lunes, 5 de julio de 2010

Algo de red dirt

Hace unos meses, David me descubrió un nuevo género musical: el Red Dirt. Según la siempre socorrida Wikipedia, el red dirt toma su nombre del color rojizo de la tierra de Oklahoma, y se encuentra a caballo entre el rock sureño y el country. Hete aquí cuatro discazos representativos de este estilo que llevan mucho tiempo alegrándome las orejas.

Bulletproof (2008), de Reckless Kelly. Mi primera incursión en el género, cuando aun no sabía que era un género (o subgénero) en sí mismo. A destacar temas tan contundentes como Love in Her Eyes o el que abre el disco, Ragged as the Road. Un disco relativamente reciente y que ya se ha convertido en un clásico.


Roller Coaster (2004), de Randy Rogers Band. Segundo álbum en estudio de estos tejanos, y mi segunda y todavía mejor experiencia con el género. Con canciones tan potentes como irresistibles, Roller Coaster me convirtió en un incondicional de la Randy Rogers Band en particular y del red dirt en general.


Mission California (2007), de Cross Canadian Ragweed. La intro de Record Exec, el tema que abre el disco, te atrapa al instante y vaticina lo que es Mission California: un trabajo muy bien parido, paradigma del red dirt. Y es que la Cross Canadian Ragweed, formada en 1994, es la más veterana de las bandas que hoy nos ocupan, y más sabe el diablo por viejo...


Naive (2008), de Micky & The Motorcars. La más joven de las cuatro bandas ofrece con Naive un disco con melodías muy pegadizas, algo cercanas al pop, pero tan bien vestidas instrumentalmente que se ha convertido para mí en un disco imprescindible. Entra a la primera, pero las sucesivas escuchas sacan a relucir el savoir faire de esta gente de Idaho.



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