martes, 15 de marzo de 2022

La felicidad

 

Levantarse. Ducharse. Llevar a los niños al cole, y de ahí a la oficina. Un café con los compañeros, y a trabajar. Los problemas de siempre y algunos nuevos, que se van solucionando como se puede. Comer en un tupper comentando los programas de la tele del día anterior. Recoger a los niños. Llevarlos a la extraescolar de turno. Escuchar un poco de música en el coche hasta que salen. Preparar la cena, contarles un cuento, cogerles de la mano mientras se duermen. Tumbarse en el sofá, ver una hora escasa de televisión, leer un rato en la cama, notar como los ojos se cierran de cansancio, dormir.

En un pasillo del metro, con cientos de personas horrorizadas alrededor, oyendo las sirenas y los llantos de los niños, cuando las bombas llevaban tres semanas cayendo, se dio cuenta de que la felicidad era aquello.

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