martes, 13 de diciembre de 2016

Mi disco del año


No soy muy dado a confeccionar las típicas listas con los mejores discos del año: entre otras cosas, porque ando algo desconectado de las novedades discográficas, sobre todo de grupos nuevos o que no conozco. Además, por lo que he leído por ahí, me temo que este año no se han publicado álbumes especialmente buenos, así que aunque estuviera al día de la mayoría de los lanzamientos, me temo que me hubiera sido difícil elegir un TOP 20, o un TOP 10, o siquiera un TOP 5.

De todos modos, sí me ha apetecido escoger el que ha sido para mí el mejor trabajo de 2016, o al menos el que más me ha entretenido. Y el disco de rock que más me ha gustado ha sido la cuarta entrega de los fineses Reckless Love: InVader (2016).

Está claro que no pasará a la historia como un imprescindible del metal, pero es un álbum muy divertido, fantásticamente interpretado y producido, y sobre todo (y quizás es eso lo que más me ha gustado), muy variado: InVader toca varios palos no sólo del hair-rock de los 80 que caracteriza a la banda (We Are The Weekend, Bullettime…), sino también de otros estilos más noventeros pero igual de potentes (Hands, Pretty Boy Swagger…). Además de un par de temas bastante poppies y de tintes electrónicos (Child of the Sun y Scandinavian Girls) que en las primeras escuchas suenan casi hasta ridículos, pero que con el tiempo me han enganchado y disfruto enormemente.

Eso sí, como tema estrella me sigo quedando con el que fue su primer sencillo: Monster, que me parece genial, y que pudiera haber firmado perfectamente el Alice Cooper de Trash (1989) y Hey Stoopid (1991).


2 comentarios:

sammy tylerose dijo...

Buenas!
Pues este disco ha pasado totalmente desapercibido para un servidor! Disfruté bastante con "Animal Attraction", pero lo que han ido sacando desde entonces lo he escuchado poco o nada (los adelantos no me han convencido). Pero vamos, si para un tío con tu pedegree se trata del disco de año, habrá que escucharlo!

Rafa dijo...

Sammy, no creas que InVader es el Appetite... Pero es que el 2016 ha sido tan baldío en lo que a buenos discos se refiere, que el de Reckless Love es de los pocos que salvo de la quema, y además se ha convertido en mi favorito. A ver qué te parece, ya me dirás...