El pasado fin de semana se inauguraba la temporada de conciertos estivales del bluegrass bar La Traviesa de Torredembarra (Tarragona). Para quien no lo conozca y vaya a estar cerca este verano, que sepa que es un lugar emblemático, con casi 40 años
de historia, de obligado peregrinaje para los amantes de la música de
los 70 en particular, y del rock'n'roll en general.
La temporada la abrió el sábado un grupo de Reus, pero nosotros nos dejamos caer por allí ayer domingo para disfrutar de The Mothercrow: un voluntarioso grupo de Barcelona, todavía sin disco en el mercado, que ofrece un rock setentero
atiborrado de influencias más que evidentes (Led Zep, Hendrix, The
Doors...) pero con temas interesantes y la mar de potentes.
Así
que buena música, buena compañía, y un escenario de lujo para el que,
espero, sea el primero de unos cuantos domingos traviesos en este
tórrido verano recién estrenado. Y de aquí 15 días, si todo va bien, The Vegabonds.
Vamos con una ecléctica selección de discos que me están alegrando estas tórridas tardes preestivales..
Tajmo (2017), de Taj Mahal & Keb' Mo': No todos los días dos de tus bluesmen preferidos
aunan esfuerzos para sacar un disco conjunto. A sus 75 años, Taj Mahal
sigue en un estado de forma envidiable, tanto a la voz como a la
guitarra, y su discípulo Kevin Moore no le va a la zaga. Así que toca
disfrutar de este Tajmo, una buena colección de blues, soul y funk. Temas
amables, luminosos, que te dibujan una sonrisa en los labios, y entre ellos, algunas versiones de lo más sorprendente, como el Squeeze Box de The Who o el Waiting on The World to Change de John Mayer, de la que curiosamente hablamos en los albores de este blog, hace más de una década.
Love and War (2017), de Brad Paisley: Tras el fracaso de su arriesgado Wheelhouse (2013)
-comprensible, ya que a pesar de la valentía, el resultado no estaba a
la altura de las buenas intenciones-, Brad Paisley regresó a su zona de
confort, y ahí sigue. Pocas sorpresas, pues, en el sonido (el country accesible de su anterior trabajo, Moonshine in the Trunk (2014)) y en las letras (el paso de la juventud a la madurez, la familia, la vida sencilla...) de este Love and War. Así que se echan de menos los instrumentales poderosos, los riffs afilados
y la frescura de antaño. Pero el toque de guitarra de Paisley siempre
es una gozada, y si afinamos el oído es fácil disfrutar del feeling y la maestría del cowboy del
sombrero blanco entre melodías desgraciadamente previsibles. Además, el
álbum nos sorprende con dos colaboraciones de lujo: Mick Jagger en Drive of Shame y John Fogerty enel tema que le da título.
Windy
City (2017), de Alison Krauss: La última recomendación viene de la mano de la siempre
efectiva Alison Krauss, que en esta ocasión ha "aparcado" a su grupo
habitual, Union Station, para ofrecernos el disco más country y menos bluegrass de
su carrera. Como siempre, la señorita Krauss emociona gracias a esa voz
privilegiada que le dieron los dioses, como queda patente de buen
comienzo en las primeras estrofas de la balada que abre el disco, Losing You. También hay canciones más movidas, comola It's Goodbye And So Long to You que sigue, con un aire entre rockabilly y honky tonk. Pero en general, los derroteros de este Windy City
son los temas lentos, melancólicos, estremecedores como el que da
título al álbum... La música ideal para degustar en el porche de una
casa de Louisiana, sentado en una vieja mecedora y con un vaso de jugo
de zarzaparrilla en la mano, sea lo que sea eso de la "zarzaparilla".