viernes, 24 de febrero de 2012

Las maquetas

Los acontecimientos inminentes me obligan a hacer limpieza en casa, y a tirar trastos que ya no uso ni voy a usar el resto de mis días. Y cómo no, está a punto de llegarle el turno a unas compañeras que me regalaron centenares de horas de placer durante mi adolescencia. No, mentes calenturientas, no me refiero a las revistas porno, sino a las cintas de cassette.


Para ser sincero, no voy a echar de menos muchas de ellas. La mayoría de álbumes grabados que todavía me interesan, ya me he preocupado de conseguirlos en formato digital, o estoy en ello. Y sobre el resto, en fin, ¿quién quiere volver a escuchar la BSO de la peli de Michael J. Fox El secreto de mi éxito?

De las que sí que me da pena deshacerme son las maquetas de grupos de amigos, que empezaron a hacer sus pinitos en el mundo de la música, con más entusiasmo que maestría, y a los cuáles acompañé en innumerables ensayos, pruebas de sonido, bolos y borracheras post-concierto. Y como este blog me sirve a menudo de baúl de los recuerdos, voy a listar aquí los nombres de las bandas en cuestión, junto con una breve anotación y los temas que componían cada maqueta. Así, aunque muy pronto terminen en un contenedor de reciclaje, su memoria perdurará en el ciberespacio digital donde por suerte, y mientras haya discos duros, de momento cabe todo.

Peterbilts: Jose (voz y guitarra), Sergi (guitarra y armónica), Albert (bajo), Pep (teclados) y Nando (batería) formaban este grupo de pop-rock y lírica lúgubre. Temas: La dama del alba, La muerte de chico, Locura eterna, Juegos malditos, Mar adentro, Ven aquí.

Phelinos, Aunque al infierno vaya a parar: Desde el Delta del Ebro venía este grupo de influencias surf y rockabilly, con mi amigo Juane al bajo. Temas: Buen chaval, Me quedo aquí, Camino del sur, Carsurf, Camarero asesino, Me quedo aquí, Juego de almas, Aquiles.

La Logia: De las cenizas de Peterbilts surgieron varios grupos, uno de los cuales fue este La Logia, fundado por Albert y su novia de entonces. Temas: El péndulo, Bajo el agua gris, La espiral, Besos como rosas.

Tatanka: A la batería, mi amigo Jordi, más conocido como Fresky. La única maqueta en catalán de las que hoy nos ocupan, pese a que a principios de los 90 lo que se llevaba era el Rock Català. Temas: Hem fugit, Bocamoll, El noi de les mans a les butxaques.

Zarabanda: Jose, el cantante de Peterbilts, ideó un proyecto llamado Zarabanda y montó la maqueta prácticamente él solo, grabando todos los instrumentos en su casa (sonajero eléctrico incluído, según reza la contraportada). Temas: El corazón de la noche, La muerte de Chico, La dama del alba, Fantasmas de papel, Ojos verdes, Cielo abierto, La ley del silencio, Trovador, Ven aquí.


Aprovechando que todavía queda una minicadena con platina en casa, quizás les vuelvo a dar unas escuchas. Aunque es arriesgado: tengo cierto cariño y buen recuerdo de algunas de esas canciones, y no estoy muy seguro que, veinte años después, soporten dignamente el paso del tiempo. En fin, ya veremos...

lunes, 20 de febrero de 2012

Algo más de red dirt

A mediados de 2010 hablé del red dirt, ese género musical a caballo entre el country y el southern surgido en Oklahoma y el norte de Texas, y repasé cuatro discos de cuatro de sus grupos más representativos. ¿Qué ha sido de esas bandas en el último año y medio, desde que escribí esa entrada?

Reckless Kelly publicaron el año pasado nuevo disco en estudio. Sin llegar al nivel del que para mí es su mejor trabajo, Bulletproof (2008), pero mejorando al anterior, Somewhere in Time (2010), formado íntegramente por versiones de Pinto Bennett, este Good Luck & True Love (2011) recupera las composiciones propias y el sonido que ha convertido a Reckless Kelly en unos de los adalides del red dirt. Sobresalen She Likes Money, He Likes LoveWeatherbeaten Soul.


La Randy Rogers Band sigue en plena forma, y lo demuestra con Burning The Day (2010), su disco más exitoso hasta la fecha. Grandes canciones sobre carreteras y perdedores, como la que abre el disco (Interstate) o la irresistible Too Late for Goodbye. Además se hacen un hartón de girar y tocar por su país de origen, aunque mucho me temo que será más que difícil verlos por nuestros lares.

Lamentablemente, uno de las bandas más guitarreras del red dirt, Cross Canadian Ragweed, dijo adiós a finales de 2010. Pocos meses después, uno de sus miembros fundadores publicaba This Is Indian Land (2011) con su nueva banda, Cody Canada and The Departed. Cody busca las raíces del red dirt en este disco, más de autor que los realizados con CCR. El álbum tiene buenos temas, pero se echan de menos las guitarras y los aires southern que imprimían sus anteriores compañeros de viaje.

Micky & The Motorcars siguen la senda trazada con Naive (2008) y nos ofrecen otro disco con buenas melodías y escasos riesgos. Raise My Glass (2011) no sorprende a nadie, pero regala un buen puñado de temas pegadizos y muy tatareables. A destacar A Thousand Tears, Any Longer Any More y Far From You.

En definitiva, nada nuevo sobre la tierra roja, pero se van publicando trabajos interesantes que no van a revolucionar la música americana, pero que mantienen encendida la llama del red dirt.



domingo, 12 de febrero de 2012

Domingo con The Blues Brothers

Parte de esta tarde de domingo (2 horas y 21 minutos, exactamente) la he pasado revisionando The Blues Brothers, la mítica película de 1980 protagonizada por John Belushi y Dan Aykroyd, y que aquí tradujeron como Granujas a todo ritmo. Si la memoria no me falla, la vi en el cine Metropol de Tarragona cuando la estrenaron, con 8 o 9 años, acompañado de mi abuelo, y desde entonces había visto trozos sueltos, pero creo que nunca entera de nuevo.

La peli es muy de los 80, deliciosamente excesiva. Recuerdo que, de pequeño, flipé con las persecuciones por las calles de Chicago, gasolineras estallando, coches saltando por los aires, y los protagonistas acosados por policías, nazis, músicos de country, acreedores y hasta por una novia resentida, ni más ni menos que la princesa Leia en plan destroyer, es decir, la actriz Carrie Fisher armada con un lanzagranadas. Pero también aluciné con las escenas musicales, interpretadas por unos artistas que, por supuesto, yo no conocía ni remotamente. Y es que el filme cuenta con las actuaciones de James Brown, John Lee Hooker, Aretha Franklin, Ray Charles y Cab Calloway, descansen casi todos en paz. Además de con varias de The Blues Brothers, claro, como la tremenda versión de Jailhouse Rock que se cascan en la cárcel, como no podía ser de otra manera.

Esta tarde lo he vuelto a pasar en grande con este clasicazo, y aunque la frase suene a manida y a que me estoy haciendo viejo, hoy la puedo decir 100% seguro de su veracidad: ¡Ya no se hacen películas como ésta!




jueves, 9 de febrero de 2012

La vergüenza nacional

   

EL PAIS, 9 de febrero de 2012: "El Supremo condena por unanimidad al juez por ordenar grabar las conversaciones entre la trama Gürtel y sus abogados."

Y mientras tanto, Millet, Urdangarín, Camps, Costa, el Bigotes y la madre que los parió a todos, riéndose en sus mansiones. Cuando pasan cosas así en países como Birmania, China, Cuba o Zimbabwe, siento indignación. Cuando pasa en España, además siento vergüenza, humillación y asco.



miércoles, 1 de febrero de 2012

Al Este del Oeste


Tras el relativo fracaso comercial de su último disco, The Fall (2009), Norah Jones se encuentra en una encrucijada. ¿Debe seguir fiel al nuevo estilo que adoptó en ese álbum, pese a la fría acogida del público? ¿O debe regresar al power-pop de sus tres primeros trabajos que tantos éxitos le cosechó?

Mientras se lo piensa, la hija de Ravi Shankar ha reunido a su banda de versiones, The Little Willies, y nos ha regalado otro puñado de buenos temas de country clásico. For The Good Times (2012) es la continuación del álbum de debut de la banda neoyorquina, publicado en 2006. Reinterpretaciones de clásicos de Dolly Parton (Jolene), Loretta Lynn (Fist City), y hasta de Johnny Cash (Wide Open Road), entre otros. Pero que nadie espere encontrar aquí aires fronterizos, guitarras afiladas o banjos frenéticos: For The Good Times es country suave, melodioso, acunado por la voz aterciopelada de Norah, que podría sonar perfectamente en el hilo musical de la zona del Far-West de Port Aventura. Y aunque tiene momentos honky tonk y rockabillies (If You've Got The Money I've Got The Time o Diesel Smoke, Dangerous Curves) e incluso un instrumental (Tommy Rockwood), varios de los cortes podrían haber sido extraídos de cualquiera de los primeros discos de la señorita Jones.



En definitiva, un trabajo tan delicioso como poco arriesgado: tras el batacazo de The Fall, Norah no tiene ningunas ganas de volver a subirse a la cuerda floja. Pero tranquila, cielo: si para sentirte segura nos tienes que seguir ofreciendo discos tan bellos como éste, por mi parte no recibirás queja alguna.