Tras un éxito considerable aunque no desmesurado de El primer cruce (1986), los madrileños optaron por seguir con el mismo tipo de influencias en su siguiente disco que, esta vez sí, era un LP, ya que 12 fantásticas canciones componen este Continuará (1987). Con él tampoco lograron un éxito arrollador ni se convirtieron en un grupo de masas como algunos de sus coetáneos, pero gracias a él reclutaron un buen puñado de incondicionales. Y es que en sus surcos se encuentran algunos de los temas más estremecedores de toda su carrera. En este álbum está, como apertura de la cara A, el inolvidable Buena chica, ese reencuentro con un ex-amor que acaba dedicándose a la prostitución. O la canción que inaugura la cara B, Siempre hay un precio, un desgarrador blues a la altura de clásicos de la banda como Quiero beber hasta perder el control. También incluye una versión de Por el túnel, de Joaquín Sabina, y por supuesto, en su andadura por los sonidos americanos, hay rock'n'roll en Sucedió al revés y Ella me dijo, aires mejicanos en No digas que no y rockabilly en el impresionante instrumental de infausto título Muslitos de pollo.

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