viernes, 26 de noviembre de 2010

Breaking Bad y The Silver Seas

Veo poco la tele. Y lo echo de menos. Echo de menos esa sensación de tranquilidad, ese sentarse después de un día caótico (¿qué días no lo son en estos tiempos?), ese abandonarse en el sofá para poner la mente en modo automático, y disfrutar de no hacer nada.

La realidad es que ver la tele no es no hacer nada. No hacer nada es no hacer nada. Nada en absoluto. Si se está uno quieto, sin hacer nada, pero nada de nada, durante un rato, pueden pasar dos cosas: aparecerá una calma maravillosa, amplia, que nos hará desear volver a ese espacio interior recién descubierto más a menudo; o por lo contrario, nos podremos como un flan y tendremos que hacer algo para relajarnos, como ver la tele. Pero es este otro tema, que ya me voy....

Últimamente sigo sin ver la tele, pero en cambio cada noche hemos podido Almond y yo robar un ratito al reloj para usarla como pantalla, y regalarnos cada día un capítulo de una serie que, recomendad por mi hermano, empezó despertando nuestra curiosidad y a la que hemos acabado enganchadísimos, Breaking Bad.


Breaking Bad cuenta la historia de Walter White, un profesor de química en el instituto, al que se le diagnostica un cáncer de pulmón, justo cuando está a punto de sufrir el peor caso de crisis de mediana edad que la historia haya podido conocer jamás. Decide entonces usar sus conocimientos de química para dedicarse a la fabricación de metanfetamina, para así hacer el dinero suficiente para pagarse el tratamiento. En esta carrera criminal de pacotilla cuenta con la inestimable aportación de un ex-alumno suyo, Jesse Pinkman, que lo ayuda no solo en la estrategia de comercialización, sino en meterse en todo tipo de líos y situaciones extremas.


Un reparto formidable (los actores no es que sean conocidos, es que son buenísimos), un guión curradísimo que trabaja la tensión de manera magistral, unas pequeñas pinceladas de ciencia y un halo de surrealismo permanente han conseguido que, después de haber visto las 3 primeras temporadas de un tirón, estemos en ascuas esperando la cuarta, que se anunció para febrero del 2011, y que lamentablemente ha sido retrasada hasta julio. Cada capítulo tiene un presupuesto de 3 millones de dolares, ahí es nada, pero la verdad es que se nota la calidad en cada minuto.

Mención especial la merece la música, excelentemente escogida, y no siempre evidente o de grupos archiconocidos (problema que para mi tienen otras producciones, que son muy previsibles en este sentido).

En un capítulo de la primera temporada, empezó a sonar en la escena final un tema maravilloso, pero completamente desconocido para mi. Arranqué Shazam en el iphone, porque necesitaba saber qué era aquello. Segundos más tarde tenía mi respuesta: Catch Yer Own Train, de The Silver Seas [spotify link].


Thanks to Spotify, al día siguiente ya estaba disfrutando del disco entero, High Society [spotify link] muy recomendable. Se trata de un pop setentero de mucha calidad (algunos le llamaran rock, pero esto a mi me parece pop). No están en la misma liga ni se parecen excesivamente, pero las melodías vocales en ocasiones me recuerdan a Crosby, Stills, Nash and Young y su inspirado Déjà Vu.
The Silver Seas son un quinteto de Nashville, y parece ser que este High Society es una de aquellas joyas que pasaron desapercibidas cuando fué publicado, en el 2007. Inexplicable conteniendo temas como el ya mencionado Catch Yer Own Train, High Society y Country Life, que abre el disco como clarísima declaración de intenciones. Acaban de publicar Chateau Revenge!, nuevo disco para este 2010, y alegría para un servidor, que ya tiene banda sonora para la semana que viene.

Si no los conocíais, ya tardáis: Breaking Bad y The Silver Seas, no os arrepentiréis.

Nos vemos las calvas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Un bajista de otro mundo

Hace ya bastantes años que mi hermano apareció en casa con un disco diferente, que me sorprendió por lo inesperado. Cantaba como una almeja entre la regular brutalidad de la música que él solía escuchar en esa época. Lo escuchó durante un tiempo y después lo puso junto a sus CDs de Sepultura, Pantera, Soziedad Alkoholika, y otras lindezas, y siguió tocando el bajo.


El disco del que os hablo es el homónimo del gran Jaco Pastorius, un músico de otro mundo, un mundo de una belleza deslumbrante, incluso cegadora a veces, pero un mundo capaz a la vez de unas sombras rotundas, asfixiantes. Jaco padecía un trastorno maníaco depresivo que muy posiblemente contribuyó a la genialidad que podréis apreciar en toda su obra, pero que también lo llevó a la miseria, y ayudado por el alcohol y el consumo de drogas, a vivir como un homeless en la calle durante temporadas.

Es este un disco de jazz, pero no uno cualquiera. Publicado originalmente en 1976, contiene sin lugar a dudas uno de los mejores trabajos de composición e interpretación de los que un bajista haya sido nunca capaz. Si hay que destacar solo un tema, que quedo con el segundo corte, Come On, Come Over, una maravilla soul-funky rompedora.

Jaco Pastorius – Come On, Come Over

Yo no aprecié ese disco en su momento, y tampoco sé si lo hizo mi hermano (hoy se lo preguntaré, tenemos ensayo con la banda en un rato), pero desde hace unos meses Jaco ha irrumpido en mi vida musical, y no veas de que manera.

He descubierto para mi disfrute que un tema que siempre me ha encantado, y que os recomiendo sin reservas, tiene a Jaco en el bajo. No sólo el tema, sino todo el disco. Si es que no podía ser de otra manera, el bajista del Bright Size Life de Pat Metheny es también Pastorius. El tema que abre el disco es una auténtica pasada. Escuchadlo con unos buenos auriculares, y fijaros en lo que hace la base rítmica, y en especial el bajo. Íncreible.

Pat Metheny – Bright Size Life

Éste disco es otra recomendación importante. Si no lo tenéis ya en la lista, no tardéis en apuntarlo.


Abrumado por sus problemas mentales, por el abuso de sustancias, Jaco murió el 21 de setiembre de 1987 en Fort Lauderdale en una pelea con el vigilante y portero de un club al que se le negaba la entrada. Tenía tan sólo 35 años. Como reza su biografía en Allmusic, el cometa que llegó y deslumbró en los 70, cayó trágicamente en los 80. Tras de sí dejó un legado imprescindible, altamente disfrutable, impresionante a todas luces.

No puedo dejar de pensar qué hubiera podido crear si no se hubiera ido tan pronto. Pocos músicos me transmiten esa sensación de estar viendo un pintor creando una obra maestra cuando oigo sus temas. Y eso que aún no le he echado oído a su etapa con Weather Report, grupo de referencia, lo sé.

Si tenéis que empezar por algo, este puede servir:

Nos vemos, que la música os atrape.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Top 18 de los últimos 5 años

Repasando mi cuenta de last.fm, fantástico sitio donde los haya, me encuentro con lo siguiente:

(haced click sobre la imagen para verla más grande)

Nada más y nada menos que la música que más he escuchado en los últimos 5 años, y que me viene muy bien para recomendaros algunas de estas bandas. De hecho, a la gran mayoría de ellas. No todas, porque la verdad es que ha sido una sorpresa para mi encontrarme en este grupo selecto a John Mayer, por ejemplo, el cual no acaba de engancharme. También es cierto que tiene un temazo de tal calibre, Belief, que solo por eso ya merece esa posición (de hecho, probablemente la tiene por las veces que la he llegado a escuchar). Belief es esta barbaridad (dios, que intro y que sonidazo en el solo):



Me la acabo de administrar y ya me siento más animado. Bien, bien. Porque no ando muy fino últimamente, la verdad. Hay que fastidiarse... mi calva avanza al galope, cual melena que se lleva el viento, me siento viejo (perdón, no me siento joven, que supongo que debe ser distinto, pero que me fastidia igualmente), el otro día me discutí con un par de feministas recalcitrantes hasta las tantas de la mañana, dejé el alcohol para volverlo a retomar a la primera que me encontré en público sin nada en las manos... y lo peor, doctor, creo que me empieza a gustar el futbol.

Probablemente es que llevo demasiado tiempo sin ir a un concierto, sin tocar en uno, sin alucinar de nuevo con un ampli al rojo vivo. Sí.... es más que probable, es eso seguro.

Habrá que ponerle remedio.