No Fuel Left for The Pilgrims
Continuaba con un trallazo, Jihad, una canción de carretera que contenía la frase que daba título al disco, y que era (y es) una de mis favoritas. Luego seguía con temas más calmados, Point of View y Rim of Hell (ojo, con calmados no quiero decir baladas, ya que el disco carecía de ellas), para empalmar con ZCMI, de tintes rockabillies, y dar paso a True Believer, un rock'n'roll de inspiración mötleycrüeniana y lírica motera. Y luego, los que conocéis el disco ya lo sabéis: Girl Nation, Lords of The Atlas, Overmuch... Temas donde el country, el southern, el rock duro y el punk se daban la mano, todos regados con unos riffs y unas líneas de bajo de lo más particulares, que dotaban a D-A-D de un sonido inconfundible.
Sonido que, por cierto, nunca han abandonado, ya que su último trabajo, DIC.NII.LAN.DAFT.ERD.ARK (2011), sigue teniendo ese sabor cowpunk que ya caracterizaba a la banda en sus inicios. Me temo que no entrará en mi Hall of Fame particular, pero No Fuel Left... sí lo hizo. Y por la puerta grande