The Quireboys en Apolo 2
Miércoles, 8 de mayo de 2013. La 2 de Apolo, Barcelona. Como el
día siguiente es laborable, el concierto empieza pronto, a las 21.40,
cuando fuera aun no ha oscurecido del todo. En la sala, buena entrada y
un calor infernal, que se acrecienta al ver a Spike ataviado con camisa
de manga larga, chaleco, casaca y el inefable pañuelo en la cabeza. Y además, los bolos de The Quireboys no se caracterizan precisamente por su frialdad, así que se augura una velada calentita.
Empieza el show con Tramps and Thieves, de su segundo trabajo Bitter Sweet and Twisted. Es un espejismo, claro: a continuación suenan There She Goes Again y The Misled, los dos primeros de la que será una larga lista de temas pertenecientes a su disco más famoso y celebrado, A Bit of What You Fancy. Luego, Too Much of A Good Thing, presentación del que será su próximo álbum, Beautiful Curse, para inmediatamente volver a los clásicos del A Bit...: Roses and Rings y Whippin' Boy.
Como no podía ser de otra manera, ya que llevan casi un cuarto de siglo defendiéndolas en directo, las canciones suenan poderosas, bien engrasadas, impecables. Y Spike, pese a los años y una cojera recién estrenada, sigue siendo un frontman alucinante, dejándose la piel y transmitiendo un buen rollo contagioso. Mucho C'mon!, mucho Uh Yeah!, y un ambiente festivo y rockero que no decae con el paso de los lustros.
Atacan Mona Lisa Smiled, del Homewreckers and Heartbreakers y This Is Rock'n'Roll, del disco homónimo, para volver con Hey You, el que fue single de presentación de su debut. A continuación, otro tema inédito, Mother Mary (para mí, mejor que el Too Much of a Good Thing mencionado anteriormente), y de vuelta al A Bit...: Sweet Mary Ann, 7 o'clock y la balada I Don't Love You Anymore.
Y para terminar, los bises, a cargo de I Love This Dirty Town (del Homewreckers...) y, como no podía ser de otra manera, Sex Party (¿adivináis de qué disco?). Fin de fiesta tras 80 minutos, que pasaron en un santiamén y que dejaron al respetable con ganas de más rock'n'roll.
Como no podía ser de otra manera, ya que llevan casi un cuarto de siglo defendiéndolas en directo, las canciones suenan poderosas, bien engrasadas, impecables. Y Spike, pese a los años y una cojera recién estrenada, sigue siendo un frontman alucinante, dejándose la piel y transmitiendo un buen rollo contagioso. Mucho C'mon!, mucho Uh Yeah!, y un ambiente festivo y rockero que no decae con el paso de los lustros.
Atacan Mona Lisa Smiled, del Homewreckers and Heartbreakers y This Is Rock'n'Roll, del disco homónimo, para volver con Hey You, el que fue single de presentación de su debut. A continuación, otro tema inédito, Mother Mary (para mí, mejor que el Too Much of a Good Thing mencionado anteriormente), y de vuelta al A Bit...: Sweet Mary Ann, 7 o'clock y la balada I Don't Love You Anymore.
Y para terminar, los bises, a cargo de I Love This Dirty Town (del Homewreckers...) y, como no podía ser de otra manera, Sex Party (¿adivináis de qué disco?). Fin de fiesta tras 80 minutos, que pasaron en un santiamén y que dejaron al respetable con ganas de más rock'n'roll.
En definitiva, un buen concierto para los amantes de la banda, y se
disculpa la corta duración por el estado físico de Spike que, incapaz de
tomárselo con calma, bailaba a la pata coja. Eso sí, un
repertorio demasiado predecible ya que, en mi opinión, The Quireboys tienen
una discografía más que digna, y basar los conciertos en su primer LP
(del cual eran 9 de los 15 temas que sonaron) dan poco espacio para la
sorpresa. Pero en fin, hay que reconocer que, aunque asistimos al mismo
espectáculo que en las anteriores visitas de los londinenses y muy
probablemente las futuras, los que allí estábamos amamos el A Bit of What You Fancy,
y si son canciones que no te cansas de escuchar en disco, ya no digamos
en directo. Aunque la verdad, que hubieran apostado por Debbie o King of New York en lugar de Sweet Mary Ann o I Don't Love You Anymore, o que hubieran colado alguna versión de The Faces, por ejemplo, no hubiera estado nada mal.