
Hoy he terminado
Juliet, Naked, la última novela del escritor británico
Nick Hornby. Como ya hizo en la mítica
High Fidelity, Hornby vuelve a hacer girar alrededor de la música esta historia protagonizada por Tucker Crowe, un ficticio cantautor de los 70 y 80 que se esfumó de repente del panorama musical y prácticamente del mundo, supuestamente tras una misteriosa experiencia en un lavabo de un bar de Minneapolis; Duncan, un obsesionado fan del cantautor que llega a peregrinar al mencionado lavabo esperando una revelación sobre las causas de la desaparición de Crowe; y Annie, la sufrida y cada vez menos paciente novia de Duncan.
Juliet, Naked habla del amor, del paso del tiempo, de la soledad, de la inmadurez, de las relaciones, de la paternidad, de Internet... En definitiva, de los hijos de la generación X, ahora ya rozando la cuarentena, y de sus circunstancias. Sin llegar al nivel de
High Fidelity, la novela es muy divertida y conmovedora, además de una delicia para los amantes de la música
pop y
rock que nos acercamos peligrosamente a los cuarenta (y no me refiero a los
principales...). Altamente recomendable.