Mis hijas y yo tenemos un trato para el
trayecto matinal de casa al cole: un día eligen ellas la música, al
siguiente la elijo yo, y así sucesivamente. Cuando me toca a mí, como de
un tiempo a esta parte estoy muy en plan revival guitarrero, pongo sobre todo blues y blues-rock. Y últimamente, cuando les toca a ellas, la canción que suena en el coche es A desobeceder, de El Kanka. En bucle.
Sin descanso.
Y yo me
pregunto: el Tribunal Internacional de los Derechos Humanos,
¿a partir de cuántas reproducciones consecutivas considera "tortura" una
canción? ¿Tengo derecho a solicitar a UNICEF algún tipo de
compensación? Si me quedan secuelas irreversibles, ¿las cubre la
Seguridad Social o tengo que reclamar a la SGAE? Que conste que la
canción me gusta, pero cuando la has oído más de 300
veces, digamos que empieza a perder "ligeramente" su encanto.
Por
suerte para mí, ellas todavía son pequeñas para saber que, con una
simple llamada, tendría a Servicios Sociales, al Instituto de Protección
a la Infancia y al mismísimo Torrebruno aporreando mi puerta. "¿Qué es
esto de castigar a niñas de 3 y 6 años con clásicos de
B.B.King,
Gary Moore o
Eric Clapton? ¿Sabe usted los traumas que puede causar en el tierno cerebro de una criatura el
At Fillmore East de los
Allman Brothers?
¿Es consciente que le puede caer Prisión Perpetua Revisable por consumir la discografía de
Taj Mahal ante menores?".
Pese
a todo, intuyo que algún día, que llegará antes de darme cuenta, echaré
de menos estos momentos, el escuchar la misma canción una y otra vez y
cantar los tres a grito pelado aquel estribillo que reza "Prohibidores, a
prohibir / Nosotros a desobedecer". Y sé que ellas reirán recordando
cuando el carcamal de su padre contraatacaba con música infernal de
guitarristas del Pleistoceno.
Feliz Día del Padre a todos.
5 comentarios:
Últimament t'estàs sortint. Boníssim.
No dudes que lo echarás de menos!
Yo recuerdo con cariño a Juan Pardo, Perales, y JL Guerra...
No los había escuchado en mi vida.
Máximo respeto para el bajista, que cambia el aporreo de cuerdas por los soplidos a una tuba.
Cuidado, Rafa, que las niñas no te apliquen el cuento, con lo de "desobedecer"
Günner, a los otros no, pero a Juan Pardo también lo recuerdo con cariño, de los viajes en coche con mis padres. Por eso, igual que ahora sería incapaz de escuchar a Juan Pardo, sé que mis hijas en 30 años serán incapaces de ponerse a B.B.King. Ley de vida.
Kusinkay, las niñas, lo de "A desobedecer" lo tienen bastante interiorizado desde antes de descubrir la canción. Es lo que toca, si nosotros no fuimos angelitos, no ibamos a esperar que nos salieran unas santas. En fin, mejor rebeldía (controlada) que sumisión borreguil, supongo (quien no se consuela...).
Es que ese es infumable hasta pa mí!
Ponles a Darkness, Foxy Shazam, o Poison...
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