Ando estos días leyendo Yes we camp!, una recopilación de ensayos y historietas gráficas sobre el 15-M, que hace unos días cumplía su primer aniversario. Su lectura me ha traído sentimientos de nostalgia, pero también de desilusión. Las plazas y las manifestaciones abarrotadas en la primavera de 2011 dieron un toque de atención a los que tienen la sartén por el mango, y reclamaron el fin de tanto mamoneo y tanta injusticia social. Pero en lugar de escuchar al pueblo, de actuar, de buscar el bien común, los plutócratas que gobiernan este país ningunearon el movimiento, y siguieron a lo suyo: dinamitando el estado del bienestar, recortando servicios sociales, sanidad, educación, libertades, privatizando empresas públicas, y preocupándose en salvar el culo a Rato y su banco devora-dinero en lugar de oír la voz de los cientos de miles de ciudadanos que salieron a la calle.

En el libro se hace mención a The Revolution Will Not Be Televised, un tema de 1970 de Gil Scott-Heron, el cual, por cierto, murió precisamente en mayo de 2011. Cuelgo la canción abajo, y aconsejo leer la letra (clicando sobre CC para ver los subtitulos), que es fantástica. Efectivamente, la revolución no será televisada. Ya se encargarán los políticos y los poderes fácticos de controlar los mass media, como pasa en Italia y como está pasando, cada vez más, también en España. Pero, como dice Eduardo Galeano, algún día todos tendremos que tomar partido entre los indignos y los indignados. Y lo que hay que tener claro es que, si alguna vez estalla la revolución (y quizás en el 15-M se plantaron algunas semillas), sí será radiada vía Internet. Comentada. Tuiteada. Posteada.


miércoles, 23 de mayo de 2012

La música del diablo

Cuando Robert Johnson vendió su alma al diablo, a cambio de aprender a tocar la guitarra como nadie lo había hecho hasta la fecha, poco imaginaba que el trato incluía un extra de regalo: que ese sonido tan particular le sobreviviría décadas, que daría orígen a todo un género, incluso a varios, y que casi un siglo después, todavía se publicarían discos que tratarían de capturar su estilo.

El veterano Eric Bibb lanzó hace escasos meses Deeper in The Well (2012), un fantástico trabajo que invoca el espíritu de Johnson como pocos son capaces de hacer. Trece temas que saben a carreteras polvorientas, a barcos de vapor remontando el Mississippi, a graneros, a porches desvencijados de una casa en Louisiana... Un homenaje a los albores del blues, con toques de gospel y folk, y que incluye una versión de The Times They Are A Changin' de Dylan.  Y todo, elegantemente vestido con violines, banjos, armónicas, y con arpegios que casi nos permiten ver las yemas de Bibb acariciando las cuerdas raídas de una vieja guitarra.

Una delicia de disco para disfrutar con calma, y que pone al alcance de la mano viajar hasta los años 20 y el delta más famoso de América con sólo cerrar los ojos.


miércoles, 16 de mayo de 2012

Escorpiones por las orejas

Hace unos meses encontré, por esos mundos internetiles, la discografía completa del grupo de rock más popular surgido de Alemania, y desde entonces me salen los escorpiones por las orejas. La de horas y horas que llevo escuchando a los míticos Scorpions, desde sus primeros trabajos, de un sonido muy setentero (como corresponde a la época en que fueron publicados) hasta su último disco, Comeblack (2011), donde repasan algunos de sus éxitos más sonados (Blackout, No One Like You, Rock You Like A Hurricane...) con una producción y una instrumentación modernizadas, además de incluir unas versiones de lo más curiosas de temas ajenos (Tainted Love, Ruby Tuesday...).



Aunque en mi adolescencia me gustaban, creo que hasta hoy no he comprendido la grandeza y calidad de Scorpions. Hace 25 años disfruté algunos de sus discos, pero supongo que luego, yo y otros muchos de mi generación, nos dejamos impresionar por los fuegos articiales de los directos de Bon Jovi, por los crepados de Cinderella, por las Harley de la portada del Girls Girls Girls de Mötley Crüe, y por las macizas de los videoclips de Whitesnake, David Lee Roth, Poison o los propios Mötley. Es decir, que caímos en las redes del glam-rock americano, y dejamos un poco de lado el hard hecho en nuestro continente. No es que me arrepienta, ya que el heavy "made in USA" me proporcionó innumerables horas de placer auditivo, mucho dolor de cervicales, y una pasión desmesurada por el rock (y los mencionados vídeos, más de una ensoñación siempre resuelta a base de onanismo). Pero tengo la sensación que considerar a ciertas bandas europeas como de segunda fila, inferiores a las que venían del otro lado del Atlántico, fue una auténtica lástima.



Así que últimamente escucho con fruición y hasta la saciedad a Scorpions, pero no para redimirme de ese olvido en el que los dejé caer durante décadas, sino porqué estoy gozando como un enano todos y cada unos de sus discos, y descubriendo temazos que hasta la fecha no tenia ni constancia de que existieran. Por cierto, la canción que no sé porqué un día me vino a la cabeza, y la que me hizo buscar la discografía, es la que os cuelgo abajo. No pertenece a su mejor disco, y no es una de las más conocidas. Pero, hace dos décadas era una de mis favoritas, y a día de hoy, lo sigue siendo.


lunes, 7 de mayo de 2012

Exposed

Si hace unos días repasaba No Fuel Left for The Pilgrims, uno de los discos que olvidé incluir en mi Hall of Fame particular del siglo XX, hoy le toca el turno a otro que mi mala cabeza también obvió. Se trata del primer trabajo en solitario de Vince Neil, líder de Mötley Crüe.

¡Menudo himno al sleaze que es este Exposed (1993)! Y es que, exceptuando las dos baladas de rigor, que las encuentro flojillas, el resto no tiene desperdicio. Look in Her Eyes, Sister of Pain, Can't Have Your Cake, You're Invited (but Your Friend Can't Come)... Una buena retahíla de temazos, incluyendo una versión del Set Me Free de Sweet, que seguramente jodieron bastante a los restantes mötleys. Eso sí, el disco está firmado por Neil, pero merecería que Steve Stevens se llevara la mitad de los honores. Sus brutales guitarras son tan protagonistas como la voz del amigo Vince, y son las que dan al disco la garra y el feeling que lo convierten en un imprescindible. Una maravilla de álbum, que últimamente he recuperado y estoy disfrutando a lo grande.

Dejo aquí el clip oficial de Can't Have Your Cake, con una jovencísima Pamela Anderson haciendo sus primeros pinitos en el mundillo del sleaze, antes de protagonizar otro vídeo con otro miembro (literalmente) de Mötley Crüe.

lunes, 30 de abril de 2012

No Fuel Left for The Pilgrims

Hace unos meses, cuando repasé 40 de los discos de rock que me habían marcado la adolescencia, olvidé incluir en la lista No Fuel Left for The Pilgrims (1989), de los daneses D-A-D. Craso error, a fe mía: en mis años mozos lo escuché hasta la saciedad, ya que me encantaba esa mezcla entre hard rock y música del Oeste que lo caracterizaba. El álbum empezaba con el que fue el primer single, Sleeping My Day Away, con ese riff de guitarra tan ZZ Top al que se le unía ese bajo que sonaba a banjo eléctrico y ese medio tiempo de batería que conferían al tema unos aires fronterizos más propios del tórrido estado de Texas que de la gélida Dinamarca.

Continuaba con un trallazo, Jihad, una canción de carretera que contenía la frase que daba título al disco, y que era (y es) una de mis favoritas. Luego seguía con temas más calmados, Point of View y Rim of Hell (ojo, con calmados no quiero decir baladas, ya que el disco carecía de ellas), para empalmar con ZCMI, de tintes rockabillies, y dar paso a True Believer, un rock'n'roll de inspiración mötleycrüeniana y lírica motera. Y luego, los que conocéis el disco ya lo sabéis: Girl Nation, Lords of The Atlas, Overmuch... Temas donde el country, el southern, el rock duro y el punk se daban la mano, todos regados con unos riffs y unas líneas de bajo de lo más particulares, que dotaban a D-A-D de un sonido inconfundible.

Sonido que, por cierto, nunca han abandonado, ya que su último trabajo, DIC.NII.LAN.DAFT.ERD.ARK (2011), sigue teniendo ese sabor cowpunk que ya caracterizaba a la banda en sus inicios. Me temo que no entrará en mi Hall of Fame particular, pero No Fuel Left... sí lo hizo. Y por la puerta grande



domingo, 22 de abril de 2012

Renovarse o morir

Durante los últimos años, muchas viejas glorias del hard rock han reunido sus bandas de antaño para volver a los escenarios (léase Van Halen, Whitesnake, etc.), mientras otras han preferido crear nuevos grupos. De estas últimas, quizás el ejemplo más sonado haya sido el de Black Country Communion, pero han habido más casos, como Buck Satan and The 666 Shooters, del todavía líder de Ministry Al Jourgensen, y del cuál ya hablé aquí.

Otro caso son The Union, formado por Luke Morley, guitarrista de los disueltos Thunder. Tras un homónimo álbum de debut en 2010, The Union publicaron un fantástico trabajo el año pasado, Sirens' Song (2011), que últimamente está sonando muy a menudo en mi iPod. Rock setentero e influencias de los Black Crowes a cargos de estos británicos, una propuesta a tener muy en cuenta, tanto por éste como por futuros trabajos.

Otra vieja gloria que ha vuelto a la palestra musical ha sido Michel Kiske, exlíder de los míticos Helloween. El nuevo grupo del alemán se llama Unisonic, al igual que su primer LP (Unisonic, 2012) y el tema que lo abre. Un disco magnífico, y bastante ecléctico, con temas que van del speed al metal melódico pasando por el sleaze. La voz de Kiske está en un momento de forma espectacular, y los músicos que le acompañan no le van a la zaga. Un pedazo de álbum, con temas irresistibles (Unisonic, Never Too Late, Never Change Me...) y que vaticina que esta banda alemana nos dará muchas alegrías en los años venideros.



miércoles, 18 de abril de 2012

jueves, 12 de abril de 2012

Rompiendo el hielo

Ando estos días de regreso al blues, y enganchado a esa obra maestra que es Ice Pickin' (1978), del Master de la Telecaster Albert Collins. Menudo discazo, sin un tema malo, con instrumentales como Ice Pick o Avalanche, con Too Tired, ese clásico que luego rememoró Gary Moore, y con esos diálogos a tres, entre Collins, la mujer fatal de turno, y su guitarra (Honey, Hush, Conversation with Collins, Master Plan...). Un lujo de trabajo, el primero que publicó con Alligator Records, sello sin el cual la historia del blues eléctrico no sería la misma. 

Sirva este post para homenajear a ese genio que fue The Ice Man, que el próximo octubre cumpliría 80 años si un cáncer no se lo hubiera llevado por delante en 1993. En mi opinión, Collins es uno de los grandes olvidados del blues, pese a estar a la altura de otras leyendas como podrían ser Los 3 Reyes (Albert, Freddie y B.B. King). Pocas guitarras suenan como sonaba la del tejano, y al parecer sus directos eran apoteósicos, no sólo por su savoir-faire a las cuerdas, sino también por su entrega y sentido del humor. Un ejemplo, quizás el más sonado: en medio de un solo en un concierto en Austin, Collins bajó del escenario y, sin dejar de tocar, abandonó el recinto. Varios minutos después de volver a entrar por la puerta y regresar a escena, un repartidor entró en el concierto y le entregó la pizza que había pedido al dejar el edificio.

Insuperable.

martes, 3 de abril de 2012

Dr. Crüe y Kiss of Death en la Sala Zero

Sala Zero (Tarragona), 31 de marzo de 2012. De primer plato, los que más nos interesaban: Dr. Crüe, encargándose del homenaje a uno de los grandes: Mötley Crüe. Muy bien todos: buenos músicos, y fantástica voz la del frontman, que fue de menos a más. Cayeron los que tenían que caer: Red Hot, Smokin' in The Boys Room, Shout at The Devil, Girls, Girls, Girls... y Kickstart My Heart, por supuesto. Una gozada, y una lástima que no se prodigaran media hora más, porque siempre quedan en el tintero aquellos temas que no pertenecen a los greatest hits pero a los que uno tiene un cariño especial (Use It or Lose It, en mi caso).

De segundo plato, Kiss of Death. Con los Kiss (me refiero a los auténticos) no hay término medio: o los amas... o no entiendes como alguien pueda hacerlo. Yo me incluyo en el segundo grupo. Nunca me han enganchado sus temas (a excepción de Lick It Up y alguno más), y su petardeo me produce cierta grima.

La banda de tributo, muy en su papel: todos maquillados, con disfraces bien conseguidos (aunque me quedé con la duda de si los pinchos de palmo de la vestimenta del Simmons original son de metal, o de plástico como los de su clon), plataformas, y la pose prepotente que caracteriza a la banda neoyorquina. También cayeron las que tenían que caer, supongo (aunque la mayoría ni me sonaban), y gustaron a los fanáticos de Kiss. Pero a mí, la verdad, este Eric Carr me recordaba a Garfield; Ace Frehley a Tortell Poltrona; Gene Simmons a Massiel; y Paul Stanley no debería haber comprado el maquillaje en los chinos, porque tras 20 minutos de concierto el sudor y los churretes le habían convertido en Alice Cooper con resaca.

martes, 27 de marzo de 2012

29-M: Huelga general

10 de las razones por las que el jueves voy a hacer huelga:

  1. Por una reforma laboral que facilite la contratación y no el despido.
  2.  Por una democracia real y ética en lugar de la plutocracia actual.
  3. Para que no recorten en servicios públicos, y sí en armamento, monarquía, privilegios de los políticos...
  4. Para que la banca no pueda aumentar sus beneficios a costa dejar en la calle a una familia.
  5. Para que se persiga la corrupción y el enchufismo político.
  6. Para que los derechos de los trabajadores sean igual o más importantes que los de los empresarios.
  7. Para que se castigue a los explotadores que se pasan por el forro convenios y acuerdos, y desprecian a las personas.
  8. Porque sea más importante poder atender a un enfermo sin recursos que beneficiar a la mútuas privadas.
  9. Porque todo el mundo pueda recibir una educación de calidad y sobresalir gracias a sus méritos, y no al dinero que paguen sus papás.
  10. Por una Cataluña, una España y una Europa donde sean más importantes las personas que el dinero.
29 de marzo, ¡¡¡todos a la HUELGA GENERAL!!!
 

jueves, 22 de marzo de 2012

Buck Satan and The 666 Shooters


De vez en cuando me dejo caer por Mikkisays.net, una web de descargas más pirata que Urdangarín disfrazado de Jack Sparrow en los carnavales de las Islas Caimán. Ahí navego un poco al azar, para experimentar, buscando algún disco desconocido que me llame la atención por su portada, su título, o el nombre del grupo. Hace unos días encontré un álbum que, felizmente, cumplía los tres requisitos. El grupo se llamaba Buck Satan and The 666 Shooters; el disco, Bikers Welcome Ladies Drink Free (2012 ); y en la carátula había una calavera con un sombrero confederado. Así que, raudo y veloz, me hice con él, esperando encontrar lo que, efectivamente, encontré.

Como no podía ser de otra manera, Buck Satan y los suyos hacen un southern acelerado, con un sonido motero de ritmos rockabillies y bluegrass, voces arañadas por el bourbon, y guitarras y armónicas frenéticas. Además, algunos de los títulos de los temas no tienen desperdicio: ahí están Sleepless Nights and Bar Room Fights, The Only Time I'm Sober Is When You're Gone, o I Hate Every Bone in Your Body Except Mine (para los despistados, en argot, Bone es el pene en erección). En definitiva, una buena dosis de country rock alocado a cargo del señor Satan, o lo que es lo mismo, y según he descubierto en la Wikipedia, Al Jourgensen, fundador y líder de la banda metalera Ministry.

Buck Satan and The 666 Shooters no serán los próximos Allman Brothers, ni competirán con Taylor Swift por un Grammy en la categoría de mejor disco country. Pero aseguran un buen rato de diversión, además de conseguir transportarte a un tugurio a la vera de la Ruta 66, con una Budweiser en los labios, y el motor de la Harley en la puerta todavía caliente.


domingo, 18 de marzo de 2012

The Brew en la Sala Zero

Sala Zero (Tarragona), 3 de marzo de 2012. Hay varios tipos de conciertos. Los mediocres, en los que a los 10 minutos ya calas que el grupo está allí única y exclusivamente por la pasta (en esa categoría metería el bolo de Blondie de 1999 o el último que vi de M Clan, el cual abandoné a la cuarta canción). Luego están los correctos, donde el grupo hace honor a su fama, cumple las expectativas, y das por bien invertidos los euros gastados en la entrada  (ahí estarían el de Guns n'Roses en 1993 o el de Metallica de 1999, por poner un par de ejemplos). Y en tercer lugar están los superconciertos, donde gracias a su entrega y virtuosismo, la banda supera con creces lo esperado (y aquí pondría el de Van Halen y Bon Jovi en 1995, entre otros).


Pero hay un tipo más de conciertos. Son aquellos que, quizás por no llevar demasiadas o ninguna expectativas contigo, te conmocionan como si te dieran con una pala en la cara. A Dios gracias, el de The Brew de hace un par de semanas en Tarragona entran en esta categoría. Fui arrastrado por David, tras haber visto medio vídeo de la banda en YouTube y haber oído de refilón un par de veces su último disco. Y... ¡vaya sorpresón y vaya pedazo de gig que nos ofrecieron el padre, el hijo, el coleguita del hijo, y la madre que los parió a todos juntos!

Desde el primer tema, The Brew descargó un torrente de sonido arrollador, que inundó la pequeña Sala Zero y nos volvió locos a todos durante las dos horas que duró el evento. El guitarrista, con 20 años escasos, armado primero con su LesPaul y luego con su Strat, era una máquina que haría sentirse orgulloso al mismísmo SRV. El batería, también de la misma a la par que corta edad, era otra bestia que nos deleitó con un savoir-faire irresistible y hasta con un glorioso solo de 15 minutos (y sin aburrir, que ya es difícil). Y su padre, el bajista, demostrando que de tal astilla, tal palo, y entregándose y empapando la camisa como el que más.

No sé las canciones que cayeron, ni falta que me hace. Sé que sonaron la increíble Every Gig Has A Neighbour, y varias de su último trabajo, The Third Floor (2012). Pero los que no conocíamos su discografía disfrutamos tanto, o quizás más, que los que ya llevaban los temas aprendidos de casa. Las referencias a Vaughan, a Hendrix, a Deep Purple o a Led Zep fueron tantas, y tan bien paridas, que la sala fue un hervidero de brazos en alto y cabezas desnucándose. Además, el espectáculo fue aderezado con otras extravaganzas, como el joven guitarra tocando con un arco de violín o el batería tocando con las manos desnudas, lo cual desató aun más la locura del respetable.


En definitiva, una noche inolvidable a cargo de esos dos mocosos y el padre rockero que son The Brew. Un power-trío que haría palidecer a muchas bandas consagradas, y que ya ocupan un puesto de honor en mi lista de los conciertos que me han noqueado. Si vuelven, repetiremos.




PD: El material gráfico y videográfico es cortesía de David.