domingo, 13 de mayo de 2007

Falsorra

Muy a mi pesar, ayer asistí a un concierto de Fangoria en el Camps Elisis de Lleida. No solemos hablar de tecno en este blog, pero el lamentable espectáculo que dieron anoche Alaska y los suyos creo que merece la pena describirlo, al menos para mi propia catarsis.

Aunque nunca he sido fan de Alaska, creo que ha sabido mantenerse dignamente en el candelabro musical, pese a la silicona y las bodas en Las Vegas. Con una estética propia, a caballo entre el petardeo más kitsch y la posmodernidad, su música de baile ha sabido ganarse nuevos adeptos a lo largo de sus más 25 años de carrera, lo cual es toda una proeza en los tiempos que corren. Pero eso no es excusa para limitar sus conciertos a esa estética, y olvidar que lo quiere el público en un espectáculo en directo es que sea precisamente así, en directo. Y es que no sólo el 99% de la música que sonaba por los altavoces era pregrabada (lo cual se podría medio perdonar, dado que las bases rítmicas son la esencia del tecno, y muy difíciles de improvisar en vivo). Es que Alaska "cantó" todas las canciones en play-back. El momento más bochornoso se dio cuando la "cantante" andaba contoneándose por el escenario y la "voz" empezó a sonar, con lo que tuvo que hacer un pequeño sprint hasta alcanzar el micro y empezar a mover la boca. El respetable, claro, estalló en carcajadas. Igualmente, los 2 "guitarristas" se limitaban a hacer posturistas, mientras ni uno solo de los acordes que simulaban en las guitarras se trasladaba a los altavoces. También el teclista/DJ simulaba dejarse los dedos en la caja de ritmos, pero en algunos temas simplemente no aparecía en escena y el resultado musical era el mismo.

En definitiva, muchas luces, mucho chumba-chumba, mucho canalillo siliconado y mucha pose. Pero de música en directo y comunicación con el público, nada de nada. Y es que tanta era la reserva de Alaska en expresarse, que no hizo ni un solo comentario entre canción y canción. Sus únicas palabras en vivo fueron Gracias antes de los bises, y Gracias, ha sido un placer al acabar el concierto. Bueno, pues De nada, guapa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me gusta mucho Alaska. El hermano mayor de mi mejor amiga era un fan acérrimo y la escucho desde la época de los pegamoides. Ha evolucionado mucho desde aquellos tiempos, no siempre para bien, ya que en mi caso aborrezco el tecno, pero le reconozco el mérito de haberse mantenido durante tantos años. No me habría imaginado nunca que se abonara al playback. Será la nefasta influencia de su marido y ese grupo inclasificable en el que pseudoberrea.