Los mejores discos internacionales 2022
Es época de listas, así que vamos con los discos internacionales publicados en 2022 que más he disfrutado este año, ordenados de la décima posición a la primera.
¿Qué hacía yo intentando que me gustara Coldplay?
Es época de listas, así que vamos con los discos internacionales publicados en 2022 que más he disfrutado este año, ordenados de la décima posición a la primera.
El pasado verano me trajo el redescubrimiento de una artista que vi en directo algunas veces hace 3 décadas, pero de la que nunca fui seguidor acérrimo... hasta ahora: estoy hablando de la maravillosa Montse Pratdesaba, más conocida en el mundillo del blues catalán por su nombre artístico: Big Mama.
Fin de semana de películas biográficas musicales.
Mojo Club (Tarragona), jueves, 3 de noviembre de 2022. Decidí ir al concierto de MFC Chicken haciendo más caso al instinto que a
la razón. Y es que definitivamente el rockabilly no es uno de mis
estilos favoritos, al menos en estudio. Pero sí disfruto de este género en
directo, así que media hora antes del bolo, y con solo una escucha
rápida de su último disco en las orejas, me animé y bajé, ya que el Mojo Club està a 500
metros escasos de casa (y en bajada).
¡Y vaya si la apuesta valió la pena! Pedazo de show el que se marca este cuarteto británico, liderado por el carismàtico Spencer Evoy (voz y saxo) pero inmejorablemente acompañado por los otros 3 músicos (batería, bajo y guitarra). Frenética sucesión de temas de rockabilly, surf, garage, rhythm'n'blues y old school rock'n'roll que hubieran puesto la piel de gallina al mismísimo Eddie Cochran. Un torrente apabullante que puso a bailar a las 30 o 40 personas que tuvimos la inmensa suerte de asistir al evento. Los MFC, con sus alocadas canciones sobre pollos, sus coreografías, su desparpajo, sus constantes incursiones entre el público, y sobre todo su potente maestría instrumental, se pusieron a los asistentes en el bolsillo, se dejaron la piel como si estuvieran en un estadio ante 100.000 espectadores, y dejaron pasmado al respetable, que les obligó a dos bises para poner punto final y broche de oro a una noche para recordar.
Chicken, baby, chicken!
Cuatro años después de su último trabajo, y tras el obligado parón pandémico, los gaditanos The Electric Alley vuelven a la carga con el que es ya su cuarto álbum. La criatura responde al nombre de Apache (2022), y ha visto la luz hace escasos días: una decena de cortes de rock'n'roll ardiente que hacen crecer a la banda y la consolidan como una de las mejores del panorama musical estatal.
por... ¡un euro cada uno!
El parecido razonable de hoy nos lo regala el propio protagonista, que hace unos días publicó esta foto en su Facebook, acompañada del comentario "Woody Allen style":
Otros parecidos razonables:
Después de haberlo empezado en Roncesvalles hace 14 años, tras 750 kilómetros y cuatro visitas (2008, 2010, 2011 y 2022), el martes pasado terminé el Camino de Santiago.
Imagino a John Fogerty sobre la mesa de operaciones del quirófano, deslizando un sobre en el bolsillo del delantal del cirujano plástico y diciéndole: "ya que estás, puedes quedarte con estos mil pavos si consigues que me parezca a Harrison Ford."
Otros parecidos razonables:
Cuando estuve en Oporto hace ya casi 10 años me quedé con las ganas de ir a un concierto de fados. Así que en la que iba a ser mi segunda vez en Portugal y primera en Lisboa decidí que no desaprovecharía la ocasión, aunque tampoco estaba muy seguro de querer meterme en un restaurante para guiris en el que te soplaran 50 euros por cena más espectáculo.
Otros parecidos razonables:
Mojo Club (Tarragona), 11 de marzo de 2022. Noche de viernes y diluvio, regando la ciudad sedienta tras casi 3 meses sin llover. Un local en el puerto deportivo, poca gente pero entregada, desenfadada, con ganas de disfrutar del concierto. Unos amigos, varias cervezas. Y Dani Flaco cantando, cantándonos, Versos y madera, Amor en bancarrota, De quicio, A ras del suelo... 2 horas de encanto con muchas risas, complicidad, autenticidad. La ranchera Se me olvidó otra vez, broche de oro, rubí y diamantes a una velada para el recuerdo. Y después, Dani vendiendo discos y libros a pie de escenario, saliendo a fumar con los todavía fieles a la nicotina, departiendo con los asistentes, simpático, agradecido, feliz.
Mientras rodaba el concierto me dio por pensar que Sabina, ilustre maestro al que se mentó en varias ocasiones, daría un brazo y el bombín por poder volver a cantar en locales como el Mojo Club, con un público escaso pero tan cariñoso como éste, por una noche así.