GIBSO#3: Retorno a New Jersey
Me levanto melancólico y tomo un tren a 1988. Eran los tiempos en que la amistad, Blood on Blood, era lo más importante. Cuando queríamos ser los más duros, Stick to Your Guns, pistoleros a sueldo vagando por nuestro particular Oeste, Ride Cowboy Ride. Y, sin embargo, no eramos más que unos críos con la cabeza llena de pájaros, unos niños que creíamos ser adultos.
Fantaseábamos con que, Lay Your Hands on Me, la más guapa de clase nos acariciaba y, como una Bad Medicine, el deseo adolescente nos abrasaba, 99 in the Shade, las entrañas y la entrepierna.
Nos enamorábamos por undécima vez esa semana, y estábamos convencidos que la chica era LA chica, Born to Be My Baby. Pensábamos que siempre la querríamos, que siempre estaríamos ahí, I'll Be There for You. Y luego, cuando el viento de la vida nos alejaba, Wild Is the Wind, y ella nos dejaba, o nosotros la dejábamos, o nos dejábamos el uno al otro, porque a pesar de todo continuábamos siendo sólo eso, unos críos, volvíamos a poner nuestro corazón en venta, Love for Sale, esperando a la que de verdad sería la única. Aquella con la que, en un futuro no muy lejano, viviríamos en pecado, Living in Sin.
Me levanto melancólico y tomo un tren a New Jersey, un tren a mi adolescencia. Un Homebound Train de regreso a mi hogar.
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