miércoles, 17 de diciembre de 2008

Fragmentos de Dublín

El centro está salpicado de músicos callejeros, suficientemente espaciados para que sus canciones no se mezclen. Un jazzman sopla en St. Stephen's Green, el saxofón brillando al exiguo sol de invierno. Un acordeonista da unas pinceladas de folclore a la comercial Grafton Street, entre una tienda H&M y una de souvenirs. Una guitarrista canta Like A Rolling Stone a las puertas de St. Thereze Church, la voz asomando sobre las vueltas de su bufanda...

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The Mezz es uno de los pocos bares de Temple que no están decorados como el típico bar irlandés. Es un garito de recovecos oscuros, con las paredes empapeladas con pósters de viejas películas y discos míticos. Justo a la entrada hay un pequeño escenario, donde cada noche tocan bandas de estilos muy variados. La noche que fuímos actuaba un grupo interesante, que hacía un jazz-funk contagioso que recordaba al sonido de Galactic.

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Si The Mezz se aleja del arquetipo de pub irlandés, el Oliver St. John Gogarty es el paradigma de negocio orientado al turista. Situado en la principal calle de Temple, el verde chillón de la fachada y su obvia decoración dejan poco lugar al engaño. Aun así, entramos a tomar una cerveza, y descubrimos un ambiente muy agradable. El lugar estaba lleno a rebosar, y entre el gentío vimos que, en uno de los bancos, una banda tocaba un folk tradicional que inundaba el local. Compartimos el enorme barril que hacía de mesa con dos orondas dublinesas, que como nosotros disfrutaron de la música mientras daban buena cuenta de sendas pintas de Guinness.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces lo comercial te sorprende. Sin ir más lejor, la calle que da nombre a este espacio... Y a pesar de su comercialidad, estoy deseando volver.
Un petó, petit