
Publico hoy este
post porque el fin de semana estaré dándome de morros con las laderas pirenaicas: el próximo sábado,
15 de enero, hará
4 años que este humilde
blog llamado
Bourbon Street Online (aka
la Calle del Bourbon, aka
la Bourbon, aka
BSO, aka
el de la frase de Coldplay) vió la luz por primera vez.
He de reconocer que cuando David y yo
iniciamos este proyecto no creíamos ni de lejos que iba a durar tanto. Como tantas otras cosas que hemos empezado, pensábamos que iba a ser cosa de unos meses, lo que durara la novedad. Pero mira, aquí seguimos, dando la tabarra. También es verdad que la idea inicial era escribir una entrada diaria o cada 48 horas, y al final la periodicidad está siendo semanal. Pero bueno, menos es nada, y tampoco hace falta aburrir al personal.
Revisando
el post que desvirgó a este
BSO, constato que los motivos para tirar adelante también han cambiado. La idea inicial era recomendar discos, anunciar novedades, conciertos, etc. Pero luego descubrimos que hay decenas de
blogs con los mismos objetivos, cuyos autores saben mucho más de música y tienen mucho más criterio que nosotros. Así que, al menos para mí,
Bourbon Street Online se ha convertido en una válvula de escape donde hablo de álbumes y conciertos, sí, pero de vez en cuando también de series, viajes, sentimientos, recuerdos o política, aunque todo más o menos relacionado con la música. Soy consciente que, haciéndolo más horizontal y más personal, el
blog puede haber perdido interés para los visitantes que únicamente buscan recomendaciones de nuevas bandas y discos. Pero para mí es una especie de diario musical, una manera de paliar la memoria de pez que habita mi cabeza, un lugar donde dejar constancia de qué escuchaba durante una época determinada, qué me pareció tal concierto, que sentí al volver de un viaje...
No tendremos el
blog más interesante del mundo, ni el del diseño más
cool, ni el que tiene más visitas, ni el que la tiene más larga (la URL, me refiero)... Pero es nuestro
blog, y de un modo extraño le queremos. Han sido cuatro buenos años que, como tienen la maldita manía de hacer los años, han pasado volando. Así que no sé si seguiremos cuatro más, pero una buena temporada más (di)vagando por esta Calle del Bourbon, seguro que sí. Y ustedes que lo vean.