miércoles, 10 de marzo de 2010

La máquina del tiempo

Ver para creer. Hasta hace una semana había oído neo-soul (Amy Winehouse), neo-reggae (Grace), rockabilly revival (Imelda May), contemporary jazz (Diana Krall), modern acoustic blues (Keb' Mo'), modern electric blues (Oli Brown), post-bop (Herbie Hancock) e incluso deep funk revival (Sharon Jones & The Dap-Kings). Pero nunca, hasta la fecha, había oído algo que, incapaz de encontrar una etiqueta mejor, yo definiría como neo-jazz-de-cuando-el-jazz-se-llamaba-blues. Es decir, una revisión del género que popularizaron, en los años 20, grandes damas como Bessie Smith o Alberta Hunter.

Grata, gratísima fue mi sorpresa cuando, por este post del blog Musicación, descubrí el disco Sentimental Streak (2008), de Catherine Russell. La señorita Russell resucita el jazz más tradicional con un feeling prodigioso, además de estar acompañada de una banda que envuelve de manera impecable su voz añeja. Pero el mayor acierto de esta neoyorquina es que, a diferencia de otros artistas revival que lo intentan sin éxito, su Sentimental Streak sí consigue meterte en una máquina del tiempo y transportarte a los años que homenajea.

Así que entro un garito del New York de 1928. Busco un sitio cerca del escenario, dejo la chaqueta en el respaldo de la silla y el sombrero sobre la mesa. Olvido que no fumo, y pido una cajetilla a la vendedora de cigarrillos. Recuerdo que bebo, y señalo mi vaso vacío en un gesto que el camarero reconoce. Se adentra en la cocina, vuelve con una botella sin etiqueta y, de tapadillo, me sirve un bourbon destilado en Illinois o en Pensilvania, a quién le importa. Estiro las piernas mientras doy un trago corto al whiskey. Enciendo un cigarrillo, echo unas volutas al aire, y me dispongo a disfrutar del blues de Bessie Smith, 80 años después.



1 comentario:

Almond dijo...

Fantástico post, nen. Mandaré a mi "pinche"/desertor que me pase esta joya.