domingo, 3 de abril de 2011

Los años del miedo

Estos días ando leyendo Los años del miedo (2008), un interesantísimo ensayo de Juan Eslava Galán sobre la posguerra española (1939-1952). En él se cuentan, entre trifulcas históricas y anécdotas variopintas, cuáles eran los ideales que Franco quiso que arraigaran en la nueva España, cómo era la educación (toda a cargo de la Iglesia, por supuesto), y cuál era la propaganda vendida por el Régimen. Y por tanto, estoy entendiendo muchas de las razones de por qué somos como somos, por qué estamos como estamos, y que cuando el Generalísimo dijo aquello de "Lo dejo todo atado y bien atado", quizás no iba de farol (y si no, que le pregunten a Garzón).

También he visto hoy Bienvenido Mr. Marshall, que refleja bastante bien las miserias y los sueños de la necesitada España de principios de los 50, aunque muy comedida en su visión crítica (o quizás recortada por las afiladas tijeras de la censura, lo cual explicaría lo escaso de su metraje). Fantástica película, y con momentos musicales de lo más curioso, como el tema country por excelencia, el Oh Susanna, convertido en copla ("Aunque estoy en Arizona, por flamenco cantaré"). O la más que conocida canción Americanos, ya todo un clásico de la música popular española y que, en cierto modo, retrata muy bien cómo siempre esperamos que sean otros los que nos saquen las castañas del fuego.







Los yanquis han venido,
olé salero, con mil regalos,
y a las niñas bonitas
van a obsequiarlas con aeroplanos,
con aeroplanos de chorro libre
que corta el aire,
y también rascacielos, bien conservaos
en frigidaire
Americanos,
vienen a España
guapos y sanos,
viva el tronío
de ese gran pueblo
con poderío,
olé Virginia,
y Michigan,
y viva Texas, que no está mal,
os recibimos
americanos con alegría,
olé mi madre,
olé mi suegra y
olé mi tía.
El Plan Marshall nos llega
del extranjero pa nuestro avío,
y con tantos parneses
va a echar buen pelo
Villar del Río.
Traerán divisas pá quien toree
mejor corría,
y medias y camisas
pá las mocitas más presumías.

5 comentarios:

Carlos Tizón dijo...

este libro es una de mis asignaturas pendientes, nunca me decido por leerlo a pesar del tiempo qeu lleva en mi biblioteca. Sobre bienvenido mr marshall hay que tener unos huevos enormes para hacer aquella pelicula que denuncia las carencias de la epoca con una censura a todo tren como la franquista

saludos

TwoHeads dijo...

Suelo quedar con mi padre un día cada semana sólo para estar juntos, para no desvincularnos y nuestras conversaciones siempre giran alrededor de la guerra civil, las posguerra y esta mierda de transición donde los que tenian la soga bien sujeta, permanecieron en ese mismo lugar. Para su cumple, a mi padre le regalo libros relacionados con el tema y el de Eslava Galan fue muy celebrado en su momento. No sé cuantos años tienes amigo Rafa, pero es una maravilla que gente más joven se interese por hechos que, para nuestra desgracia, han conformado la sociedad bastarda de hoy en día.
Lo de Berlanga es un punto y aparte. Ese hombre fué un puto genio. Recuerdo con muchisimo cariño un maravilloso documental titulado "Extranjeros de si mismos" donde Berlanga y su colega, más que actor fetiche, Luis Ciges, recordaban los años de hierro trás finalizar la guerra y su participación, sí o sí en la "Gloriosa" División azúl.
Un abrazo y Salud.

El titán dijo...

Efectivamente, el viejo sabía lo que se decía y tiene un montón de muertos que con su silencio refrendan sus actos.

Rafa dijo...

Twoheads, me temo que no soy tan joven como piensas (de hecho, nací en 1971).

Twoheads y Nortwinds, efectivamente, Berlanga era un genio. Hace unos días volví a ver La Vaquilla por enésima vez, y volví a pasarlo en grande.

Titán: el problema no son los muertos que refrendan sus actos, sino los vivos que lo siguen haciendo.

¡Saludos a todos!

El titán dijo...

Claro, pero sobre un mar de muertos, lo mejor de aquella España.