lunes, 19 de marzo de 2007

Pedazo de directo de Fito

El viernes fuimos Rafa, Almond y yo a ver a Fito y los Fitipaldis en directo. Tocaba en Reus con su nueva banda, la que ha montado para este último disco, Por la boca vive el pez. Leímos una vez en Rolling Stone que su nueva psiquiatra le había aconsejado un cambio de amistades, como parte del plan para dejar sus adicciones. Quizás por eso cambió de banda, o quizás porque necesitaba un cambio de aires, vete a saber. El caso es que la nueva compañía de músicos se sale, sólo para ver a este pedazo de banda vale la pena ir a verle.

Fito llegó al límite física y psicológicamente cuando estaba componiendo Lo más lejos, a tu lado, su penúltimo trabajo. Contaba como pasaba las noches enteras componiendo, cáscandose la salud con una dieta a base de speed y otros complejos vitamínicos de poderosos efectos secundarios, durmiendo apenas un par de horas antes de llevar a sus hijos al colegio (como padre primerizo me encantan estos detalles privados: yo aún no compongo drogado hasta las tantas, pero me levanto a poner chupetes y hacer biberones, eso sí).

A lo que íbamos... Fito estalló. Y de esa crisis surgió el reto de componer sereno, límpio, y el miedo a no conseguirlo sin drogas, a pensar que su inspiración iba ligada a ellas. Y ahí está Por la boca vive el pez, prueba de que ha podido, y lo demuestra con una nueva banda y un directo muy, muy importantes. Importantes porque el viernes, en Reus, con el pabellón olímpico casi a tope (como podéis ver en la foto), descargaron un bolo de más 2 horas y media de duración que nos pareció corto. Y con lo cansados que venimos, al menos Almond y yo, que un concierto de esa duración nos parezca corto, es muy destacable. Vale, de acuerdo, Rafa y yo nos "amenizamos" 5 birras por barba, y eso ayuda, pero no quita mérito al asunto, os lo aseguro.


Y es que, sin fuegos de artificio, disfrutas con un montón de canciones que se crecen en directo, con el pedazo de músicos que lleva (¡como le suena la telecaster a Carlos Raya en los solos!), con los amplis vintage, con un inmenso "El niño" Bruno a la batería, y con un saxo de lujo, Javi Alzola. Y Fito en su línea, los que lo hemos visto un huevo de veces, con Platero y después en solitario, sabemos que debe estar muy contento. Porque no es fácil en este país hacer musicalmente lo que te apetece, y además triunfar en el intento.

Y qué narices, que nos dolió un montón cuando, en la primera gira que hizo cuando sacó el A puerta cerrada, teloneaban a Extremoduro, no los conocia nadie (comparado con ahora, que sale en los 40), y el Robe se cachondeó de él y le tiró la gorra al público. Coño, que eso no se hace. Que Fito ya no se hace pajas, aunque los incondicionales se lo canten aún en cada concierto, como antaño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que últimamente fito lo inunda todo. Vaya donde vaya encuentro algo de ellos. Me alegro que hayaís acabado extenuado, pero no sé, no sé... a mi no me acaba de convencer.

David dijo...

Es que ese es el tema. A mi el disco no me acaba de convencer, iba sin muchas expectativas al concierto, pero la sensación final fué muy buena.

Anónimo dijo...

A pesar de que suena a todas horas por los 40 impresentables y como tono en los móviles de última generación de los jovenzuelos, este artista tan completo como músico y como poeta me sigue mereciendo el mismo respeto que en la época de Platero.
No voy mucho de concierto ultimamente, pero diria que ya hay pocos que ofrezcan 2'5h de concierto¡!