lunes, 1 de septiembre de 2008

Suave fue la noche

"Dicen que somos ruidosos, los oídos sufren mucho,
que cuando estamos tocando armamos mucho follón.
Que critiquen lo que quieran, seguimos con nuestro asunto,
no saben que el rock, amigos, se escucha con el corazón."

Los Suaves - Esta vida me va a matar (1982)

Muchos como yo, para los que estas líneas significan mucho, nos dimos cita en Alcarràs (Lleida) el sábado por la noche para ver a los más que veteranos Suaves, una banda histórica del rock en castellano que suscita pasiones encontradas: es muy normal encontrar seguidores auténticos del mundo del rock que no resisten la voz y las letras gastadas del gran Yosi, y a la vez, son legión sus seguidores (bueno, ¿no pasa esto con todos los grupos?).

En mi caso, yo fui parte de la legión durante mucho tiempo, y los Suaves pusieron música a mi vida en un montón de situaciones, ligándose a mis recuerdos de momentos fantásticos y de gigantescos desengaños sentimentales, con discos imprescindibles como Esta vida me va matar, Ese día piensa en mí, Maldita sea mi suerte y especialmente, Malas Notícias, una joya que se abre con la épica apocalíptica de la canción que da nombre al álbum. Blues puro, y no precisamente en la música.

Pero esto fue hace 15 años. Desde entonces, les había perdido la pista después de no disfrutar demasiado con sus últimos discos, y con la decadencia de Yosi sobre el escenario en los últimos conciertos que había visto.


Y de pronto, la posibilidad de verlos de nuevo me hacía ilusión, y la verdad es que salí con la sensación de que nada había cambiado, excepto el batería y un puñado de temas nuevos que no me sonaban demasiado. Yosi estuvo salido en su línea habitual, pero no hizo sufrir al público y cantó la mayoría de los temas como Dios manda, a pesar de que cuesta entender muchísimo lo que dice. Y la banda es excepcional, especialmente Alberto Cereijo y Fernando Calvo en unas guitarras que me gustaría oír no tan procesadas en el primer caso, y con un sonido más clásico (¿tendrá que ver el cambio de Marshall por Mesa Boogie en los amplis?). Pero vaya pedazo de guitarristas.

Al final, más de 2 horas de concierto más que sólido, y un montón de temas que me encantaron, especialmente el homenaje al frontman de los Thin Lizzy (¿Sabes?, Phil Lynnot murió), de quién tocaron una potentísima versión de su Massacre.

A pesar de los años, de los desmadres de Yosi, de la sensación de que Alberto no disfruta, de los últimos discos que para mi no están a la altura de los clásicos, los Suaves siguen contando y me encantará volverles a ver en cuanto tenga ocasión.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí nen,

Los Suaves nos acompañaron durante unos años muy especiales... la verdad es que una se sentía arropada entre sus canciones. Me acuerdo de sus conciertos, que seguíamos con una devoción sin igual.

Servidora se queda con el "Malas noticias"... Whao!! que disco, madre.

Un beso Suave.

Rafa dijo...

Welcome back, my friend...

Ana dijo...

Vaya! estamos de enhorabuena;
El "Gustav" pierde intensidad y no asola Nueva Orleans cómo hizo el Katrina hace tres años y tú, querido David vuelves a ésta calle del Bourbon.

Bienvenido!!

Un abrazo.

David dijo...

Gracias, gracias, estimados amigos. Después de este período de reflexión, procuraremos escribir poco, pero con intensidad ;-)

Un abrazo

Unknown dijo...

Conciertazo si, pero con sabor agridulce... si esa noche llegamos a ver a un Yosi mas sereno, otro gallo habría cantado (que triste y puta es el alcohol en exceso, camaradas).

Un saludo!

Anónimo dijo...

Hoooombre MCTC!!

Enjoy holidays, my darlings :-)

Petonets a nyto.

*!

Anónimo dijo...

Qué curioso, todo lo que has escrito me pasa a mí igual pero con Barón Rojo.