Si el pasado mes de junio
pronosticaba
que mi disco del año iba a ser el
Wonder Days de
Thunder,
ahora que 2015 ha expirado puedo decir que no me equivoqué. Aunque
el año pasado nos dejó algunos buenos trabajos (
The Darkness,
Kamchatka,
The Poodles,
Stryper, Scorpions, Devil City Angels...), ninguno me ha gustado más que esta
magna obra de los británicos, que no he dejado de escuchar desde que
la descubrí.
Aprovechando el notable éxito del
álbum, la veterana banda acaba de publicar un doble disco en
directo, titulado All You Can Eat (mismo título, casualmente, que el último de Steel Panther). Viene en varios formatos
(acompañado de DVD, de Blu-Ray, en vinilo, con merchandising del grupo...), y es
una buena oportunidad para escuchar como suenan en concierto la
mayoría de temas del Wonder Days, y muchos otros de su
dilatada carrera. Además, incluye algunas versiones la mar de
suculentas, como el Superstition de Stevie Wonder, el
Up around The Bend de la Creedence Clearwater Revival o el The Rocker de Thin Lizzy.
Por cierto, y volviendo al tema de los
trabajos publicados en 2015, el año también nos dejó varias
decepciones. Las más sonadas, para mí, el ignominioso trabajo de
los
Blues Traveler, que
ya destripé aquí. Y el segundo disco
de
Nubian Rose,
Mental Revolution. Tras su fantástico debut de 2012, que
ya comenté en su momento, tenía muchas ganas a lo nuevo
de estos suecos. Y el chasco fue mayúsculo: por más oportunidades
que le he dado al disco, nunca he pasado de la tercera o cuarta
canción.