Las vetustas paredes del garito a los pies de la Catedral de Tarragona fueron testigo de un gran concierto de música de raíces (americanas, claro), que sus protagonistas dividieron en dos partes. La primera, con Slim Dow a la acústica y Tano a la armónica, en la línea clásica del delta blues que plasmaron en su primer y fantástico disco, Down Home Blues (2019), firmado todavía como The Tumbleweeds. Y en la segunda parte, donde cambiaron guitarra acústica por eléctrica e intercalaron armónica con cajón, mostraron los derroteros por los que iba a tirar el nuevo estilo del dúo: un sonido mucho más boogie, más rasposo, diría que más arriesgado, heredero de los grandes del subgénero como John Lee Hooker o R. L. Burnside. Con esos nuevos sabores reinterpretaron algunas de las composiciones del mentado Down Home Blues, compuesto casi íntegramente por versiones de clásicos de la primera mitad del siglo XX, y también presentaron varios temas propios, algo poco habitual en la banda hasta la fecha.
La apuesta fue un éxito, ya que la reducida sala del Sha agotó su aforo, y la comunión del singular dúo con los parroquianos fue incuestionable. El blues no es la religión estrella en Tarragona, pero sin duda tiene su público. Y si los escasos locales que todavía se aventuran con la música en vivo siguen apostando por gente como Tano Mozzafiato & Slim Dow, me atrevería a decir que incluso irá sumando adeptos. ¡Aleluya!
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