Renovarse o morir
Durante los últimos años, muchas viejas glorias del hard rock han
reunido sus bandas de antaño para volver a los escenarios (léase Van Halen, Whitesnake, etc.), mientras otras han preferido crear nuevos grupos. De estas últimas, quizás el ejemplo más sonado haya sido
el de Black Country Communion, pero han habido más casos, como Buck Satan and The 666 Shooters, del todavía líder de Ministry Al Jourgensen, y del cuál ya hablé aquí.
Otro caso son The Union, formado por Luke Morley, guitarrista de los disueltos Thunder. Tras un homónimo álbum de debut en 2010, The Union publicaron un fantástico trabajo el año pasado, Sirens' Song (2011), que últimamente está sonando muy a menudo en mi iPod. Rock setentero e influencias de los Black Crowes a cargos de estos británicos, una propuesta a tener muy en cuenta, tanto por éste como por futuros trabajos.
Otra vieja gloria que ha vuelto a la palestra musical ha sido Michel Kiske, exlíder de los míticos Helloween. El nuevo grupo del alemán se llama Unisonic, al igual que su primer LP (Unisonic, 2012) y el tema que lo abre. Un disco magnífico, y bastante ecléctico, con temas que van del speed al metal melódico pasando por el sleaze. La voz de Kiske está en un momento de forma espectacular, y los músicos que le acompañan no le van a la zaga. Un pedazo de álbum, con temas
irresistibles (Unisonic, Never Too Late, Never Change Me...) y que vaticina que esta banda alemana nos dará muchas alegrías en los años venideros.
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