Así que, unos días después de
mi redescubrimiento de los
Allman Brothers y la consiguiente compra impulsiva, recibía
One
Way Out: The Inside History of The Allman Brothers Band, cuya lectura
me ha acompañado durante las últimas semanas. Y he de decir que he disfrutado
como un enano.
El libro está compuesto por fragmentos de conversaciones del autor con los
miembros supervivientes de la banda, además de con roadies, managers, productores e incluso músicos como Eric Clapton
o Buddy Guy. Las narraciones de los hechos, las opiniones y los diferentes puntos
de vista dibujan la historia del grupo, no sólo como una retahíla de sucesos,
sino también desvelando porqué ocurrieron y como los vivieron sus protagonistas,
tanto los momentos gloriosos (los inicios, la publicación de sus mejores
discos, la llegada del éxito comercial…) como los trágicos (las muertes de
Duane Allman y Berry Oakley, las luchas de egos, las adicciones, las múltiples
formaciones, la patada en el culo a Dickey Betts…). Además de algunos momentos
tan jocosos como memorables, como cuando la banda conoce al mentado Eric
Clapton, o cuando contratan al guitarrista de Ozzy Osbourne Zakk Wylde para
sustituir a Betts.
Pero lo mejor ha sido echar mano de Internet para hacerme
con la discografía completa de los ABB e ir escuchándola de forma cronológica y
paralela a la lectura de la biografía. Algunos discos ya los conocía, pero
otros que nunca había escuchado antes me han deparado fantásticas sorpresas. Y
los trabajos de la década de los 80, que todos los miembros califican como de “embarrassing”,
me han arrancado más de una sonrisa de condescendencia.
En definitiva, un libro imprescindible para los fanáticos de
los Brothers. Pero si, como era mi
caso, no eres un gran seguidor suyo, seguro que su lectura te hace
irremisiblemente adepto (y adicto) a la obra de esta gran banda. A mí me ha
pasado.