Rafa Pons en La Cantonada
La Cantonada (Tarragona), viernes, 8 de marzo de 2019.
Lo peor de los conciertos de Rafa Pons es que se terminan. Una hora y media
da para lo que da, y la ya pingüe discografía del barcelonés
hace que inevitablemente se queden en el tintero canciones que un
servidor daría un brazo por que las incluyera en el repertorio. Me
faltaron Bobo, El último pedazo del pastel o Atento, entre otras.
Pero quedémonos con las alegrías: Pons, guitarra en ristre y culo en
taburete, coronó un show prácticamente redondo con la ranchera El Gallito,
acompañado
por los jaleos y risas del respetable, con el que había establecido la
complicidad habitual. Y es que las bromas marca de la casa y las letras
siempre ácidas de mi tocayo son una combinación infalible. Antes nos
había deleitado con algunos de sus
temas ya clásicos: En ti, No te jode, La mosso, la inevitable Julia
Roberts..., y había lucido lo mejorcito de su nuevo álbum La guerra del sexo
(2018): Estúpido,
Capullo Tonic, Como un hombre, Los reyes del mundo e Imposible,
canción con la que empezó el bolo en una Cantonada que había registrado una entrada muy digna, con todas las localidades (léase sillas) ocupadas. Aunque sin aglomeraciones
ni gente que tuviera que quedarse de pie, que ya se sabe que en este
país la canción de autor no goza del favor de los medios ni arrastra las
masas como el flamenco-trap de Rosalía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario