miércoles, 12 de diciembre de 2007

Adiós a Calle Melancolía

Para mí, que Sabina es el artista más grande que ha parido la música española es tan impepinable como que los 3 grandes descubrimientos de la Humanidad son el fuego, la rueda, y el lavavajillas.

Dicho esto, quería comentar que hace unos días terminé En Carne Viva, la última "biografía" sobre el cantante de Úbeda. El libro, que de hecho no es tanto una biografía como unas entrevistas que le hace Menéndez Flores, me pareció más que interesante. Entre cubatas y cigarros, Sabina opina y divaga sobre temas tan variopintos como la monarquía, la clase política española, la industria musical, la piratería, Cuba o el subcomandante Marcos, además de contar algunas anécdotas de su ya larga vida.

Pero me ha quedado un regusto amargo al extraer, tras la lectura, un par de conclusiones que ya antes me temía:

1) Hay un Sabina de "antes" y un Sabina de "después" de lo que él llama el marichalazo: la embolia que casi acaba con su vida. El susto conllevó el abandono de la cocaína, una fuerte depresión y, a mi parecer, un cambio en la genialidad del autor. Sólo hay que darse cuenta que de "antes de" es el mejor disco de su discografía, 19 días y 500 noches (1999), y de justo "después de", el peor, Dímelo en la calle (2002).

...y 2) El Sabina que se fue no va a volver. En el libro deja caer que sus letras, a partir de ahora, serán más poéticas. Y por tanto, entiendo, menos urbanas, menos de putas y perdedores. Y eso se ve en Alivio de Luto (2006), su último trabajo en estudio, interesante líricamente, pero alejado de las temáticas canallas y callejeras de sus anteriores discos.

Así que, digamos adiós a la Calle Melancolía, a Juana la Loca, a la Princesa y a la Barbi Superestar, porque esas canciones son ya parte de un pasado, y pese a que aparecerán en decenas de recopilatorios, grabaciones en vivo, discos homenaje y reediciones en todos los formatos posibles, el Sabina que las escribió ya es otro, y sus nuevas canciones también.

¿Traición o evolución?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Para cantar y contar historias no debe haber ayudado mucho el acojone de pasar por un Marichalazo, así que por mi parte, nada que criticarle al Sabina.

Y lo hecho, hecho está, y siempre nos quedarán días y noches para recordar al golfo de antaño.

Unknown dijo...

Pues la embolia ha hecho que el macarra sea ahora un macarra en el retiro, con amigas monjas - y virgenes - y todo.Eso es ser mas macarra todavía.

Jo mateixa dijo...

Suposo que en el fons es una evolució forçada per les circumstàncies. Està molt be ser un "enfant terrible" i riure's de tot però suposo que quan el que t'hi jugues es quedar-te com un vegetal, la visió canvia.
A mes, no es l'únic geni que ha passat per un abans i un després, (mira si no el Boss)

I per cert, els 3 grans de la humanitat son el foc, la roda i la xocolata.

jesus dijo...

Felicitats per l'apunt!!!!! Els genis i l'art acostumen a estar relacionats amb vicis i drogues. Que el cos no t'aguante i tingues que deixar lo segon crec que és signe d'evolució personal, entenc per altra banda que la humanitat pergue lo primer és per sentir-se molt traicionada. Jo l'aplaudixo perque ha aportat molt per la societat posant-se al límit i salvant lo cul.

Anónimo dijo...

No sé si habrá aportado mucho a la sociedad Sabina o no, si ha traicionado o no. Es un ser humano, no un superman, y como todos, tiene sus momentos, y ahora su momento es más light por cosas de la vida, ¿y qué?

Me quedo con sus canciones, que ya es bastante.

acrobatas.blogia.com dijo...

Qué bueno! Yo lo tengo en casa desde hace tiempo pero todavía no me he puesto con él... Lo empezaré pronto...

He flipado con la primera entrada que me he encontrado en el blog, la que hace referencia a la música de 1987... porque por entonces yo sólo tenía 9 añazos pero en casa ya se escuchaba a Los Secretos, Sabina, Michael Jackson, Whitesnake (la balada de la que hablas es increíble)... y precisamente el otro día hablábamos de algunos de esos discos mi hermano (diez años mayor) y yo.

Bueno, pues un placer encontrarte.

Un beso.