miércoles, 21 de enero de 2009
Ayer se celebró la investidura de Barack Obama, el 44º presidente de los Estados Unidos, y el primero de raza negra en ocupar la presidencia. Para algunos (como el ignominioso expresidente español, José María Ansar) un "exotismo histórico", y para muchos la gran esperanza para acabar con la tácita discriminación racial que todavía sufre ese país.
Es un hecho: en los States, quien tiene el dinero, quien puede ir a conciertos, quien puede comprar discos, continúa siendo el blanco, y tener la piel clara ayuda (y mucho) para labrarse una carrera musical, incluso en estilos que siempre han sido predominantemente negros. ¿Por qué, si no, hace unos años triunfó la cantante de jazz Diana Krall (blanca), mientras otras grandes voces como Nnenna Freelon o Anita Baker (negras) eran mucho menos promocionadas? ¿Por qué el rapero más conocido era Eminem (blanco)? ¿Por qué la eclosión de lo que se está llamando neo-soul la inició Amy Winehouse (blanca) con su fantástico Back to Black (editado en diciembre del 2006) en lugar del también fantástico Leavin' (editado en septiembre del mismo año) de Natalie Cole (negra)? ¿Por qué las radiofórmulas programan a todas horas el neo-soul de Duffy, Adele o Lily Allen (blancas) e ignoran los grandes trabajos de Beverley Knight o de Sharon Jones & The Dap-Kings (negros)? ¿Por qué el heredero del estilo de Marvin Gaye o Sam Cooke (negros) es Eli 'Paperboy' Reed (blanco)?
De todos modos, Obama ya ha avisado que la gente no debe poner demasiadas esperanzas en él, y que habrán decepciones para muchos durante su mandato. Y es que a, pese a tener un presidente afroamericano, los blancos ricos serán los que continúen ostentando la riqueza y el poder, y los negros pobres (¿o los pobres negros?) la clase más discriminada. El color de la piel del inquilino de la Casa Blanca no cambiará los prejuicios de un día para otro. Pero bueno, por algo se empieza...
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1 comentario:
Al margen del Marketing que se ha movido con Obama (tazas, camisetas, bolígrafos...), ya sabéis mi opinión del Electo Presidente. No, Obama no es Dios. Ni es Batman. Pero ha conseguido algo que hacía muchos años (¿décadas?) que no se conseguía en los "Estates". Por lo pronto, ha conseguido involucrar a los jóvenes (valga como eljemplo el autor del discurso - peor que los anteriores - que tiene 27 años). Trabajo con estudiantes universitarios norteamericanos y si algo les definía en cuanto a política era la palabra "pasividad". Sin embargo, desde la llegada de este negro tienen esperanza y ganas de formar parte de lo que se está cociendo. A mí ya me da igual si no le dejan hacerlo todo lo bien que (dice) quiere. Mucha gente ha cambiado el "me da igual" por el "Yes, We can"... A mí me basta.
Besitos
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