Dirty Memory
Una de mis formaciones preferidas del blues es la de dúo de guitarra y armónica. El siglo XX nos dejó parejas clásicas como John Cephas & Phil Wiggins o Sonny Terry & Brownie McGhee, y el formato sigue vigente en el siglo que habitamos, aunque no sea la música más mainstream del mundo, al menos hasta que Rosalía y C. Tangana vean la luz y se pasen al blues rural.
Varios son los discos que me flipan de este género, y me gustaría ir desgranando algunos de ellos en el blog. Uno de mis favoritos es el que hoy nos ocupa: Dirty Memory (2015), de JJ Appleton y Jason Ricci.
Ricci
es uno de mis armonicistas favoritos, con un particular estilo que me
parece apabullante por su fuerza y desenvoltura. Este Dirty Memory es su primera colaboración con JJ Appleton, y combina temas propios con versiones. Las primeras canciones, empezando por Leaning Blues que lo abre, son espectaculares, llenas de garra, e incluyen una maravillosa versión del Nobody's Fault but Mine de Blind Willie Johnson.
El título del quinto corte no deja lugar a dudas: Jason Solo
es precisamente eso: un temazo de 6 minutos donde la armónica es la
única protagonista, y donde el músico afincado en New Orleans da una
lección de maestría y se luce con la blues harp, haciendo a la vez la parte rítmica y melódica.
Y el resto del disco, lo que sería la cara B, igualmente fantástico, con una pantanosa revisión de una canción de Rolling Stones, Black Limousine, y entre otras perlas, la tercera versión del LP: Ain't No Use de Z.Z. Hill, que me sobrecoge cada vez que la escucho.
El álbum tuvo una continuación, Beautiful Slop (2018), otro grandísimo trabajo que todavía estoy descubriendo y paladeando poco a poco. Otro día lo comento. De momento, dejo aquí el vídeo de la mencionada Nobody's Fault but Mine, segundo corte del Dirty Memory, donde Ricci y Appleton se acompañan del contrabajo de Tim Lefebvre.
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