Antònia Font en Tarragona
Pl. de la Font (Tarragona), 17 de septiembre de 2011. Intentar comprender del todo a Antònia Font
es como intentar comprender la pintura de Barceló: en sus obras se
intuye una semilla conceptual, pero es el surrealismo lo que realmente
les da forma. Así las cosas, no se podía esperar que la presentación en
Tarragona del último disco de los mallorquines, Lamparetes
(2011), fuera un concierto al uso. Para empezar, estaba programado a
las 18 h., un horario poco habitual para una banda consagrada en
nuestras tierras, y el espectáculo comenzó con solo cinco minutos de
retraso. Se inicia con Me sobren paraules, el tema que abre el disco. Hasta ahí, nada extraño. Pero luego suenan Coses modernes, Islas Baleares, Abraham Lincoln, Clint Eastwood...
Es decir, tocan prácticamente el álbum entero, con la producción exacta, y siguiendo el orden de los cortes. Sólo obvian Calgary 88, uno de los temas que más éxito está teniendo, pese a no ser single, y con una letra poco característica de la banda, ya que cuenta una historia con principio y final. Pioners, Boreal, Es canons de Navarone... Durante casi una hora, una lectura de cabo a rabo de Lamparetes,
con pocas intervenciones del cantante Pau Debón, y que desconcierta un
poco al público, que se siente como si estuviera escuchando el disco en
casa (lo cual no es tan grave, por cierto, ya que se trata de un LP
fantástico).
Y entonces, suenan los acordes de Alegria, que daba título a su disco de 2002, y uno de sus mayores éxitos. Ahí empieza la segunda parte del concierto, una revisión de sus temas antiguos más conocidos, y con el cantante más animado y expresivo. Caen Bamboo, Darrere una revista, Armando Rampas (comandant Armando Rampas / no te folles ses hosteses / una darrere s'altra, y a quién le importa el horario infantil del evento), Tokio m'és igual, A Rússia... El respetable se apunta a la fiesta, y corea con entrega cada una de las canciones. La actuación parece que se cierra con el que ya es el himno de los Antònia Font, el Wa Yeah!. Pero aún hay tiempo para los obligados bises: Dins d'aquest iglú; el rap Astronauta rimador tocado de forma explosiva; y, ahora sí, el tema que quedaba pendiente del Lamparetes: Calgary 88, con su letra y su sonido tan ochentas, y la irresistible historia de la pareja de patinaje artístico que festejàvem i representàvem a Espanya a s'olimpiada d'hivern del Canadà. Júbilo generalizado, vítores y aplausos, la banda que saluda, y de fondo los Modern Talking, protagonistas de la canción que ha cerrado el concierto.
Antònia Font son un mundo aparte. No sólo no hay que entenderlos del todo para disfrutarlos, sino que es aconsejable no hacerlo.
PD: Gracias, Natàlia, por las fotos.
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