viernes, 30 de octubre de 2020

Postales del 2020

Disculpadme la frivolidad, pero si no ocurre un milagro (y mi ateísmo recalcitrante lo ve difícil), este año será el primero desde 1995 que no viajo al extranjero. Problemas del Primer Mundo, lo sé. Pero mirad: me jode. Es lo que tiene ser un enfermo de los viajes: que te acostumbras, y si luego un maldito virus te los quita, pues estás como si a Sabina le quitan el tabaco o a Bosé las setas alucinógenas.

Por suerte, vivo en un lugar privilegiado, y este 2020 lo he dedicado a recorrer a golpe de coche parajes más o menos cercanos. Así que hoy cuelgo unas cuantas fotos de lo que han dado de sí estos últimos meses, entre el desconfinamiento y el confinamiento perimetral que recién empieza (y que todo apunta que va a ir para largo).

Hospitalet de l'Infant, 3/6/2020

Galicia, 26/7/2020

Comarca de Matarraña, 15/8/2020

Sierra de Guara,  25/8/2020

Delta del Ebro,  30/8/2020

L'Ametlla de Mar, 11/9/2020

Altafulla, 21/9/2020

Pantano de Foix, 4/10/2020

Salou, 6/10/2020

El Catllar, 11/10/2020

Torredembarra, 11/10/2020

Congost de Mont-rebei, 25/10/2020

Tarragona, 28/10/2020


La verdad es que no ha estado nada mal, he descubierto paisajes que podrían protagonizar la portada de cualquier revista de viajes, y aunque a veces nos empeñemos en irnos donde Cristo perdió la alpargata, hay que reconocer que por aquí hay sitios maravillosos. Eso sí, no puedo evitar echar de menos el exotismo de un mercado asiático, de una isla caribeña o de una kasbah magrebí. Pero como se le oyó decir al Descuartizador de Minnesota cuando le sentaron en la silla eléctrica, "que nos quiten lo bailao".

jueves, 15 de octubre de 2020

Eso que Pau nos da

 

Animado por las expectativas generadas, Jordi Évole ha decidido llevar a los cines antes que a la televisión Eso que tú me das, la entrevista que hizo a Pau Donés dos semanas antes de su muerte. Pese a ello, el formato es el habitual en los programas televisivos del periodista: tomas de la preparación del encuentro, imágenes de los ayudantes colocando el micro al entrevistado, fragmentos de conversaciones capturados cuando la cámara supuestamente no estaba rodando... Y la sobriedad del entorno y la falta de artificios características de Salvados o Lo de Évole. Así que, ¿qué nos puede animar a desplazarnos y pagar el precio de la entrada, en lugar de esperar unas semanas para ver la entrevista en la pequeña pantalla? Pues que el recogimiento de la sala de cine es el lugar ideal para disfrutar de la charla entre Jordi y Pau, sin interrupciones publicitarias ni distracciones.


La frase en la que hizo hincapié el cantante de Jarabe de Palo cuando propuso a su amigo que le entrevistara era que él quería hablar de la vida, no de la muerte. Y efectivamente, pese a lo que se podría esperar, se trata de una conversación animada, con mucho humor y poco victimismo. Pau Donés habla de su familia, de sus inicios, de sus referentes musicales, de sus sueños frustrados, del amor... Todo con un aire sincero y emotivo, evitando la sensiblería pretenciosa y el caer en divagaciones demasiado new age. Évole, con su sonrisa de medio lado pero con tristeza en los ojos, le guía en esta confesión, preguntando lo justo pero dejando que el protagonismo recaiga en quien tiene que recaer.

Personalmente, eché de menos un montaje más propio del reportaje: fotos antiguas, imágenes de archivo, filmaciones de los comienzos de la banda, o aquel mítico encuentro de El Follonero con "Jarabe del mismo palo". Pero supongo que para todo esto ya está YouTube, y los productores han decidido despojar la charla de cortes en favor del intimismo. Así que Eso que tú me das es un encuentro ameno y enternecedor, a la vez que una lección de entereza, y da pie al espectador a reflexionar sobre cómo afrontar la muerte y, sobre todo, la vida.