My baby 2
Si hace casi 3 años contaba en este post la llegada de mi primera hija, ahora me vuelve a llenar de orgullo y satisfacción anunciar el nacimiento, hace 10 días, de la segunda en la linea de sucesión.
La vez anterior me atreví a describir a la primogénita como morena como el padre y de ojos azules como la madre, lo que me valió el aviso de Günner en forma de comentario, diciendo que todos los niños al nacer tienen los ojos azules (y, como luego supe, la piel morena por la ictericia). Así que al final la primera niña ha resultado blanca como la madre y de ojos verdes como el que suscribe. ¡Pleno al 15!. O sea que en esta ocasión me ahorraré descripciones superfluas. Sólo anotar que al nacer, con la hinchazón de la cara propia del parto, pensé "¡ostras, se parece a mí!". Pero a las horas, y con los rasgos ya normalizados y colocados en su sitio, ya apuntaba a la madre y está resultando la mar de guapìna.
Ahora tocan meses de dormir poco y currar mucho. Pero que todo sea para bien, y a esperar que un día se convierta en la Hannah Montana española, retire de trabajar a su anciano padre y lo ponga a vivir como un pachá. Eso sí, habrá que estar al loro, que a menudo a las Hannahs Montanas les da por metamorfosearse en Miley Cyrus. Y eso sí que no.