Koko-Jean & The Tonics en la Sala Zero
Sala Zero (Tarragona), viernes, 26 de abril de 2019. No sé cómo les
estará yendo a The Excitements sin la que fue su cantante durante 3
discos y un buen puñado de años de carrera juntos, pero lo que es un
hecho es que el nuevo proyecto de la chica en cuestión es una bomba:
menudo conciertazo se pegaron Koko-Jean & The Tonics (pilláis el
juego de palabras del nombre del grupo, ¿verdad?) el pasado viernes en la Sala Zero, dentro
del festival TGN Soul City.
Gran parte
del mérito, claro, lo tiene la banda: solo tres músicos tres (guitarra,
batería y órgano), pero simple y llanamente excepcionales (a mí, el
batería me dejó literalmente noqueado). Pero es cuando sale Koko-Jean
cuando el escenario arde y el público enloquece. ¿Cómo puede caber
tamaña fuerza, actitud y vozarrón en un cuerpo tan pequeño? La cantante
nacida en Mozambique es un torbellino irresistible, hipnótico, y con
unas aptitudes vocales que la convierten en digna heredera de las
grandes damas del soul. Desconozco si el repertorio eran temas
propios, de los Excitements, o versiones, ya que no conocía ninguno de
ellos. Pero daba igual: la calidad de las canciones y la energía con que
eran interpretadas eran tantas que cada minuto del espectáculo era una
gozada para los oídos. Así que, una noche para el recuerdo la que nos regalaron Koko y sus chicos, y ya sabéis, si un día recalan
cerca de vuestra ciudad, no lo dudéis ni un instante y haceos con una
entrada, porqué el show vale muchísimo la pena.
Normalmente
acompaño las crónicas con una foto cutre echada con mi móvil low-cost,
pero hoy tengo la suerte de contar con la obra y gracia del fotógrafo
Carles Llop Vallespi, que me ha permitido acompañar este post con su arte.
Gràcies, Carles!
1 comentario:
Tuve la suerte de asistir al concierto.....el conjunto brutal, quizá a mi mi impactó más el órgano hammon seguramente porque es un instrumento poco habitual en los grupos "convencionales" y más si cabe por el protagonismo que tomaba en muchas canciones....y me acabó rompiendo cuando las manos del músico abandonaron los teclados para enfundar una hipnotizadora armónica.
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